La artritis reumatoidea causa inflamación del tejido sinovial que conduce a destrucción del cartílago y hueso. Los tratamientos incluyen antiinflamatorios no esteroideos para alivio de síntomas, medicamentos modificadores de la enfermedad como metotrexate para reducir progresión, y terapia biológica como inhibidores de TNF-α para pacientes con mal pronóstico. Aunque los tratamientos pueden controlar los síntomas, la remisión completa solo ocurre en alrededor del 20%