El documento propone usar tecnologías como teléfonos móviles y cámaras digitales para que los estudiantes capturen fotos de su comunidad y barrio desde su propia perspectiva. Luego, las fotos se compartirían y discutirían en clase para que los estudiantes desarrollen una visión más crítica de su entorno, en lugar de hacer excursiones a lugares lejanos. El objetivo es promover una educación sobre el patrimonio local y los desafíos de la propia comunidad de los estudiantes.