2. Ya que la alimentación constituye un hecho tanto
biológico como social, se han extendido en nuestra
sociedad una serie de creencias y opiniones , que se han
transmitido por el boca a boca a través de generaciones,
o bien por varias vías de información.
Sin embargo en la actualidad, y gracias a la base
científica de la que disponemos, es posible desmontar
esas creencias, a veces muy arraigadas, recurriendo a las
opiniones y consejos de verdaderos profesionales de la
nutrición y la salud.
3. Hay alimentos que adelgazan
FALSO: Todo alimento aporta calorías, el principal
condicionante es la ingesta de las misma. Por tanto lo
determinante es la dieta total, no hay un alimento concreto,
ningún alimento hacer perder un gramo. Hay que encontrar el
equilibrio entre la ingesta y el gasto energético.
La fruta después de la comida engorda
FALSO: La fruta tiene las mismas calorías, no engorda porque
se tome en un determinado orden, sino porque la cantidad de
calorías ingeridas supere las necesidades del individuo. Lo que
sí es cierto es que la fruta tiene un alto contenido en fibra, lo
que provoca una sensación de saciedad. En determinadas
dietas de adelgazamiento lo aconsejan porque se tiene menos
apetito en los platos siguientes. Una dieta equilibrada debe
incluir el consumo de al menos tres piezas al día de fruta, ya
que son una fuente importante de vitaminas y minerales.
4. Los alimentos light adelgazan
FALSO: Los alimentos light son aquellos a los que se les
ha reducido o eliminado alguno de sus componentes
calóricos, pero eso no significa que sirvan para adelgazar.
En todo caso, que engordan menos, por así decirlo, que el
mismo alimento no light.
Los productos integrales tienen menos calorías
FALSO: Suelen contener cantidades muy similares al
producto no integral, lo que realmente les diferencia es
que los productos integrales poseen una cantidad mayor
en fibra. Un ejemplo, tanto el pan blanco como el integral
aportan las mismas calorías. La ventaja radica en que la
fibra mejora el tránsito intestinal y tiene un poder
saciante sobre el apetito.
5. Es necesario tomar suplementos vitamínicos.
FALSO: Normalmente es suficiente la cantidad de
vitaminas y minerales que se aportan a través de una
dieta variada y equilibrada. No hay evidencias científicas
de que el aporte de vitaminas en personas sanas mejoren
el cansancio, el apetito, etcétera. Si no existe una
deficiencia clara, un suplemento de vitaminas sin
necesidad no tiene efectos positivos. Se recomienda el
consumo de suplementos sólo bajo prescripción médica.
6. Los alimentos frescos son más nutritivos que los
congelados
FALSO: El frío de la nevera o el congelador mantiene las
cualidades de los alimentos sin alteración, por lo que un
pescado o una carne congelada no te va a aportar menos
nutrientes que si los comieras frescos.
Saltarse una comida adelgaza
FALSO: Es un mal hábito. Los especialistas recomiendan
realizar cinco comidas al día, de esta manera controlamos
nuestro sistema hambre-saciedad, ya que al repartir la
ingesta en varias tomas al día no llegamos a la siguiente
comida con un hambre excesivo que nos haría comer de
más.
7. Mezclar hidratos de carbono y proteínas engorda
FALSO: Es el fundamento de muchas dietas llamadas
disociadas, pero no tiene ninguna base científica. Es muy difícil
separar los alimentos en función de los nutrientes que
aportan, ya que cada alimento es una mezcla de nutrientes.
Los alimentos que llevan grasas vegetales son más sanos
FALSO: Puede dar lugar a confusión, ya que se puede entender
que contiene aceites de oliva o girasol, y de donde provienen
es del aceite de coco y de palma, que suelen aumentar más el
colesterol en sangre.
8. Mi metabolismo es muy bajo y por eso engordo
FALSO: Las calorías que necesita una persona sana van en
función de la edad, peso y talla, lo que se denomina
metabolismo basal; por eso cuanto mayor sea su peso
mayor será su metabolismo. Es la masa muscular la que
se encarga de quemar calorías, por ello se recomienda
realizar ejercicio físico.
Mi exceso de peso es por la retención de líquidos
FALSO: Científicamente, tanto el sobrepeso como la
obesidad se caracterizan por un exceso de grasa corporal,
y no de líquidos. Por eso se aconseja no usar
indiscriminadamente diuréticos sin el control de un
especialista, ya que puede ser perjudicial para la salud.