SISTEMA OBLIGATORIO GARANTIA DE LA CALIDAD EN SALUD SOGCS.pdf
Micotoxinas en Alimentacion Animal. Evaluacion de incidencias y efectos.
1. Por: Juan Alcázar Triviño
Veterinario. Inzar, S.L.
Micotoxinas
en Alimentación Animal
Evaluación de
incidencias y efectos
M
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2. La presencia de micotoxinas en materias primas, forrajes y piensos tiene graves
repercusiones tanto para la salud y productividad de los animales como para la
calidad y seguridad de los productos de origen animal. El sector de Alimentación
Animal debe trabajar de manera conjunta para identificar las micotoxinas y
materias primas que pueden suponer un peligro en función del tipo animal
(especie, raza, edad, etc.), fijar niveles máximos aceptables, así como establecer los
procedimientos y frecuencia para su muestreo y análisis.
ALIMENTACION ANIMAL ~ CONTAMINANTES
ICOTOXINAS.
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN
Son peligros de naturaleza química,
clasificados como contaminantes am-
bientales, y en la actualidad se cono-
cen unas 500 micotoxinas distintas.
La gestión de estos contaminantes se
basa en el principio ALARA (as low as
is reasonably achievable), o tan bajo
como sea razonablemente posible.
Son compuestos que cuentan con gran
estabilidad frente a cambios de pH y
temperatura, por lo que la aplicación
de tratamientos de descontaminación
resulta compleja, costosa y en muchos
casos ineficaz.
Para que exista contaminación por mi-
cotoxinas es indispensable la previa
contaminación fúngica y la producción
de las mismas por parte de los hongos
(cepas toxígenas). Los principales gé-
neros implicados son Aspergillus, Fu-
sarium y Penicillium, aunque también
puede aparecer Claviceps, Alternaria,
Cladosporum, Deschlera, Manascus y
Stachybotrys entre otros muchos.
En la presencia de micotoxinas in-
fluyen de manera directa los factores
agronómicos y climáticos, así como la
aplicación de prácticas correctas de hi-
giene durante manipulación y almace-
namiento de materias primas, forrajes y
piensos (Tabla 1), por ello es fundamen-
tal conocer la biología y requerimientos
ambientales para la supervivencia de
los hongos y producción de micotoxi-
nas (temperatura, humedad, actividad
de agua, composición de nutrientes del
medio, etc.) para reducir la probabilidad
de contaminación y para optimizar el
diseño e implantación de medidas pre-
ventivas. Es un error relacionar de ma-
nera directa la presencia o ausencia de
hongos con la presencia o ausencia de
micotoxinas, ya que podemos encon-
trar muestras que presenten contami-
nación fúngica pero donde no se hayan
producido micotoxinas, y muestras sin
contaminación fúngica, por haber sufri-
do un tratamiento que los elimine, pero
donde aparezcan micotoxinas.
Algunos de los factores considerados de
riesgo en la presencia de micotoxinas
son % granos rotos, presencia de insec-
tos y cuerpos extraños, olores anorma-
les, y valores de humedad por encima
de lo establecido (normalmente 14-15%).
M Las micotoxinas
cuentan con
gran estabilidad
frente a pH y
temperatura, por
lo que la aplicación
de tratamientos de
descontaminación
resulta compleja,
costosa y en
muchos casos
ineficaz
Aflatoxinas Tricotecenos Fumonisinas Zearalenona Ocratoxina Ergot Otras
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REGIÓN GEOGRÁFICA AFLA ZEA1 DON FB1 OTA
América del Norte 8 271 1947 902 1
América central y del Sur 2-3 0-111 51-237 1030-3121 0-9
Europa 0-3 3-37 88-968 925-3052 0-9
Asia 8-90 32-219 61-691 380-797 1-15
Oceanía 1 50 94 109 1
África 42 25 745 855 6
Tabla 1.
Niveles de contaminación de materias primas y piensos (en ppb). Marquardt et al. (2015).
Figura 1.
Clasificación de las principales micotoxinas
3. ALIMENTACION ANIMAL ~ CONTAMINANTES
Otro parámetro que se está utilizando
como factor de riesgo es el Peso Espe-
cífico en relación a Materia Seca (PEMS),
sobre todo en maíz y en relación a algu-
nas micotoxinas (DON y ZEA).
Una de las primeras clasificaciones
de micotoxinas se basaba en hon-
go productor y etapa de producción
(pre-cosecha y post-cosecha) y de su
estructura química. Actualmente la cla-
sificación más aceptada (Figura 1) es la
basada en el hongo productor y estruc-
tura química.
MICOTOXINAS Y MICOTOXICOSIS
EN EL SECTOR DE
ALIMENTACIÓN ANIMAL
El peligro de micotoxinas afecta a to-
dos los eslabones de la cadena de
producción de alimentos (agricultores,
intermediarios, ganaderos). Lamenta-
blemente, en la mayoría de ocasiones,
la gestión del problema se limita a tras-
ladar la responsabilidad al eslabón an-
terior o posterior. En cualquier caso, el
punto más débil lo representa el sector
de alimentación animal y ganadería,
por asumir un riesgo directo de pérdida
de salud de los animales, rentabilidad
productiva y/o seguridad de sus pro-
ductos, ya que este suele ser el destino
final de las materias primas (cereales,
oleaginosas, subproductos, etc.) no ap-
tas para consumo humano.
