1. NEUROSUGERENCIA 8:
Proceso educativo – Evaluación y tipos
¿PARA QUÉ SIRVE LA EVALUACIÓN?
Entre las innumerables definiciones de “Evaluación”, tomaremos la de Manuel
Fermín, quien dice:
Los tipos de Evaluación son:
Un educador o líder resonante evalúa de manera formativa.
La Evaluación Formativa es:
- Procesual: es parte del proceso de aprendizaje.
- Continua: se debe lleva a cabo con cierta regularidad en base a los
objetivos planteados.
- Autorreferencial: nos permite conocer cuánto avanzó el educando
desde su conocimiento anterior. No compara con la media. No genera
competencia. Está relacionada con los logros del estudiante.
2. Podríamos decir que la Evaluación Formativa es una estrategia pedagógica
que es útil tanto a alumnos como a docentes para:
3. Como ya lo hemos mencionado, cada alumno tiene su propio estilo de
aprendizaje, lo que significa que, si a todos los evaluamos de la misma
forma, estaremos beneficiando a algunos y desfavoreciendo a otros.
Es real que la burocracia administrativa escolar nos exige ciertas pautas que
cumplir relacionadas con la Evaluación Sumativa, o sea tomar exámenes
formales para lograr la promoción, pero todos sabemos que la evaluación
formativa, permanente e informal es parte del proceso de aprendizaje y es
la que realmente nos reporta los logros de los alumnos.
De colega a colega, te invito a cumplir las formalidades pero a buscar lo mejor
para tus aprendices. Y en el aula, ¡Tú eres el Líder!
¿Por qué no proponerles a nuestros alumnos diferentes tipos de
evaluaciones para que puedan elegir ser evaluados con las que se
sientan más cómodos? A continuación, te ofrezco una lista de posibilidades.
Obviamente, cualquiera sea la actividad elegida, el alumno deberá demostrar
los contenidos adquiridos y es parte de nuestra función incentivarlo a
elegir distintas actividades en distintas ocasiones.
NEUROSUGERENCIA 9:
Proceso educativo – Feedback resonante
4. RETROALIMENTACIÓN RESONANTE - ¡LLEGÓ EL MOMENTO DE LA
DEVOLUCIÓN!
Todo comportamiento es comunicación y la “devolución” a dicha comunicación,
ya sea verbal o no verbal, la llamaremos retroalimentación.
Ahora bien, en nuestro contexto profesional llamamos retroalimentación a todo
comentario, información, crítica o apreciación dada por un profesional
de la educación a otro colega, alumno, paciente, padre o miembro del
equipo, basado en un acto observado y que tenga por objeto hacer algún
tipo de evaluación sobre ese acto, ya sea para mantenerlo o modificarlo.
La “devolución” permite:
- Apoyar el desempeño.
- Promover la autoestima y la automotivación.
- Acortar la brecha entre el desempeño actual y el deseado.
- Dar un diagnóstico para determinar si será conveniente: Mantener,
Incorporar, Modificar u Omitir una determinada conducta.
Para que la retroalimentación sea cerebro- compatible y no produzca otras
reacciones emocionales (como la agresión, posturas de superioridad o de
sumisión) debemos tener en cuenta ciertas pautas.
A los fines de recordar las características que debe tener una devolución
apropiada y eficaz, he creado otra herramienta mental, en este caso, un
acrónimo.
5. P- PROPÓSITO
Antes de aventurarnos a retroalimentar (hacer una devolución), tenemos que
preguntarnos acerca de su propósito. “¿Para qué queremos dar esta
devolución?”. Evitemos el “¿Por qué?”, ya que, si no lo hacemos, basaremos
nuestra devolución en sentimientos disfuncionales tales como la culpa, el
malestar o la desilusión. El “para qué” apunta al futuro, a un objetivo
prometedor. Si en la respuesta del “para qué” no está implícito un cambio
beneficioso para todos los implicados, la retroalimentación es una crítica sin
razón de ser.
R- RESPONSABILIDAD
Debemos asumir la responsabilidad de lo que decimos en una devolución y
para que esta responsabilidad tenga un fundamento, es conveniente basarnos
en ejemplos y evidencias de lo que decimos.
E- ESPECÍFICO
Si dijéramos a alguien: “Siempre llegas tarde”, estaríamos faltando a la verdad
y generando reacciones emocionales de parte del interlocutor. Si en cambio
dijéramos: “El martes y el jueves pasado llegaste a las 9:30 en lugar de llegar a
las 9:00”, estaríamos dando una retroalimentación específica, precisa, con
evidencias y, por lo tanto, comprobable.
C- CARA A CARA
Toda retroalimentación profesional debe ser comunicada personalmente,
cara o cara, de modo de permitir valorar tanto la comunicación verbal como
la no verbal.
I- INMEDIATO
Si realmente queremos lograr un cambio, la otra persona tiene el derecho de
saber cuál es el cambio que esperamos de ella, lo antes posible.
6. S- SANDWICH
Debemos empezar y terminar de la misma manera. Estos son los pasos en
que se desarrolla una retroalimentación resonante:
a- Comenzar con una actitud positiva y amable.
b- Indagar. Antes de hablar sobre el tema en cuestión, preguntar sobre la
situación en sí. A veces en este punto, nos podemos dar cuenta que no es
necesario continuar con la devolución. Me ha pasado que quise dar una
retroalimentación a distintos docentes acerca de un episodio que había
observado en forma casual. Al interrogarlos sobre lo sucedido, me
aportaron datos que me hicieron comprender que las decisiones que
habían tomado eran las mejores opciones disponibles en ese momento,
por lo que mi comentario ya carecía de propósito.
