1. FLIPPED CLASSROOM
Hace unos días descubrí un nuevo método de enseñanza llamado: “Flipped classroom”
o “clase del revés”.
Este método invierte los modelos tradicionales de enseñanza, dando instrucciones
online desde fuera de la clase y trasladando los deberes dentro de la clase. El método
tradicional representa al profesor como la persona que imparte la clase y manda
deberes para el día siguiente. En el nuevo modelo el profesor permanece a un lado
ejerciendo como guía y mientras, los alumnos trabajan en la clase. El modelo requiere
que los alumnos vean los videos online en casa, en su propio espacio, en constante
comunicación con otros alumnos y profesores mediante debates online. Es en la clase
en donde los conceptos se afianzan con la ayuda del profesor.
La tecnología y las actividades de aprendizaje son dos componentes clave de este
nuevo modelo. Ambos influencian el entorno de aprendizaje del estudiante de manera
fundamental.
“Flipped classroom” apareció gracias a dos innovadores: los profesores Jonathan
Bergman y Aarom Sams del instituto Woodland Park en Colorado, EE.UU. En el año
2007 descubrieron un software para grabar presentaciones en PowerPoint y
publicaron las lecciones en internet para aquellos estudiantes que habían faltado a las
clases. Las lecciones online se fueron ampliando y se propagaron rápidamente. Ambos
profesores comenzaron a dar charlas a otros profesores sobre sus métodos de
enseñanza así que el resto de profesores comenzaron a usar los videos online y vídeo
podcasts para enseñar a los alumnos fuera del aula, reservando el tiempo de clase
para ejercicios en grupo y ejercicios de revisión de conceptos.
Los motivos por los que se está llevando a cabo son dos. En primer lugar, por las cifras
alarmantes de abandono escolar, ya que 1.300.000 alumnos dejan los estudios cada
año en EEUU, y porque sólo el 69% de los estudiantes acaban los estudios. Y en
segundo lugar, por la posibilidad tecnológica de los videos online y del acceso de los
estudiantes a la tecnología.
2. Así los estudiantes reciben un feedback instantáneo ya que los profesores tienen más
tiempo para ayudar a los estudiantes y explicar los conceptos más difíciles. Además
los estudiantes no se sienten tan frustrados ya que trabajar en clase minimiza este
problema. Los profesores revisan los conceptos que los estudiantes no comprenden ya
que resuelven las cuestiones que plantean de forma individual y una vez en clase
apoyan a los alumnos que no tengan acceso a internet o carezcan de la ayuda de sus
padres en casa.
REFLEXIÓN
La verdad que este método me ha dejado sorprendida. Lo habitual es que el profesor
explique en clase los contenidos sin que los alumnos lo hayan visto previamente;
aunque sí que es cierto que algunos profesores intentan, sin mucho éxito, que los
alumnos, el día anterior, cojan el libro de texto, lean la lección y copien lo más
importante. Normalmente esto no da el resultado esperado, porque los alumnos,
cansados de realizar tantas actividades del libro del texto, copian sin enterarse de lo
que escriben.
Pienso que el hecho de que los alumnos puedan ver, previamente y por su propia
cuenta, los contenidos que se van a trabajar a través de vídeos o de cualquier otra
herramienta tecnológica, permite que el profesor pueda dar clase de una forma más
significativa: dedicando el tiempo de clase a resolver las dudas de sus alumnos y a la
realización de actividades individuales y grupales más motivadoras.
En definitiva, permite dar a los alumnos una educación personalizada y de calidad,
estimularles y motivarles, algo que, bajo mi punto de vista, a día de hoy es
prácticamente imposible, no solo ya por el tipo de metodología que seguimos
empleando, sino al elevado ratio que tenemos en las aulas, ratio que seguirá
aumentando gracias a los recortes del actual gobierno de quienes tenemos que
escuchar la aberración, por no decir otra cosa, de que el incrementar la ratio favorece
la socialización de los niños.