Las organizaciones tradicionales se enfrentaban a entornos más estables y predecibles, con necesidades más básicas y problemas de gestión más sencillos. Estas organizaciones tenían una estructura jerárquica y burocrática con comunicación controlada. Por el contrario, las organizaciones actuales deben lidiar con entornos más complejos, dinámicos y globalizados, requiriendo aprendizaje continuo, innovación y estrategias para abordar problemas intangibles. Estas organizaciones tienen una estructura más flexible con énfasis en el pensamiento estratég