Durante la adolescencia, los jóvenes experimentan cambios emocionales, físicos y en su forma de pensar que los ayudan a desarrollar su identidad. La autoestima y el control de las emociones son importantes en esta etapa. También surgen nuevas emociones como el enamoramiento y la pertenencia a grupos. Las emociones positivas traen beneficios para la salud mental y el rendimiento académico, mientras que las negativas en exceso pueden llevar a comportamientos inadecuados y dificultades.