Este documento describe las competencias y actitudes éticas que los estudiantes de medicina deben desarrollar. Identifica tres tipos de competencias: saber, saber hacer y saber ser. También describe las competencias transversales y sobre valores profesionales que incluyen la actitud profesional hacia pacientes, familiares y colegas, así como los aspectos éticos como el consentimiento informado y la resolución de conflictos éticos. Finalmente, enfatiza la importancia de la autocrítica y la evaluación continua para el desarrollo profesional.