Este documento presenta un poema de Juan de Mena titulado "Razonamiento que hace Juan de Mena con la Muerte". En el poema, la Muerte describe sus "manjares" como tristezas, pesares y llantos. Luego explica que aquellos que son sus "convidados" yacen bajo tierra desnudos y pobres, y que ni la riqueza ni los logros en la vida tienen valor después de la muerte. A lo largo del poema, la Muerte enumera a varias figuras históricas a las que ha der
3. 3
POETAS DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XV
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
Nació en Córdoba en 1411. A los veintitrés años
se trasladó a estudiar a Salamanca. Tras una
estancia en Roma, donde se familiarizó con los
escritores italianos y los clásicos latinos, volvió
a España como secretario de cartas latinas y
cronista de Juan II.
A diferencia de Santillana o Manrique, Juan de
Mena fue un puro «hombre de letras»,
dedicado por entero a la lectura, al estudio y a
su obra.
Era de carácter orgulloso, retraído y pesimista;
compartió con otros hombres de su tiempo una
visión amarga del mundo.
4. 4
POETAS DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XV
La complicación, la oscuridad, el
artificio, el lenguaje latinizante y la
abundante erudición son las
características más sobresalientes de
sus obras.
Cultivó como Santillana la poesía
trovadoresca, la moral y la alegórica.
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
6. 6
POETAS DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XV
LA POESÍA TROVADORESCA: LAS CANCIONES
1. Porque: para que.
2. Déte Dios: Te dé Dios…
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
Porque1 más sin duda creas
mi gran pena dolorida,
déte2 Dios tan triste vida
que ames y nunca seas
amada ni bien querida.
Y con esta vida tal
pienso bien que creerás
el tormento desigual
que sin merecer me das.
Pues que muerte me deseas
sin tenerla merecida,
déte Dios tan triste vida
que ames y siempre seas
desamada y malquerida.
7. 7
POETAS DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XV
LA POESÍA TROVADORESCA: LAS CANCIONES
Las canciones trovadorescas
responden al esquema:
estribillo, mudanza, y vuelta
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
Porque más sin duda creas
mi gran pena dolorida,
déte Dios tan triste vida
que ames y nunca seas
amada ni bien querida.
Y con esta vida tal
pienso bien que creerás
el tormento desigual
que sin merecer me das.
Pues que muerte me deseas
sin tenerla merecida,
déte Dios tan triste vida
que ames y siempre seas
desamada y malquerida.
Estribillo
Mudanza
Vuelta con
represa
Aquí, la vuelta repite
parcialmente las palabras del
estribillo con sus mismas
rimas. Se llamaba entonces
represa.
8. 8
POETAS DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XV
LA POESÍA TROVADORESCA: LAS CANCIONES
Junto a tópicos del «amor cortés»,
destacan algunas notas personales:
introspección, pesimismo, amargura y
cierto intelectualismo que se
manifiesta en un estilo muy
conceptista.
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
Porque más sin duda creas
mi gran pena dolorida,
déte Dios tan triste vida
que ames y nunca seas
amada ni bien querida.
Y con esta vida tal
pienso bien que creerás
el tormento desigual
que sin merecer me das.
Pues que muerte me deseas
sin tenerla merecida,
déte Dios tan triste vida
que ames y siempre seas
desamada y malquerida.
El tema de este poema es el
sufrimiento ante el amor no
correspondido, pero es original su
reacción deseando a la dama un
sufrimiento semejante al suyo.
9. 9
POETAS DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XV
LA POESÍA TROVADORESCA: LAS CANCIONES
El sufrimiento del poeta está marcado por las
hipérboles del dolor:
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
Porque más sin duda creas
mi gran pena dolorida,
déte Dios tan triste vida
que ames y nunca seas
amada ni bien querida.
Y con esta vida tal
pienso bien que creerás
el tormento desigual
que sin merecer me das.
Pues que muerte me deseas
sin tenerla merecida,
déte Dios tan triste vida
que ames y siempre seas
desamada y malquerida.
«mi gran pena dolorida» donde la palabra
pena que ya conlleva la idea del dolor es
acrecentada con el adjetivo «dolorida» y
«gran».
«el tormento desigual» : en este caso el
adjetivo «desigual» significa ‘arduo, grande,
dificultoso`.
«Pues que muerte me deseas» : la
equiparación del dolor del poeta con la muerte
es una hipérbole propia del amor cortés.
10. 10
POETAS DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XV
LA POESÍA TROVADORESCA: LAS CANCIONES
El duro reproche a la amada se muestra a través
de una intensa aliteración (repetición de sonidos
semejantes) en el verso 3:
«déte Dios tan triste vida».
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
Porque más sin duda creas
mi gran pena dolorida,
déte Dios tan triste vida
que ames y nunca seas
amada ni bien querida.
Y con esta vida tal
pienso bien que creerás
el tormento desigual
que sin merecer me das.
Pues que muerte me deseas
sin tenerla merecida,
déte Dios tan triste vida
que ames y siempre seas
desamada y malquerida.
