Para el Método Pilar Domínguez la clave reside en el aprendizaje de la postura adecuada del cuerpo y en su adaptación al medio mediante una pedagogía de la postura trabajando con una combinación de posturas, movimientos y estiramientos terapéuticos extremadamente precisos.
Por ejemplo, en las mujeres embarazadas es de vital importancia aprender a colocar adecuadamente la pelvis y lo idóneo sería aprenderlo antes del embarazo para no llegar a padecer dolores.
Dolor de espalda durante el embarazo. Combatirlo con Corrección Postural
1. DOLOR DE ESPALDA DURANTE EL EMBARAZO
Una de las dolencias más habituales durante el periodo de gestación es el dolor de
espalda, que afecta a casi la mitad de las embarazadas. Habitualmente llamamos
dolor de espalda al que se localiza en toda su extensión, aunque existen varias
tipologías de dolor de espalda y reconocer su origen es clave para aliviarlo
eficazmente.
Aproximadamente la mitad de las mujeres embarazadas se quejan de sufrir dolor
de espalda y hablaremos aquí de su origen más habitual y que suele ser, en un
90% de los casos, postural.
Nuestro cuerpo se adapta a los cambios. El de las mujeres embarazadas se adapta
al futuro nacimiento mediante el ablandamiento y estiramiento de los ligamentos. A
medida que el feto va creciendo, la curvatura baja de la espalda (lumbares) tiende
a hacerse más pronunciada y ello causa muchos de los dolores de espalda en las
embarazadas. Pero es importante saber que en realidad la curvatura no aumenta:
es la postura corporal la que, en busca de un nuevo centro de gravedad, se curva
en exceso. Desgraciadamente, en la mayoría de los casos, este cambio postural no
se hace con el conocimiento necesario para evitar una inadecuada postura que a la
larga provocará dolor y, en el peor de los casos, lesiones.
De forma instintiva nuestro cuerpo busca mecanismos de adaptación con el fin de
evitar o paliar el dolor. Este mecanismo de adaptación, sin el conocimiento
adecuado de la mecánica postural más elemental que nos proporciona por ejemplo
el Método Pilar Domínguez, provoca que en lugar de evitar el dolor éste se afiance,
perpetuando el problema o agravándolo incluso. Este hecho no sería relevante de
no ser porque la rectificación equivocada de una postura que alivia
momentáneamente una dolencia puede, a la larga, suponer una lesión o un
conjunto de lesiones, con una solución cada vez más complicada.
Existen soluciones puntuales en farmacología pero se hace muy necesaria la
concienciación al respecto del abuso de los fármacos en este tipo de dolencias, que
sólo prolongan el problema en el tiempo; no siendo una solución sino un paréntesis
a un problema que sólo se puede resolver atacando su origen postural.
Pero, ¿qué se aprende exactamente en los Centros Pilar Domínguez? Y, ¿cómo
puede el Método Pilar Domínguez ayudar a las embarazadas para evitar el dolor de
espalda?:
2. Para el Método Pilar Domínguez la clave reside en el aprendizaje de la postura
adecuada del cuerpo y en su adaptación al medio mediante una pedagogía de la
postura trabajando con una combinación de posturas, movimientos y estiramientos
terapéuticos extremadamente precisos.
Por ejemplo, en las mujeres embarazadas es de vital importancia aprender a
colocar adecuadamente la pelvis y lo idóneo sería aprenderlo antes del embarazo
para no llegar a padecer dolores.
En las fotografías 1 y 2 vemos a una alumna embarazada que amablemente posó
para nosotros. Aunque parezca mentira, la fotografía se tomó con unos segundos
de diferencia. Esta mujer embarazada es una de nuestras alumnas, que ha
aprendido a colocar adecuadamente su cuerpo y a adaptarse a los cambios a los
que le ha forzado el embarazo. En la fotografía 1 nos muestra la inadecuada
postura que, efectivamente, aumenta la curvatura lumbar y provocaría el inevitable
dolor. En la fotografía 2 en cambio nos muestra cómo la conciencia postural que le
aporta el Método Pilar Domínguez le proporciona la capacidad de adoptar una
postura adecuada para equilibrar el cambio de peso, evitando el aumento de la
curvatura.
De este modo, el aumento de peso o los cambios en el centro de gravedad no son
motivo de dolor en mujeres que saben adaptar sus conocimientos posturales
durante el periodo de gestación.
3. Fig. 3- Mujer embarazada con lordosis lumbar típica.
Fig. 4- Mujer embarazada a falta de ajuste de posición de la lordosis lumbar. La fuerza de
gravedad, cuanto más lejos de la cadera, genera un desplazamiento de la cadera más
grande y por lo tanto un aumento de la inestabilidad de la parte superior.
Fig. 5- Típica postura de mujer embarazada, de forma natural se extiende hacia atrás y se
recupera por medio de la lordosis lumbar que aumenta con la carga.
El secreto para preparase bien al nuevo nacimiento se basa pues en reforzar la
zona abdominal y la espalda con conciencia postural. Como en todo, existen
inadecuadas y adecuadas formas de hacerlo. Nuestra experiencia de más de 30
años nos demuestra que la mayoría de los dolores de espalda son, al menos en su
inicio, producto de desequilibrios musculares.
Nunca hay que olvidarse de que el dolor es una de las formas que tiene el cuerpo
de decirnos que algo no está bien. Tendemos a considerar el dolor el problema en sí
mismo cuando en realidad el dolor es el aviso, la alarma, en definitiva, la
consecuencia de algo que va mal.
Respecto a las dorsalgias, hemos detectado que están habitualmente muy
relacionadas con tensiones diafragmáticas y rigidez en la cintura escapular. Al igual
que las cervicalgias, mejoran mucho si se consigue estabilizar el tronco y liberar la
tensión diafragmática.
Las cervicalgias se relacionan habitualmente con la sedestación prolongada.
Mejoran considerablemente al liberar y equilibrar la musculatura de la cintura
escapular, activar la musculatura profunda del tronco, y reforzar los músculos de la
espalda más solicitados en la sedestación.
En los Centros Pilar Domínguez tenemos la responsabilidad de reeducar y entrenar
a las personas hacia una conciencia postural que las ayude a aplicar sus
conocimientos al movimiento diario y a su mecánica postural, sea cual sea ésta y
estén sometidas a los cambios que sean. Como en el caso de las mujeres
embarazadas que deben someter su día a día a un nuevo planteamiento de peso,
fuerza, elasticidad y equilibrio. Con un cambio semejante, y sin la adecuada
formación, es natural que corran un alto riesgo de padecer dolencias que se
evitarían con pautas sencillas de aplicar a la vida diaria.
® Centro Pilar Domínguez
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