1. Algunas comparaciones del Método Montessori con el
Tradicional
Editado por "American Montessori Society" y Traducido por la Dra. Marina Grau
Los niños Montessori son usualmente adaptables. Han aprendido a trabajar independientemente o en grupos.
Debido a que desde una corta edad se les ha motivado a tomar decisiones estos niños pueden resolver
problemas, escoger alternativas apropiadas y manejar bien su tiempo. Ellos han sido incentivados a
intercambiar ideas y a discutir sus trabajos libremente con otros. Sus buenas destrezas comunicativas suavizan
el camino en ambientes nuevos.
Investigaciones han mostrado que las mejores predicciones del éxito futuro es cuando se tiene un sentido
positivo de la autoestima. El programa Montessori basado en la propia dirección, actividades no competitivas,
ayuda al niño al desarrollo de la propia imagen y a la confianza para enfrentar retos y cambios con optimismo.
Montessori Tradicional
Enfasis en: estructuras cognoscitivas y
desarrollo social.
Enfasis en: conocimiento memorizado y
desarrollo social.
La maestra desempeña un papel sin
obstáculos en la actividad del salón. El
alumno es un participante activo en el
proceso enseñanza aprendizaje.
La maestra desempeña un papel
dominante y activo en la actividad del
salón. El alumno es un participante
pasivo en el proceso enseñanza
aprendizaje.
El ambiente y el método Montessori alientan
la autodisciplina interna.
La maestra actúa con una fuerza
principal de la disciplina externa.
La enseñanza individualizada y en grupo se
adapta a cada estilo de aprendizaje según el
alumno.
La enseñanza en grupo es de acuerdo al
estilo de enseñanza para adultos.
Grupos con distintas edades. Grupos de la misma edad.
Los niños son motivados a enseñar,
colaborar y ayudarse mutuamente.
La enseñanza la hace la maestra y la
colaboración no se le motiva.
El niño escoge su propio trabajo de acuerdo
a su interés y habilidad.
La estructura curricular para el niño esta
hecha con poco enfoque hacia el interés
del niño.
El niño formula sus propios conceptos del
material autodidacta.
El niño es guiado hacia los conceptos
por la maestra.
El niño trabaja por el tiempo que quiera en
los proyectos o materiales escogidos.
Al niño se le da un tiempo especifico,
limitando su trabajo.
El niño marca su propio paso o velocidad
para aprender y hacer de él la información
adquirida.
El paso de la instrucción es usualmente
fijado por la norma del grupo o por la
profesora.
El niño descubre sus propios errores a través
de la retroalimentación del material.
Si el trabajo es corregido, los errores
son usualmente señalados por la
profesora.
El aprendizaje es reforzado internamente a El aprendizaje es reforzado
2. través de la repetición de una actividad e
internamente el niño recibe el sentimiento
del éxito.
externamente por el aprendizaje de
memoria, repetición y recompensa o el
desaliento.
Material multi sensorial para la exploración
física.
Pocos materiales para el desarrollo
sensorial y la concreta manipulación.
Programa organizado para aprendizaje del
cuidado propio y del ambiente (limpiar
zapatos, fregar, etc.).
Menos énfasis sobre las instrucciones
del cuidado propio y el mantenimiento
del aula.
El niño puede trabajar donde se sienta
confortable, donde se mueva libremente y
hable de secreto sin molestar a los
compañeros. El trabajo en grupos es
voluntario.
Al niño usualmente se le asignan sus
propias sillas estimulando el que se
sienten quietos y oigan, durante las
sesiones en grupos.
Organizar el programa para los padres,
entender la filosofía Montessori y participar
en el proceso de aprendizaje.
Los padres voluntarios se envuelven
solamente para recaudar dinero o
fondos . No participan los padres en el
entendimiento del proceso de
aprendizaje.
Qué es el método Montessori?
La metodología Montessori tiene una sólida y fundamentada trayectoria desde hace más de 90
años.
Según María Montessori, los niños absorben como “esponjas” todas las informaciones que
requieren y necesitan para su actuación en la vida diaria.El niño aprende a hablar, escribir y leer de
la misma manera que lo hace al gatear, caminar, correr, etc, es decir, de forma espontánea.
Con el método Montessori los niños aprenden a leer, escribir, contar y sumar antes de completar
los 6 años.
Daniel Oscar Rodriguez Boggia | 1/04/2002
La Dra. Montessori no estaba de acuerdo con las técnicas rígidas y, frecuentemente, crueles que
se utilizaban en Europa. Basó sus ideas en el respeto hacia el niño y en su capacidad de aprender,
partía de no moldear a los niños como reproducciones de los padres y profesores imperfectos,
sino que fueran por lo menos un poco más acertados.
Concibió a los niños como la esperanza de la humanidad, dándoles oportunidad de aprender y
utilizar la libertad a partir de los años de desarrollo, así el niño llegaría a adulto con la capacidad
de hacer frente a los problemas de vivir, incluyendo los más grandes de todos, la guerra y la paz.