Enfatiza la condena el encabalgamiento (la frase
no termina con el verso) y la asonancia de los
versos 4 y 5:
«que ames y nunca seas
amada ni bien querida.»
11. 11
POETAS DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XV
LA POESÍA TROVADORESCA: LAS CANCIONES
En la copla central el poeta explica la razón de su
duro ataque, retomando el concepto expresado
en el hipérbaton (alteración del orden normal de
las palabras en la oración) del primer verso
(«Porque más sin duda creas») a través de la
referencia fónica sugerida por la políptoton de los
versos 1,7: «creas»/ «creerás». Solo viviendo la
misma «vida» la amada podrá entender el
«tormento desigual» del poeta.
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
Porque más sin duda creas
mi gran pena dolorida,
déte Dios tan triste vida
que ames y nunca seas
amada ni bien querida.
Y con esta vida tal
pienso bien que creerás
el tormento desigual
que sin merecer me das.
Pues que muerte me deseas
sin tenerla merecida,
déte Dios tan triste vida
que ames y siempre seas
desamada y malquerida.
12. 12
POETAS DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XV
LA POESÍA TROVADORESCA: LAS CANCIONES
En la última estrofa, enlazada a la anterior por el
juego fónico de la políptoton y la aliteración de la
m de los versos 9-11:
«que sin merecer me das/
pues que muerte me deseas/
sin tenerla merecida»
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
Porque más sin duda creas
mi gran pena dolorida,
déte Dios tan triste vida
que ames y nunca seas
amada ni bien querida.
Y con esta vida tal
pienso bien que creerás
el tormento desigual
que sin merecer me das.
Pues que muerte me deseas
sin tenerla merecida,
déte Dios tan triste vida
que ames y siempre seas
desamada y malquerida.
13. 13
POETAS DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XV
LA POESÍA TROVADORESCA: LAS CANCIONES
La repetición del estribillo en represa queda enriquecida por la variatio, ya que los
versos no se repiten de manera idéntica. De esta forma, se genera en los tres versos
finales un denso juego de repeticiones que recuerdan antitéticamente los últimos
versos de la copla inicial:
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
Pues que muerte me deseas
sin tenerla merecida,
déte Dios tan triste vida
que ames y siempre seas
desamada y malquerida.
Porque más sin duda creas
mi gran pena dolorida,
déte Dios tan triste vida
que ames y nunca seas
amada ni bien querida.
La oposición de los versos queda resaltada por la antítesis: «nunca»/ «siempre» y
«bien»/ «mal» y la paronomasia (se colocan juntas palabras de significante muy
parecido y significado diferente): «amada»/ «desamada»
15. 15
RAZONAMIENTO QUE HACE JUAN DE MENA CON LA MUERTE
«Muerte que a todos convidas1,
¿dime qué son tus manjares2?»
«Son tristezas y pesares,
llantos, voces doloridas:
en posadas mal guarnidas3
entran sordos, ciegos, mudos,
donde olvidan los sesudos
fueros, leyes y partidas4.»
[…]
«Los que son tus convidados5,
Muerte, ¿dime lo que hacen?»
«So6 la tierra dura yacen
para siempre sepultados,
desnudos todos, robados,
caídos son em pobreza;
no les vale la riqueza,
ni tesoros mal ganados.
[…]
1. Convidas: invitas
2. Manjares: comidas exquisitas.
3. Mal guarnidas: mal provistas, mal equipadas.
4. Partidas: leyes.
5. Convidados: invitados
6. So: bajo
«De todo cuanto ganaron
en aquesta7 vida estrecha,
no les vale ni aprovecha
salvo solo el bien que obraron;
que si tierra conquistaron,
o por fuerza o por maña,
cuanto de ellos hubo saña8
poco les aprovecharon.»
[…]
«Según esto, tú mataste
a Adán el nuestro padre,
pues a Eva nuestra madre,
Muerte, no le perdonaste;
Alixandre9derribaste
de la silla poderosa;
en la casa tenebrosa
al rey Dario10encarcelaste.
[…]
7. Aquesta: esta
8. Saña: furor, enojo ciego.
9. Alixandre: Alejandro Magno
10. El rey persa Darío, aquí por exigencia del ritmo
Dario.
16. 16
RAZONAMIENTO QUE HACE JUAN DE MENA CON LA MUERTE
«Si los griegos y troyanos,
Muerte, a todos venciste,
y tú sola dispusiste
los pontífices romanos,
de los príncipes cristianos
no perdonas a ninguno,
antes tomas uno a uno
cuanto puedes con tus manos.
[…]
«Padre Santo, emperadores,
cardenales, arzobispos,
patriarcas y obispos,
reyes, duques y señores,
los maestros y priores,
los sabios colegiales,
tú los haces ser iguales
con los simples labradores.
[…]
11. Nin: ni
12. Haberes: riquezas
13. Que no vaya en el conjunto
de los condenados.