Las micotoxinas pueden entrar en el
organismo a través de ingestión, inha-
lación y contacto cutáneo, y el efec-
to orgánico patológico que producen
(principalmente lesiones estructurales,
alteraciones inmunitarias, metabólicas
y endocrinas, tanto clínicas como sub-
clínicas) se denomina micotoxicosis.
Dada la variabilidad química y estruc-
tural, las micotoxinas afectan a todas
las especies y a la mayoría de aparatos
y sistemas orgánicos, principalmente,
inmunitario, digestivo, reproductor, res-
piratorio y nervioso. A nivel digestivo,
afecta a la permeabilidad e integridad
de la mucosa intestinal (reducción de
absorción de nutrientes y alteración
de digestión), provocando prolifera-
ción de microorganismos patógenos
y su entrada al torrente sanguíneo así
como un gran desgaste inmunitario, al
ser una zona con elevada presencia de
tejido linfoide, a lo que debemos añadir
que la circulación entero-hepática per-
mite una perpetuación y potenciación
de estos efectos tóxicos tanto a nivel
hepático como intestinal. En cualquier
caso, el diagnóstico clínico no suele ser
ni especifico ni rápido, ya que se da por
el efecto acumulativo, debido a la con-
taminación a bajas dosis, de múltiples
micotoxinas y durante largo tiempo.
VIGILANCIA, CONTROL Y
PREVENCIÓN
Debe realizarse mediante la integra-
ción en el Sistema APPCC. El correc-
to diseño e implantación del sistema
APPCC es indispensable para generar
información propia y útil que nos per-
mita evaluar la eficacia y rentabilidad
de los métodos de vigilancia y las ac-
ciones destinadas al control y preven-
ción (Figura 2).
Debido a la complejidad química y con-
centraciones presentes, es difícil cono-
cer con un 100% de fiabilidad el valor
exacto de micotoxinas de un lote de
producto, siendo esencial desarrollar y
aplicar procedimientos que nos permi-
tan minimizar los errores de estimación
y aumentar la fiabilidad de los planes
de vigilancia y control. El mayor desafío
consiste en obtener muestras repre-
sentativas de lotes de gran tamaño con
una distribución heterogénea del anali-
to (hot spots o puntos calientes).
Para ello, se recomienda el muestreo
dinámico frente al estático, y cuanto
mayor número de submuestras com-
pongan la muestra total, más validez
tendrá el resultado obtenido, siendo al-
gunos de los manuales más utilizados a
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Figura 2.
Integración en Sistema APPCC
4. ALIMENTACION ANIMAL ~ CONTAMINANTES
nivel internacional ISO 24.333 y GAFTA
124. En relación a los métodos analíti-
cos, cada vez se utilizan más como sis-
tema inicial de control los basados en
técnicas ELISA, de carácter semicuan-
titativo, aunque se recomienda comple-
tar esta vigilancia mediante métodos
más precisos basados en HPLC, siendo
recomendable elegir siempre laborato-
rios especializados, y que cuenten con
ISO 17.025. Un factor de confusión a la
hora de fijar el método de análisis e in-
terpretar resultados es la presencia de
micotoxinas enmascaradas, que son
micotoxinas que son detoxificadas por
las plantas mediante el mecanismo de
glucosilación, pudiendo no detectarse
con métodos analíticos convencionales,
pero que una vez entran en el tracto di-
gestivo recuperan su capacidad toxica.
Actualmente existen una serie de refe-
rencias legislativas básicas de obligada
aplicación para el sector de alimenta-
ción animal, relativas al control oficial,
muestreo y análisis y niveles máximos,
cuyo objetivo es garantizar la calidad y
seguridad de las materias primas, de los
piensos (Tabla 2).
Aunque las recomendaciones y nive-
les máximos de micotoxinas estable-
cidos se expresan en ppm o ppb en
materias primas y piensos, existe una
tendencia creciente a expresar el nivel
de exposición en relación al peso vivo
del animal (ug/kg pv) y/o la ingestión
total durante un determinado periodo
de tiempo, ya que representa una va-
loración más exacta de la exposición
real. También, dado que lo más fre-
cuente es encontrar una contamina-
ción con más de una micotoxina, se
están desarrollando indicadores que
tengan en cuenta esta presencia múlti-
ple. Este concepto, denominado como
“Riesgo Tóxico Equivalente”, surge de
valorar la disminución de la resistencia
orgánica en situaciones de exposición
simultánea a múltiples tóxicos y del
efecto aditivo y/o sinérgico que entre
distintas micotoxinas presentes, origi-
nando la aparición de cuadros clínicos
aunque no se superen los niveles con-
siderados de riesgo para una micotoxi-
na en concreto.
DESCRIPCIÓN REFERENCIAS LEGISLATIVAS
Valores máximos permitidos
y/o recomendados de
micotoxinas en alimentos
para consumo humano,
materias primas y piensos
Directiva 2002/32/EC del Parlamento y del Consejo de 7 de Mayo de
2002 sobre sustancias indeseables en alimentación animal.