El método de Montessori ha existido desde 1907, cuando María Montessori creó la primera casa
de los "niños" en Roma (Italia). El trabajo de María Montessori no solamente era el desarrollar una
nueva manera de enseñanza, sino descubrir la vida y ayudar a alcanzar al niño su potencial como
3. ser humano. Procurar desarrollar este potencial a través de los sentidos, en un ambiente
preparado y utilizando la observación científica de un profesor entrenado. María Montessori
enseñó una nueva actitud y una nueva manera de mirar a niños.
El método Montessori esta basado en observaciones científicas relacionadas con la capacidad de
los niños, para absorber conocimientos de su alrededor, así como el interés que éstos tenían por
materiales que pudieran manipular. Cada parte del equipo, cada ejercicio, cada parte del método
desarrollado, fue basado en lo que ella observó, lo que niños hacían "naturalmente", por sí
mismos, sin ayuda de los adultos.
Por lo tanto, el método de educación Montessori es mucho más que el uso de materiales
especializados, es la capacidad del educador de amar y respetar al niño como persona y ser
sensible a sus necesidades.
A los niños se les enseña. Esta verdad simple pero profunda inspiró a Montessori a buscar la
reforma educativa (metodología, psicología, enseñanza, y entrenamiento del profesor) basando
todo en su esmero por fomentar que “uno mismo es quien construye su aprendizaje”. El educador
ejerce una figura de guía, que potencia o propone desafíos, cambios, novedades.
El ambiente Montessori no incita a la competencia entre compañeros, se respeta y valora el logro
de cada alumno en su momento y ritmo oportuno.
El silencio y la movilidad son elementos indispensables en esta metodología. Los niños pueden
mover sus mesas, agruparlas o separarlas según la actividad, todo el mobiliario es adecuado al
tamaño del niño, siendo las manos las mejores herramientas de exploración, descubrimiento y
construcción de dichos aprendizajes.
El error, equivocación o falta, es considerado como parte del aprendizaje, por ello, no es castigado,
resaltado o señalado, sino, es valorado e integrado como una etapa del proceso. Se suele
estimular a que el niño haga siempre una autoevaluación.
Los principios fundamentales de la Pedagogía Montessori están basados en: la autonomía, la
independencia, la iniciativa, la capacidad de elegir, el desarrollo de la voluntad y la
autodisciplina. Otros aspectos abordados en ésta metodología son: el orden, la concentración, el
respeto por los otros y por él
Hoy hay cerca de cinco mil escuelas alrededor del mundo en México, Rusia, Taiwán, Japón, Corea,
Australia, Nueva Zelanda, Alemania, Sudáfrica, Etiopía, Tanzania, Estados Unidos, China, Colombia,
la India y muchos países más.
4. Maria Montessori (1870-1952) fue una educadora ejemplar y adelantada a su tiempo. Esta
italiana nacida en el seno de una familia de clase media, tuvo la oportunidad de asistir a la
universidad y graduarse en medicina. Fue la primera médica de Italia.
Comenzó haciendo prácticas en un hospital psiquiátrico con niños que presentaban alguna
deficiencia mental. Ella en su contacto con los chicos les reforzaba su autoestima y
confiaba en sus habilidades mientras hacían juegos y actividades manuales. De esta forma
les enseñó a leer y escribir.
Esto le hizo pensar que su método podría ser más eficaz con niños que no presentaban
ningún tipo de dificultad. En 1907 la doctora abrió su primera “Casa de Bambini”
aplicando su particular manera de enseñar conocido en pedagogía como el Método
Montessori y el cual ha influenciado enormemente la educación inicial.
El educador Montessori interviene en el proceso educativo como una “guía”, es decir; un
facilitador del aprendizaje. Son los propios alumnos que a través de la exploración del
ambiente construyen su conocimiento. El maestro planifica la clase respetando los
intereses, las necesidades y el ritmo de aprendizaje de los alumnos dentro de un aula que
permite la libertad, la comunicación y estimula el trabajo en grupo.
Los principios que la Educación Montessori pretende desarrollar en los alumnos son:
• Libertad.
• Estructura y orden.
• Énfasis en la naturaleza y en la realidad, fomentando la autodisciplina y la seguridad
personal.
• Apreciación de la belleza y respuesta positiva y espontánea hacia la vida.
• Autoconstrucción y desarrollo psíquico.
• Vida responsable en comunidad.
Este método cuenta también con un proyecto que guía la importancia del cuidado del
cuerpo y del ambiente. María Montessori daba mucha importancia al juego como estrategia
de aprendizaje para lo cual ideó un material didáctico para este fin (formas geométricas,
palos, lápices, pinturas), y propuso un mobiliario adecuado al tamaño de los niños.