No aprovechan los saberes,
ni las artes, ni las mañas,
ni proezas, nin11 hazañas,
grandes pompas, ni poderes,
grandes casas, nin haberes12,
pues que todo ha de quedar,
salvo el solo bien obrar,
Muerte, cuando tú vinieres.
[…]
Y Jesús glorificado,
que te dio tan gran poder
y te vino a obedecer
en la cruz crucificado,
me libre que, condenado,
yo no vaya en la partida13
cuando parta de esta vida,
mi mal mundo acabado.
Finida
Quien oyere mi tratado
a obrar bien se convida,
pues la Muerte non olvida
a ninguno, mal pecado.
17. 17
«Muerte que a todos convidas1,
¿dime qué son tus manjares2?»
«Son tristezas y pesares,
llantos, voces doloridas:
en posadas mal guarnidas3
entran sordos, ciegos, mudos,
donde olvidan los sesudos
fueros, leyes y partidas4.»
[…]
«Los que son tus convidados5,
Muerte, ¿dime lo que hacen?»
«So6 la tierra dura yacen
para siempre sepultados,
desnudos todos, robados,
caídos son em pobreza;
no les vale la riqueza,
ni tesoros mal ganados.
[…]
«De todo cuanto ganaron
en aquesta7 vida estrecha,
no les vale ni aprovecha
salvo solo el bien que obraron;
que si tierra conquistaron,
o por fuerza o por maña,
cuanto de ellos hubo saña8
poco les aprovecharon.»
[…]
«Según esto, tú mataste
a Adán el nuestro padre,
pues a Eva nuestra madre,
Muerte, no le perdonaste;
Alixandre9derribaste
de la silla poderosa;
en la casa tenebrosa
al rey Dario10encarcelaste.
[…]
«Si los griegos y troyanos,
Muerte, a todos venciste,
y tú sola dispusiste
los pontífices romanos,
de los príncipes cristianos
no perdonas a ninguno,
antes tomas uno a uno
cuanto puedes con tus manos.
[…]
«Padre Santo, emperadores,
cardenales, arzobispos,
patriarcas y obispos,
reyes, duques y señores,
los maestros y priores,
los sabios colegiales,
tú los haces ser iguales
con los simples labradores.
[…]
No aprovechan los saberes,
ni las artes, ni las mañas,
ni proezas, nin11 hazañas,
grandes pompas, ni poderes,
grandes casas, nin haberes12,
pues que todo ha de quedar,
salvo el solo bien obrar,
Muerte, cuando tú vinieres.
[…]
Y Jesús glorificado,
que te dio tan gran poder
y te vino a obedecer
en la cruz crucificado,
me libre que, condenado,
yo no vaya en la partida13
cuando parta de esta vida,
mi mal mundo acabado.
Finida
Quien oyere mi tratado
a obrar bien se convida,
pues la Muerte non olvida
a ninguno, mal pecado.
El poema es un excelente ejemplo de la
poesía moral del siglo XV. En este
Razonamiento que hizo con la muerte se ve
la terrible idea de la muerte y de la
caducidad de la vida que nos presenta el
poeta.
El tema y su tratamiento nos recuerda al
«Planto por Trotaconventos» del Libro de
Buen Amor del Arcipreste de Hita, a Jorge
Manrique y sus Coplas a la muerte de su
padre y a la Danza de la Muerte.
18. Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
18
«Si –los- grie-gos- y –tro-ya-nos,
Muer-te-, a- to-dos- ven-cis-te,
y –tú- so-la –dis-pu-sis-te
los- pon-t´-fi-ces- ro-ma-nos,
de –los- prín-ci-pes- cris-tia-nos
no- per-do-nas- a- nin-gu-no,
an-tes- to-mas –u-no a- u-no
cuan-to –pue-des- con- tus- ma-nos.
8 a
8 b
8 b
8 a
8 a
8 c
8 c
8 a
Métrica: la estrofa empleada es la
copla de arte menor. Formada por
ocho octosílabos repartidos en dos
grupos. La distribución de las rimas es
abba-acca, pero puede ser otra.
19. 19
RAZONAMIENTO QUE HACE JUAN DE MENA CON LA MUERTE
«Muerte que a todos convidas1,
¿dime qué son tus manjares2?»
«Son tristezas y pesares,
llantos, voces doloridas:
en posadas mal guarnidas3
entran sordos, ciegos, mudos,
donde olvidan los sesudos
fueros, leyes y partidas4.»
[…]
«Los que son tus convidados5,
Muerte, ¿dime lo que hacen?»
«So6 la tierra dura yacen
para siempre sepultados,
desnudos todos, robados,
caídos son en pobreza;
no les vale la riqueza,
ni tesoros mal ganados.
[…]
En la primera estrofa el poeta se dirige a la Muerte y le
pregunta en qué consiste. Para ello utiliza una
metáfora: la Muerte invita a todos a un banquete
donde se sirven manjares o productos deliciosos.