En caso de que se crea conveniente continuar con la devolución, se avanza
al siguiente paso.
c- Reflexionar sobre las consecuencias que trajo o podría traer el acto en
cuestión.
d- Planificar juntos que pasos deberíamos seguir para lograr un cambio
favorable para todas las partes.
e- Dar un mensaje de confianza. “Creo en ti. Sé que lo puedes lograr”.
f- Finalizar con una actitud positiva y amable (empezamos y terminamos
de la misma manera).
I- INTERACCIÓN
7. Recordar que la retroalimentación no es un monólogo sino un diálogo. En esto
debemos ser implacables, y tener una posición de escucha activa.
O- OBJETIVIDAD
Ser objetivos en cuanto a lo que nos referimos. Hablar sobre un
comportamiento observado, sobre la situación específica y no sobre la identidad
de la otra persona. Es muy distinto decir “eres muy lerdo” que decir “considero
que lo podrías haber hecho más rápido”. No confundir comportamiento con
identidad.
N- NO VERBAL
Esta característica está relacionada con la comunicación “cara a cara”.
Recordemos que según el antropólogo Chris Knight, el 93% del mensaje
emocional es transmitido por la comunicación no verbal. Observemos al
otro para “saber escuchar” lo que nos quiere decir más allá de sus palabras
y cuidemos ser coherentes con nuestra comunicación verbal y no verbal. Si no lo
somos, caeremos con mucha facilidad en el sarcasmo. Prueba decir “¡Qué
bonito!” observando la dulce cara de un bebé y prueba decirlo cuando observas
la picardía de un adulto. ¿Notas tú la diferencia?
NEUROSUGERENCIA 10:
Actividades metacognitivas
La metacognición es el proceso de “conocer cómo conocemos”. Dicho proceso
permite que el educando tome conocimiento de su propia cognición y pueda
regular y controlar las actividades para lograr su propio aprendizaje.
Podemos dividir el proceso de Metacognición en cuatro etapas:
1 - Concientización de la tarea o de lo que queremos aprender.
2 - Planificación de la tarea.
8. 3 - Monitoreo de la tarea.
4 - Evaluación de la tarea.
El lograr realizar una buena actividad metacognitiva, implica utilizar muchas
funciones ejecutivas. Una excelente forma para contribuir a que tus alumnos
desarrollen estas competencias es presentarles un cuestionario
metacognitivo que acompañe cada etapa del proceso de aprendizaje. A
continuación, te propongo un cuestionario básico que se puede adaptar según la
edad de los educandos.
CONCIENTIZACIÓN
• ¿Qué tengo que estudiar/hacer? ¿Cuál es el objetivo? ¿Cómo voy a abordarlo?
PLANIFICACIÓN
• ¿Qué tengo que estudiar/hacer? ¿Cuándo lo voy a hacer? ¿Dónde? ¿Con quién?
¿Con qué elementos?
• ¿Qué información necesito?
• ¿Qué dificultades podrían surgir mientras estoy procesando la información, y
cómo podría manejarlas?
• ¿Qué estrategias pueden ayudarme?
• ¿Qué recursos internos (tiempo, creatividad, organización, etc.) y externos
(material, libros, etc.) necesito?
• ¿Cuánto tiempo necesito para comprender, analizar y sintetizar lo que estoy
leyendo?
• ¿Qué puedo hacer en un orden particular, y qué puedo hacer en cualquier
momento?
• ¿Dónde puedo buscar más información en caso de que la necesite?
• ¿Quién podría ayudarme en caso de que lo necesite?
MONITOREO
• ¿Está funcionando lo que estoy haciendo? ¿Qué estoy aprendiendo?
• ¿Qué no entiendo?
9. • ¿Cómo podría hacer esto de manera diferente?
• ¿Debo empezar de nuevo?
• ¿En qué puedo cambiar mi manera de trabajar para ser más efectivo?
• ¿Qué puedo controlar/cambiar de mi ambiente de estudio?
• ¿Qué puedo hacer para aprender más y mejor?
• ¿Es esta la mejor manera de hacer la activdad?
EVALUACIÓN
• ¿Qué aprendí?
• ¿Qué disfruté más? ¿Qué disfruté menos? ¿Por qué? ¿Qué puedo hacer para
disfrutarlo más?
• ¿Entendí todo? ¿Qué no entendí? ¿Qué hice con lo que no entendí?
• ¿Qué recursos necesité? ¿Los tenía o los tuve que buscar? ¿Los encontré?
• ¿Realicé las cosas en el tiempo esperado? ¿Por qué (no)?
• ¿Qué puedo mejorar?
Otra excelente técnica que empleo para contribuir a que mis estudiantes
practiquen la metacoginición es el método 3,2,1. ¿En qué consiste este
método? Un rato antes de finalizar la clase, les solicitamos que escriban o digan:
- Tres cosas que aprendieron.
- Dos cosas que le parecieron importantes.
- Una pregunta que harían sobre el tema visto.
Considero que las actividades metacognitivas deben estar presentes en todas las
clases. Son fundamentales para que los estudiantes reflexionen sobre su propia
forma de comprender y conocer y se conviertan en aprendices
estratégicos.
10. A modo de Epílogo quiero cerrar este Learny con el siguiente pensamiento: