La República Dominicana adoptó en 2004 un nuevo sistema procesal penal neoacusatorio inspirado en el Código Procesal Tipo Latinoamericano, en reemplazo del anterior sistema inquisitivo. El nuevo sistema se caracteriza por respetar el debido proceso, la oralidad, publicidad y contradictoriedad en las audiencias. También reconoce derechos como la presunción de inocencia y garantías establecidas en tratados internacionales de derechos humanos ratificados por el país.