La Muerte contesta que sus «manjares» son terribles:
por un lado, los gritos y los llantos; por otro, la entrada
en las tumbas («las posadas mal guarnidas») donde se
entra habiendo perdido todos los sentidos («sordos,
ciegos, mudos») y habiéndolo olvidado todo.
En la segunda estrofa, y siguiendo la metáfora inicial, el
poeta pregunta a la Muerte por sus «convidados».
La respuesta de la Muerte también es terrible: morir
significa perder definitivamente todos los bienes
materiales.
20. 20
RAZONAMIENTO QUE HACE JUAN DE MENA CON LA MUERTE
«Muerte que a todos convidas1,
¿dime qué son tus manjares2?»
«Son tristezas y pesares,
llantos, voces doloridas:
en posadas mal guarnidas3
entran sordos, ciegos, mudos,
donde olvidan los sesudos
fueros, leyes y partidas4.»
[…]
«Los que son tus convidados5,
Muerte, ¿dime lo que hacen?»
«So6 la tierra dura yacen
para siempre sepultados,
desnudos todos, robados,
caídos son en pobreza;
no les vale la riqueza,
ni tesoros mal ganados.
[…]
Toda la imaginería terrible de la Muerte se sostiene en
una sucesión de adjetivos negativos: «doloridas»,
«sordos, ciegos, mudos»; «desnudos», «robados»,
«mal ganados».
Destaca en este sentido el uso del asíndeton (supresión
de conjunciones entre dos o más elementos que
deberían llevarlas), que se puede apreciar en el verso 6
y en los versos 12, 13 y 14.
El lugar al que son destinados también presenta una
imagen espantosa: «posadas mal guaridas», « So la
tierra dura yacen/ para siempre sepultados»
En la segunda estrofa se acentúa el sentimiento de
pérdida de los bienes terrenales cuando llega la Muerte
con el empleo de una antítesis: pobreza / riqueza. (vv.
12 y 13)
21. 21
RAZONAMIENTO QUE HACE JUAN DE MENA CON LA MUERTE
«De todo cuanto ganaron
en aquesta7 vida estrecha,
no les vale ni aprovecha
salvo solo el bien que obraron;
que si tierra conquistaron,
o por fuerza o por maña,
cuanto de ellos hubo saña8
poco les aprovecharon.»
[…]
«Según esto, tú mataste
a Adán el nuestro padre,
pues a Eva nuestra madre,
Muerte, no le perdonaste;
Alixandre9derribaste
de la silla poderosa;
en la casa tenebrosa
al rey Dario10encarcelaste.
[…]
«Si los griegos y troyanos,
Muerte, a todos venciste,
y tú sola dispusiste
los pontífices romanos,
de los príncipes cristianos
no perdonas a ninguno,
antes tomas uno a uno
cuanto puedes con tus manos.
[…]
«Padre Santo, emperadores,
cardenales, arzobispos,
patriarcas y obispos,
reyes, duques y señores,
los maestros y priores,
los sabios colegiales,
tú los haces ser iguales
con los simples labradores.
Para ilustrar el poder de la muerte, el autor evoca
a grandes personajes que la Muerte llevó (en el
poema completo se citan 36 nombres y ocupa 6
estrofas más)
Ubi sunt? (¿Dónde están): se trata de un tópico
medieval que consiste en una serie de preguntas
retóricas en las que se interroga sobre dónde van
a parar las riquezas, el poder, la juventud, la
belleza, etc. cuando llega la muerte.
En este caso es una variante del Ubi sunt? ya que
no hay pregunta y el autor recuerda a hombres
famosos para mostrar su transitoriedad.
Poder igualitario de la muerte: los dos versos
finales recuerdan que para la muerte no hay
distinciones ni de riqueza ni de clase social.
22. 22
RAZONAMIENTO QUE HACE JUAN DE MENA CON LA MUERTE
En el final del poema, el poeta adopta un enfoque muy moral:
donde recuerda que solo los buenos actos sirven para lograr la
vida eterna y, por tanto, sobrevivir a la Muerte.
Estas estrofas nos van a recordar mucho a las Coplas a la
muerte de su padre de Jorge Manrique.
No aprovechan los saberes,
ni las artes, ni las mañas,
ni proezas, nin11 hazañas,
grandes pompas, ni poderes,
grandes casas, nin haberes12,
pues que todo ha de quedar,
salvo el solo bien obrar,
Muerte, cuando tú vinieres.
[…]
Y Jesús glorificado,
que te dio tan gran poder
y te vino a obedecer
en la cruz crucificado,
me libre que, condenado,
yo no vaya en la partida13
cuando parta de esta vida,
mi mal mundo acabado.
Finida
Quien oyere mi tratado
a obrar bien se convida,
pues la Muerte non olvida
a ninguno, mal pecado.
El ruego final a Cristo para evitar ser condenado forma
también parte de este tipo de textos.
23. Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
23
LABERINTO DE FORTUNA o LAS TRESCIENTAS
DE JUAN DE MENA
24. 24
Laberinto de Fortuna o Las Trescientas
Se trata de la gran contribución de Mena a la poesía
alegórico-dantesca, y la obra cumbre de esta línea en
España.