Reglamento 1881/2006 de la Comisión, de 19 de diciembre de 2006, por
el que se fija el contenido máximo de determinados contaminantes en los
productos alimenticios.
Recomendación 2006/576/CE de la Comisión el 17 de agosto de 2006
sobre la presencia de deoxinivalenol, zearalenona, ocratoxina A, T-2 y
HT-2 y fumonisinas en productos destinados a alimentación animal.
Tabla 2.
Referencias legislativas aplicables en materia de micotoxinas en Alimentación Animal
5. ALIMENTACION ANIMAL ~ CONTAMINANTES
Para poder realizar una evaluación de la
exposición real así como para verificar
la eficacia de las medidas preventivas
o de control implantadas, cada vez se
da más importancia a la determinación
de micotoxinas en matrices animales
(orina, bilis, saliva, heces, musculo, etc.).
Este sistema de vigilancia presenta la
ventaja de la representatividad de la
muestra y homogeneidad de la matriz,
aunque cuenta con el inconveniente del
número de metabolitos posibles que
deben determinarse para realizar una
correcta estimación de la exposición.
También se están utilizando técnicas de
bioquímica sanguínea e histopatología
para evaluar el daño y/o recuperación
en determinados órganos (hígado, ri-
ñón, etc.), así como la citometría de flu-
jo (linfocitos T, neutrófilos y monocitos),
para evaluar el efecto sobre el sistema
inmune.
En caso de la aparición de alertas re-
lacionadas con micotoxinas, es indis-
pensable contar con procedimientos
detallados, relativos a la toma de mues-
tras, métodos analíticos y laboratorios
responsables del análisis que permitan:
- Asegurar un elevado grado de pro-
tección de la salud e intereses de los
consumidores.
- No poner en riesgo los intereses
económicos y sociales del sector de
alimentación animal.
- Evitar crear alarmas sociales inne-
cesarias.
- Evitar pérdidas económicas injusti-
ficadas.
Aunque en la actualidad son pocas las
micotoxinas que cuentan con especifi-
caciones concretas en relación a límites
máximos permitidos y/o recomenda-
ciones, la Autoridad Europea de Segu-
ridad Alimentaria (EFSA), tiene abier-
tas varias líneas de investigación para
cuantificar la presencia de micotoxinas
en alimentación humana y animal, rea-
lizando estudios que permitan validar
métodos de determinación y estimar
los niveles de exposición y posibles
efectos tóxicos. Algunas de estas mico-
toxinas son:
- T2- TH2.
- Toxinas de Alternaria spp.
- Beauvericina.
- Moniliformina.
- Diacetoxicirpenol.
- Nivalenol.
- Citrinina.
- Sterigmatocistina.
- Fomopsinas.
En relación al control, dada la dificultad
para la descontaminación, las estrate-
gias más utilizadas hasta ahora han sido
destinar los alimentos más contamina-
dos a animales o especies menos sen-
sibles y la utilización de adsorbentes
de micotoxinas. En la actualidad, estos
adsorbentes se pueden complementar
con herramientas que favorecen la de-
gradación, enzimática (lactona hidrola-
sa, carboxiesterasa) o microbiológica de
las micotoxinas, con principios activos
destinados a la protección de órganos
más afectados (hígado) y apoyo a sis-
temas de detoxificación (vitaminas y
antioxidantes).
BIBLIOGRAFÍA
Queda a disposición del lector
interesado en el correo electrónico:
redaccion@editorialagricola.com
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A modo de
conclusión
Las micotoxinas son el peligro de
mayor complejidad y gravedad
al que se enfrenta el sector de
alimentación animal debido a su
alta probabilidad de aparición,
efecto directo sobre salud y pro-
ductividad de animales y seguri-
dad de los productos de origen
animal, a lo que debemos sumar
de descontaminación.
Solo mediante el diseño y aplica-
-
cia, control y prevención basados
en sólidos principios técnicos,
se puede obtener información
relevante en relación a la utilidad
y rentabilidad de las distintas
medidas correctivas y preventivas
implantadas.
El uso de adsorbentes de mico-
toxinas es una estrategia com-
plementaria al sistema APPCC, al
evitar que el animal incorpore a su
organismo las micotoxinas y que
aparezcan sus efectos tóxicos.
Los requisitos para la utilización
de los mismos deberían ser al
menos, que no interactúen o lo
hagan mínimamente con otros
nutrientes (vitaminas, minerales,
etc.) o principios activos (medica-
ciones), total garantía del control
-
cia probada (mediante estudios
in vitro e in vivo) y el mayor rango
de actividad posible (frente a
diversas familias de micotoxinas),
siempre utilizando el tipo y dosis
más adecuada en función de los
niveles de contaminación esti-
mados (tipo y concentración de
micotoxina/s presente).
En la presencia
de micotoxinas
influyen factores
agronómicos y
climáticos, así
como la aplicación
de prácticas
correctas de
higiene durante
manipulación y
almacenamiento
de materias
primas, forrajes
y piensos