Este documento discute el uso de las TIC en la educación. Señala que las TIC pueden mejorar el aprendizaje si se usan de manera efectiva, pero que su mera presencia en el aula no garantiza esto. Explica que tanto los profesores como los estudiantes necesitan capacitación digital y que las TIC deben usarse para apoyar los objetivos educativos, no reemplazar la enseñanza. También identifica desafíos como la distracción de los estudiantes y la falta de información confiable en Internet. Concluye que las
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Las tic y la educacion
1. LAS TIC Y LA EDUCACION
Por: Ever Tique Girón
Nadie pone en cuestión la importancia de las TIC en todos los escenarios
y ámbitos de nuestra sociedad. En ese estado de cosas, nadie discute lo
contrario, la necesidad de la extensión de las nuevas tecnologías en el
contexto escolar. Éstas pueden suministrar medios para la mejora de los
procesos de enseñanza y aprendizaje, para la gestión de los centros
educativos y para la comunicación con las familias y la sociedad en general.
No obstante la mera presencia de un ordenador con acceso a Internet en
clase no avala un adecuado aprovechamiento del mismo, pese a que sus
posibilidades sean infinitas. Partamos del antecedente de que las TIC no
tienen efectos mágicos sobre el aprendizaje, ni generan automáticamente
nuevos saberes. A veces se ha caído en el engaño de detenerse en lo
tecnológico por sí mismo, cuando esta herramienta ha de estar al servicio de lo
educativo.
En el presente escrito trataré de analizar las causas del mal uso de
Internet en las aulas y algunas estrategias para que su uso sea lo más eficaz
posible.
En mi experiencia como administrado de centros tecnológicos asociados a
las TIC me lleva a pensar que los errores en el enfoque de la cuestión parten
de dos escenarios distintos: Por un lado el profesorado y por el otro el
alumnado. De una parte, bajo mi punto de vista, de la escasa preparación del
profesorado y su resistencia a un cambio metodológico más acorde con los
tiempo y que responda a las necesidades a hoy en día y por otra del hecho de
que los alumnos, aunque más hábiles desde el punto de vista tecnológico,
identifican el ordenador o el equipo tan sólo con el pasatiempo, ya que lo
utilizan solo para jugar o chatear, y no como una herramienta de trabajo, que
en determinado caso le ayuda en su formación académica. Tanto en un caso
como en otro, estamos ante la imperante necesidad de una ardua y profunda
alfabetización digital en el ámbito escolar.
2. De todo lo antes planteado se puede intuir que trabajar con Internet en
el aula requiere una nueva metodología que pasaría por imprimir un nuevo
ritmo de las clases y dar un nuevo papel al profesor, que ya no será un mero
transmisor, sino un conductor del conocimiento. Por tanto, para que estas
tecnologías estén verdaderamente al servicio de la enseñanza y del
aprendizaje y contribuyan a la formación, la revolución tecnológica debe estar
acompañada de una verdadera evolución pedagógica que conlleva a nuevos
planteamientos del quehacer académico e investigativo.
El nuevo paradigma y metodología se inspira en las teorías
constructivistas, según las cuales el alumno es agente activo de su propio
aprendizaje. En la pedagogía tradicional el profesor tenía la respuesta y el
alumno se limitaba a reproducirla. Ahora, se insta al alumno a investigar en
busca de la respuesta. De esta manera el alumno podrá producir nuevos
aprendizajes de forma autónoma en el futuro, en el marco de una formación
Continua, es decir, “aprenderá a aprender”.
Empezaré por enunciar bajo mi postulado, las incuestionables ventajas que
ofrece el Internet.
La primera ventaja es, sin duda, la motivación intrínseca que supone al
alumnado la utilización de un dispositivo atractivo y a veces con componentes
lúdicos. Esta motivación se convierte en uno de los motores del aprendizaje,
despertando el interés del alumnado por ampliar sus conocimientos.
La segunda razón de peso es que Internet permite fácil y rápido acceso a
información de todo tipo así como a múltiples materiales digitales que
enriquecen los procesos de enseñanza y aprendizaje. Uno de estos
interesantes materiales es la visualización de simulaciones e imágenes
interactivas. Los programas informáticos permiten simular secuencias y
fenómenos físicos, químicos o sociales, fenómenos en 3D..., de manera que
los estudiantes pueden interactuar con ellos y así comprenderlos mejor.
3. En cuanto a los docentes, Igualmente pueden tener estas bondades, les
pueden ser de gran utilidad para la preparación de las clases, acceso a
páginas web educativas, elaboración de materiales a través de plataformas
educativas interactivas, comunicación virtual con los estudiantes la aplicación
de software educativo en cada disciplina, entre otras.