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
El Laberinto de Fortuna (también llamada Claroscuro,
Calamicleos o Las Trescientas, por el número de sus
estrofas, aunque son exactamente 297) fue terminada
por su autor hacia 1444.
25. 25
Laberinto de Fortuna o Las Trescientas
El poeta es transportado por los aires a una extraña
región donde, guiado por la Providencia, visita el
palacio de la diosa Fortuna.
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
Allí ve tres ruedas: dos inmóviles —las del pasado y
del futuro— y una en movimiento — la del presente.
En ellas contempla a personajes famosos por sus
virtudes y sus vicios.
Al final, hace un canto a Juan II esperando que —
superando a la Fortuna— logre la regeneración y
grandeza de España.
Argumento
La construcción alegórica procede de Dante. Además hay una importante huella de
escritores latinos (Virgilio, Lucano…) y numerosas referencias clásicas.
26. 26
Laberinto de Fortuna o Las Trescientas
El tema de la Fortuna
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
La Fortuna era la diosa de la suerte, buena o mala. Se
la representaba como una mujer con pies alados, con
una rueda a sus pies que simboliza el azar o lo
aleatorio de la buena o mala suerte.
Significado
Suele también aparecer coronada con muros o una
torre porque muchas ciudades griegas y romanas
buscaban su protección.
27. 27
Laberinto de Fortuna o Las Trescientas
El tema de la Fortuna
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
Significado
La Fortuna aparece muy frecuentemente girando con
su mano una rueda. Suele haber hombres colocados
en distintas posiciones de la rueda y muchas veces
aparece uno de ellos derribado a los pies de la diosa.
La dios Fortuna suele ser ciega o llevar los ojos
cubiertos, indicando que no se deja llevar más que
por su capricho.
También aparece en ocasiones con una corona y una
espada.
28. 28
Laberinto de Fortuna o Las Trescientas
El tema de la Fortuna
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
Significado
La Fortuna en la obra de Mena es expresión de
un concepto desazonado del mundo: no hay
que fiarse de nada porque todo puede perderse
en cualquier momento.
Frente a los reveses más que probables de la
Fortuna, Mena recomienda la entereza y la
confianza en la Providencia.
29. 29
Laberinto de Fortuna o Las Trescientas
El alcance moral de la obra
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
Significado
Se denuncian los vicios y lacras de la época y se
proclama la necesidad de fortalecer los
espíritus.
Con ello se enlaza la aspiración renacentista a la
Fama, recompensa del hombre excelso.
El plano político
Se condenan las contiendas civiles y se
propugna una monarquía fuerte y unificadora.
30. 30
Laberinto de Fortuna o Las Trescientas
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
Propósitos artísticos de Juan de Mena
Mena se propone la creación de una lengua poética netamente alejada del habla
corriente, tomando como modelo la lengua latina.
Rasgos de
este estilo
Alusiones mitológicas y la erudición clásica.
Cultismos o neologismos de su vocabulario.
Giros sintácticos latinizantes (hipérbatos, etc.)
Innumerables artificios retóricos: paralelismos,
amplificaciones, etc.
Empleo del verso de arte mayor castellano que aporta
su sonoridad rotunda, su ritmo potente.
El resultado es un texto difícil, muy exigente, que hoy nos resulta raro y distante.
31. 31
EL LABERINTO DE FORTUNA o LAS TRESCIENTAS
DEDICATORIA e INVOCACIÓN
La métrica: el poema está compuesto
por 297 coplas de arte mayor.
Todas las coplas están compuestas por
ocho versos dodecasílabos con rima
consonante ABBA ACCA, excepto la
primera estrofa que presenta una
rima ABAB BCCB.
Al –muy- pre-po-ten-te don- Juan- el –se-gun-do. 12 A
a-quel-con-quien-Jú-pi-ter tu- vo- tal- ce-lo 12 B
que- de- tan-ta- par-te- le-hi-zo- del- mun- do 12 A
cuan-ta -a- sí- mes-mo- se-hi-zo en- el- cie- lo; 12 B
Al-gran- rey- de Es-pa-ña –al- Cé-sar- no-ve-lo, 12 B
Al- que- con- For-tu-na- es- bien- for-tu-na-do 12 C
a-quel- en-quien- ca- be- vir-tud-y- rei-na-do 12 C
A- él- la- ro- di-lla- hin-ca-da- por – sue-lo. 12 B
Tus- ca- sos- fa- la-ces- For- tu- na- can- ta- mos 12 A
Es-ta-dos- de-gen-tes-que- gi-ras-y-tro-cas 12 B
Tus- gran-des-dis-cor-días-tus- fir-me-zas-po-cas 12 B
Y- los-que- en- tus-rue-das-que-jo-sos-fa-lla-mos 12 A
Has-ta- que-al-tiem-po- de-a-go-ra-ven-ga-mos: 12 A
De-he-chos-pa-sa-dos-co-di-cia-mi-plu-ma 12 C
Y- de-los-pre-sen-tes-ha-cer-bre-ve-su-ma 12 C
Dé- fin- A-po-lo-pues-nos-co-men-za-mos 12 A
32. 32
EL LABERINTO DE FORTUNA o LAS TRESCIENTAS
DEDICATORIA e INVOCACIÓN
Al muy prepotente don Juan el segundo
aquel con quien Júpiter tuvo tal celo1,
que de tanta parte le hizo del mundo
cuanta a sí mesmo2 se hizo en el cielo;
al gran rey de España, al César novelo3,
al que con Fortuna es bien fortunado4,
aquel en quien cabe virtud y reinado,
a él, la rodilla hincada por suelo.