También resaltó la importancia de la participación de los padres en el proceso educativo de
los hijos.
Actualmente existen escuelas donde se imparte el Método Montessori pero, cabe destacar
que la educación inicial o preescolar en nuestro tiempo está concebida en base a los
principios educativos y filosóficos del legado que está educadora dejó en beneficio de la
infancia.
5. Educación Montessori
La Dra. Montessori parte del reconocimiento de que la educación ejerce un papel
indispensable en la formación del hombre y que es la interacción con sus semejantes lo que
hace posible que el niño pequeño reciba el mínimo de datos culturales que le permitirán ser
uno más de su especie. Es precisamente este reconocimiento lo que determina el objetivo
primordial de la educación Montessori que es el de ofrecer al ser humano en
crecimiento la ayuda adecuada para su desarrollo. Partiendo de esta perspectiva los
salones de clase Montessori se convierten en ambientes que ofrecen al niño la oportunidad
para desarrollarse de acuerdo a sus propias potencialidades, explorar e interiorizar lo que el
mundo cultural les ofrece.
María Montessori exhortó a los padres y a los educadores a no encerrar al niño en una
“prisión”, so pretexto de protegerlo porque es pequeño o débil: la sobreprotección asfixia la
energía vital. Por el contrario, se debe dejar al niño pequeño libre para absorber y adquirir
todo aquello que sea benéfico para él. La libertad en el contexto educativo se traduce en
oportunidades que permiten la manifestación de las fuerzas creadoras. Es por ello de vital
importancia que el niño pueda moverse, tomar iniciativas, elegir los materiales que le
atraen, decidir con quien quiere trabajar y de esta manera ejercitar su voluntad
permitiéndosele la oportunidad de expresar su verdadera naturaleza. El trabajo del adulto en
este ambiente debe tener como objetivo llevar al niño a la conquista de la independencia. El
hacer las cosas por los niños, sustituirlos en su actividad es una ayuda que además de inútil
es perjudicial, destructiva y peligrosa para la personalidad del niño. Los adultos, padres o
maestros, somos colaboradores en esta monumental construcción que el niño lleva a cabo.
La verdadera educación decía la Dra. Montessori es el amor, que nos permite dar al niño las
verdaderas oportunidades para su desarrollo. La libertad es una finalidad en la educación,
representa la última etapa por alcanzar, esta finalidad solo se logra en un medio que permita
la libertad de movimiento y de elección de las actividades que permiten evolucionar según
la ley natural. No olvidemos que el hombre libre adquiere conciencia de lo que es, por
referencia de la realidad exterior; así puede decidir conscientemente lo que desea.
6. Educación Montessori
La Dra. Montessori parte del reconocimiento de que la educación ejerce un papel
indispensable en la formación del hombre y que es la interacción con sus semejantes lo que
hace posible que el niño pequeño reciba el mínimo de datos culturales que le permitirán ser
uno más de su especie. Es precisamente este reconocimiento lo que determina el objetivo
primordial de la educación Montessori que es el de ofrecer al ser humano en
crecimiento la ayuda adecuada para su desarrollo. Partiendo de esta perspectiva los
salones de clase Montessori se convierten en ambientes que ofrecen al niño la oportunidad
para desarrollarse de acuerdo a sus propias potencialidades, explorar e interiorizar lo que el
mundo cultural les ofrece.
María Montessori exhortó a los padres y a los educadores a no encerrar al niño en una
“prisión”, so pretexto de protegerlo porque es pequeño o débil: la sobreprotección asfixia la
energía vital. Por el contrario, se debe dejar al niño pequeño libre para absorber y adquirir
todo aquello que sea benéfico para él. La libertad en el contexto educativo se traduce en
oportunidades que permiten la manifestación de las fuerzas creadoras. Es por ello de vital
importancia que el niño pueda moverse, tomar iniciativas, elegir los materiales que le
atraen, decidir con quien quiere trabajar y de esta manera ejercitar su voluntad
permitiéndosele la oportunidad de expresar su verdadera naturaleza. El trabajo del adulto en
este ambiente debe tener como objetivo llevar al niño a la conquista de la independencia. El
hacer las cosas por los niños, sustituirlos en su actividad es una ayuda que además de inútil
es perjudicial, destructiva y peligrosa para la personalidad del niño. Los adultos, padres o
maestros, somos colaboradores en esta monumental construcción que el niño lleva a cabo.
La verdadera educación decía la Dra. Montessori es el amor, que nos permite dar al niño las
verdaderas oportunidades para su desarrollo. La libertad es una finalidad en la educación,
representa la última etapa por alcanzar, esta finalidad solo se logra en un medio que permita
la libertad de movimiento y de elección de las actividades que permiten evolucionar según
la ley natural. No olvidemos que el hombre libre adquiere conciencia de lo que es, por
referencia de la realidad exterior; así puede decidir conscientemente lo que desea.