Cada persona es diferente. Respetar y valorar las diferencias es bueno e importante, nos diversifica. El maestro más que nadie, debe estar consciente de los diferentes ejes de inteligencia de sus alumnos a la hora de planificar y ejecutar su clase. El objetivo es el de poder potenciar las fortalezas y trabajar las debilidades sin forzar a nadie a ser lo que no es. Ayudar al alumno a descubrirse y a valorare como ente importante dentro del todo.