Tus casos falaces5, Fortuna, cantamos,
estados de gentes que giras y trocas6,
tus grandes discordias, tus firmezas pocas,
y los que en tus ruedas quejosos fallamos7,
hasta que al tiempo de agora vengamos:
de hechos pasados codicia mi pluma,
y de los presentes, hacer breve suma;
dé fin Apolo, pues nos comenzamos.
1. Celo: cuidado, diligencia, esmero que
alguien pone al hacer algo.
2. Mesmo: mismo.
3. Novelo: nuevo
4. Fortunado: afortunado.
5. Falaz: embustero, falso
6. Trocar: cambiar.
7. Fallamos: hallamos
33. 33
EL LABERINTO DE FORTUNA o LAS TRESCIENTAS
DEDICATORIA e INVOCACIÓN
Al muy prepotente don Juan el segundo
aquel con quien Júpiter tuvo tal celo,
que de tanta parte le hizo del mundo
cuanta a sí mesmo se hizo en el cielo;
al gran rey de España, al César novelo,
al que con Fortuna es bien fortunado,
aquel en quien cabe virtud y reinado,
a él, la rodilla hincada por suelo.
En esta primera estrofa que contiene la
dedicatoria al rey, aparte de las habituales
alabanzas, encontramos el tema de la Fortuna.
Del rey se afirma que es un beneficiado de la
buena fortuna, lo que se expresa con la
derivación (repetición de la misma raíz con
distintos morfemas derivativos): Fortuna/
fortunado.
La dedicatoria adquiere fuerza retórica y
declamatoria con la anáfora (repetición de una
o varias palabras al principio de una frase o
verso): aquí se repite «al» en los versos 1, 5, 6 y,
parcialmente, en el verso 8.
34. 34
EL LABERINTO DE FORTUNA o LAS TRESCIENTAS
DEDICATORIA e INVOCACIÓN
Tus casos falaces5, Fortuna, cantamos,
estados de gentes que giras y trocas6,
tus grandes discordias, tus firmezas pocas,
y los que en tus ruedas quejosos fallamos7,
hasta que al tiempo de agora vengamos:
de hechos pasados codicia mi pluma,
y de los presentes, hacer breve suma;
dé fin Apolo, pues nos comenzamos.
Continúa en la segunda estrofa con una invocación a
la Fortuna y una alusión primero indirecta a la rueda
con que se la representa: «estados de gentes que
giras y trocas» y después directa (v. 4).
Para indicar la inestabilidad de la Fortuna Mena
emplea un quiasmo (ordenación simétrica, no
paralela) de dos grupos de palabras:
En el final de la estrofa, Mena establece su propósito:
se va a ocupar de hechos pasados y dice que de los
presentes se ocupará brevemente. Termina pidiendo
la ayuda de Apolo, el dios de la poesía.
Tus grandes discordias tus firmezas pocas
sustantivos
adjetivos
35. 35
EL LABERINTO DE FORTUNA o LAS TRESCIENTAS
EN EL CÍRCULO DE VENUS: HISTORIA DE MACÍAS
Tanto anduvimos el cerco 8mirando,
que nos hallamos con nuestro Macías9,
y vimos que estaba llorando los días
con que su vida tomó fin amando;
lleguéme más cerca turbado yo, cuando
vi ser un tal hombre de nuestra nación10,
e vi que decía tal triste canción,
en elegíaco11 verso cantando:
8. Cerco: círculo.
9. Existen varias leyendas alrededor de la figura de Macías, el
Trovador. Una de ellas cuenta la historia de amor de Macías y María
de Albornoz, esposa de Enrique de Aragón.
La joven dama se enamoró del trovador y fue correspondida por
este. Sus canciones se llenaron del dolor ya que tenían que
esconder su amor.
Macías se enteró de que el esposo de María tramaba hacer
desaparecer a su mujer, por ello la recluyó en una celda y fingió que
su esposa había muerto, acusando a Macías de haberla asesinado.
Encerró a Macías en la celda contigua a la que había encerrado a su
mujer. Al darse cuenta de lo cerca que estaban, el poeta animaba a
la joven dedicándole bellas canciones.
Un día el esposo de María se presentó en el castillo donde había
encerrado a su mujer y, al escuchar los versos de amor que el
Trovador dedicaba a su mujer, entró en la celda de este y le
atravesó el corazón. María enloqueció y murió de amor poco
después.
