El documento discute el discurso descolonizador y cómo este intenta dar voz a culturas que no habían sido reconocidas anteriormente. Sin embargo, también plantea problemas como la necesidad de comparación con otras culturas para definir la propia identidad, lo que puede llevar a una crisis de identidad. También critica cómo las culturas no occidentales a veces son presentadas de manera estereotipada y descontextualizada. Finalmente, señala que el discurso descolonizador puede servir como herramienta para que minorías se identifiquen con sus propias expresiones