10. De nuestra nación: español.
11. Elegíaco: relacionado con la elegía: poema extenso que expresa
sentimientos de dolor ante las desgracias individuales o colectivas.
36. 36
EL LABERINTO DE FORTUNA o LAS TRESCIENTAS
EN EL CÍRCULO DE VENUS: HISTORIA DE MACÍAS
Tanto anduvimos el cerco mirando,
que nos hallamos con nuestro Macías,
y vimos que estaba llorando los días
con que su vida tomó fin amando;
lleguéme más cerca turbado yo, cuando
vi ser un tal hombre de nuestra nación,
e vi que decía tal triste canción,
en elegíaco verso cantando:
El autor inicia su recorrido por el círculo de Venus, la
diosa del amor y se detiene ante un personaje que
está llorando los días en que murió a causa del amor.
Es una estrofa introductoria de las palabras de Macías.
37. 37
EL LABERINTO DE FORTUNA o LAS TRESCIENTAS
EN EL CÍRCULO DE VENUS: HISTORIA DE MACÍAS
«Amores me dieron corona de amores1,
porque mi nombre por más bocas ande;
entonces no era mi amor menos grande,
cuando me daban placer sus dolores,
vencen el seso2 los dulces errores,
mas no dura siempre según luego placen3;
pues me hicieron del mal que vos hacen,
sabed al amor desamar4, amadores.
Huid del peligro tan apasionado,
sabed ser alegres, dejad de ser tristes
sabed deservir5 a quien tanto servistes6,
a otros que amores dad vuestro cuidado7;
los cuales si diesen por igual grado8
sus pocos placeres según su dolor,
no se quejara ningún amador,
ni desesperara ningún desamado.
Y bien como cuando algún malhechor,
al tiempo que hacen de otro justicia,
temor de la pena le pone codicia
de allí adelante vivir ya mejor,
mas desque pasado por él el temor
vuelve a sus vicios como de primero,
así me volvieron a do9 desespero
amores que quieren que muera amador.
1. Amores me dieron corona de amores: el Amor me ha
considerado modelo de amantes.
2. Vencen el seso: vencen a la razón, a la sensatez.
3. Placen: gustan.
4. Desamar: dejar de amar.
5. Deservir: dejar de servir, esto es, dejar de amar.
6. Servistes: servisteis, forma antigua de la 2º persona del plural.
7. Cuidado: preocupación, pensamiento.
8. Por igual grado: de la misma manera.
9. Do; apócope de donde.
38. 38
EL LABERINTO DE FORTUNA o LAS TRESCIENTAS
EN EL CÍRCULO DE VENUS: HISTORIA DE MACÍAS
«Amores me dieron corona de amores1,
porque mi nombre por más bocas ande;
entonces no era mi amor menos grande,
cuando me daban placer sus dolores,
vencen el seso2 los dulces errores,
mas no dura siempre según luego placen3;
pues me hicieron del mal que vos hacen,
sabed al amor desamar4, amadores.
Huid del peligro tan apasionado,
sabed ser alegres, dejad de ser tristes
sabed deservir5 a quien tanto servistes6,
a otros que amores dad vuestro cuidado7;
los cuales si diesen por igual grado8
sus pocos placeres según su dolor,
no se quejara ningún amador,
ni desesperara ningún desamado.
Y bien como cuando algún malhechor,
al tiempo que hacen de otro justicia,
temor de la pena le pone codicia
de allí adelante vivir ya mejor,
mas desque pasado por él el temor
vuelve a sus vicios como de primero,
así me volvieron a do9 desespero
amores que quieren que muera amador.
Macías toma la palabra para aconsejar a los
enamorados que no se dejen llevar por el amor.
Habla desde su propia experiencia de un amor
desgraciado. Es el tema del «escarmiento», es
decir, aprended de mis errores.
Las palabras que Mena pone en boca de Macías
contienen algunas ideas claves del amor cortés y
las presentan con un estilo muy característico.
39. 39
EL LABERINTO DE FORTUNA o LAS TRESCIENTAS
EN EL CÍRCULO DE VENUS: HISTORIA DE MACÍAS
«Amores me dieron corona de amores1,
porque mi nombre por más bocas ande;
entonces no era mi amor menos grande,
cuando me daban placer sus dolores,
vencen el seso2 los dulces errores,
mas no dura siempre según luego placen3;
pues me hicieron del mal que vos hacen,
sabed al amor desamar4, amadores.
El tema del amor aparece ya señalado en el primer
verso por medio de una epanadiplosis (repetición
del mismo elemento al comienzo y al final de un
verso o de un grupo sintáctico):
«Amores me dieron corona de amores»
El amor recorre toda la estrofa a través de la
derivación (repetición de la misma raíz con diversos
morfemas derivativos): amor, desamar, amadores.
La naturaleza compleja y contradictoria del amor
cortés se muestra por medio de paradojas (unión de
ideas aparentemente incompatibles):
«cuando me daban placer sus dolores»
Y también por un precioso oxímoron (oposición
entre dos palabras juntas de significado contrario):
«dulces errores», con que se define el amor.
El consejo de Macías cobra más fuerza con el juego
de palabras final.
40. 40
EL LABERINTO DE FORTUNA o LAS TRESCIENTAS
EN EL CÍRCULO DE VENUS: HISTORIA DE MACÍAS
Huid del peligro tan apasionado,
sabed ser alegres, dejad de ser tristes
sabed deservir5 a quien tanto servistes6,
a otros que amores dad vuestro cuidado7;
los cuales si diesen por igual grado8
sus pocos placeres según su dolor,
no se quejara ningún amador,
ni desesperara ningún desamado.
El amor se convierte en un «peligro tan apasionado»
que hace que el enamorado esté trise, preocupado y
sufra más dolor que placer.
Mena coloca en posición anafórica los tres primeros
verbos en modo imperativo: «huid» y «sabed», este
último repetido para acentuar el mensaje de
advertencia.
El segundo verso vuelve a mostrar un quiasmo que da
más fuerza a la antítesis alegres/ tristes :
sabed ser alegres dejad de ser tristes
Infinitivo ser
verbos en modo
imperativo
Adjetivos
41. 41
EL LABERINTO DE FORTUNA o LAS TRESCIENTAS
EN EL CÍRCULO DE VENUS: HISTORIA DE MACÍAS
Huid del peligro tan apasionado,
sabed ser alegres, dejad de ser tristes
sabed deservir5 a quien tanto servistes6,
a otros que amores dad vuestro cuidado7;
los cuales si diesen por igual grado8
sus pocos placeres según su dolor,
no se quejara ningún amador,
ni desesperara ningún desamado.
En estos versos aparecen conceptos muy vinculados
con el «amor cortés»
El amor entendido como «servicio», a través de la
derivación «deservir»/«servir» y como «cuidado», es
decir, preocupación.
Continúa el modelo de amor basado en la lucha de
contrarios: «placeres» frente a «dolor», tal como se
decía en la estrofa anterior.
Los cuatro versos finales expresan la idea de que si el
amor diera por igual placer y dolor no se quejaría ni se
desesperaría ninguna amante.
42. 42
EL LABERINTO DE FORTUNA o LAS TRESCIENTAS
EN EL CÍRCULO DE VENUS: HISTORIA DE MACÍAS
El texto termina con un símil o comparación
(presentación de un elemento estableciendo una
relación de semejanza con otro). En este caso la
comparación le sirve para ilustrar el tema del
«escarmiento» y la inevitabilidad del amor
Las personas que leen el texto deben evitar el amor
después de escuchar la mala experiencia de Macías,
pero tarde o temprano volverán a caer en sus redes.
Y bien como cuando algún malhechor,
al tiempo que hacen de otro justicia,
temor de la pena le pone codicia
de allí adelante vivir ya mejor,
mas desque pasado por él el temor
vuelve a sus vicios como de primero,
así me volvieron a do9 desespero
amores que quieren que muera amador. Del mismo modo que un malhechor siente deseos de
arrepentirse y dejar de hacer el mal, pero más adelante
olvida el miedo y vuelve a cometer delitos.
amador malhechor
amor delitos
43. 43
Laberinto de Fortuna o Las Trescientas
Se trata de un poema alegórico al estilo de Dante en el que el poeta nos narra
la visita que hizo a ala casa de la diosa Fortuna, guiado por la Providencia,
gobernadora del mundo:
DE LAS TRES RUEDAS QUE VIO EN LA CASA
DE LA FORTUNA
Volviendo los ojos a do me mandaba,
vi más adentro muy grandes tres ruedas:
las dos eran firmes, inmotas y quedas
mas la de en medio voltar no cesaba;
y vi que debajo de todas estaba
caída por tierra gente infinita,
que en la frente cada cual escrita
el nombre y la suerte por la que pasaba,
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
44. 44
Laberinto de Fortuna o Las Trescientas
aunque la una que no se movía,
la gente que en ella había de ser
y la que debajo esperaba caer,
con túrbido velo su mote cubría.
Yo, que de aquesto muy poco sentía,
hice de mi duda cumplida palabra
a mi guiadora, rogando que abra
esta figura que non entendía.
La cual me repuso: «Saber te conviene
que de tres edades, te quiero decir,
pasadas, presentes y de porvenir,
ocupa su rueda cada cual y tiene;
las dos que son quedas, la una contiene
la gente pasada, y la otra futura;
la que se vuelve en el medio procura
la que en el siglo presente detiene.
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán
45. 45
Laberinto de Fortuna o Las Trescientas
Así que conoce tú que la tercera
contiene las formas y las simulacras
de muchas personas profanas y sacras
de gente que al mundo será venidera;
por ende cubierta de tal velo era
su faz, aunque formas tú vieses de hombres,
porque sus vidas aún ni sus nombres
saberse por seso mortal no pudiera.
Carmen Andreu Gisbert - IES Miguel Catalán