Bajo lo anteriormente planteado, nadie pone en discusión y en tela de
juicio la integración de las nuevas tecnologías en el aula, ya que dándole el uso
desde este direccionamiento, se puede hacer una efectiva gestión del uso de
estos instrumentos tecnológicos, no tendientes a remplazar al docente, sino
más bien como apoyo didáctico en el aula e instrumento de investigación y
reforzamiento de información.
Desde otra mirada también existen inconvenientes en el uso y manipulación de
las tecnologías, entre los cuales enuncio algunos:
- Un inadecuado uso de Internet en clase puede terminar en distracciones y
dispersión del alumnado que en algunos casos se dedica a jugar en vez de
prestar atención a la clase o al trabajo a desarrollar. Ello es debido a que la
navegación por los atractivos espacios de Internet, inclina a desviarse de los
objetivos de su búsqueda. Se pierde entonces mucho tiempo en realizar las
tareas y se dispersa hacia otro objetivo
- Si el docente no planifica ordenadamente su clase y evita improvisar, de
seguro que los estudiantes utilizarán tiempo en clase para hacer actividades
que no están acordes al objetivo planteado por el profesor.
- Por otra parte se debe tener en cuenta que no todos los estudiantes saben
buscar confiablemente en Internet…el exceso de información disponible, su
dispersión y presentación atomizada, falta de método en la búsqueda...pueden
provocar una sensación de desbordamiento que bloquee el trabajo intelectual.
- A ello hemos de sumar el hecho de que circulan por Internet informaciones no
4. fiables y de escasa calidad, por ser éstas parciales, superficiales, equivocadas,
obsoletas o descontextualizadas. Por ello es preciso enseñar al alumno a
seleccionar con criterio la información y a filtrar las fuentes fiables.
- La avalancha de información escrita sobre miles de temas puede desarrollar
en el alumno la ley del mínimo esfuerzo. Acostumbrados a la inmediatez, los
alumnos se resisten a emplear el tiempo necesario para consolidar los
aprendizajes, y confunden el conocimiento con la acumulación de datos. Por
otra parte en Internet pueden encontrarse muchos trabajos que los alumnos
pueden simplemente copiar para entregar al profesor como propios. De esta
forma se destruye la creatividad y se esfuerzan poco en cultivar la expresión
escrita, la articulación del discurso coherente, del que tanto adolecen los
alumnos.
Desde este estado de cosas Internet y los dispositivos (Tic) constituye un
medio como jamás haya existido para acceder de manera instantánea a la
información. Ahora bien, no debe confundirse saber e información. Para que la
información se convierta en conocimiento el individuo debe apropiársela y
reconstruir sus conocimientos. Por esta razón lo primero que debe hacerse
explícito es que la incorporación de las nuevas tecnologías en la educación no
ha de eludir la noción de esfuerzo y convertirnos en artefactos de las TIC. Al
respecto Vargas, G. planteó lo siguiente. “La tecnología potencia y realiza lo
humano toda vez que pone el ingenio en escena y produce alteraciones del
entorno (…), pero al mismo tiempo encarna el riesgo de instrumentalizar o
convertir en dispositivo de los aparatos al ser humano” (1999). Es desde este
planteamiento que si bien es cierto que las nuevas tecnologías se hacen
indispensables en la educación, no quiere decir que tengamos que adaptarnos
en todo momento a ellas.
No siempre la mala gestión y uso del internet es propiciado por los
estudiantes. En muchas ocasiones la raíz está en el profesorado, que a veces
éste no dispone de los conocimientos adecuados y acordes sobre los sistemas
informáticos y sobre cómo aprovechar los recursos educativos disponibles.
Esto aumenta su estrés. Es la llamada "tecnofobia” y debe constar que este
5. miedo no solo afecta a los docentes de mayor edad, sino a los más jóvenes, a
los que se supone más flexibles y con mayor contacto con las nuevas
tecnologías.
Desde la alta dirección educativa se está realizando un esfuerzo por ofertar
cursos de formación en estas materias. El problema está tal vez en el escaso
interés por estos aspectos por parte de un profesorado que se siente
desbordado por la burocracia, la falta de disciplina y por algunos retos
profesionales como la adaptación a las nuevas tecnologías. Lo que sí es cierto
es que el profesorado ha de ser consciente que su rol está cambiando y que
adecuarse a los tiempos es imprescindible para ofrecer respuestas a una
enseñanza que no quiere pecar de obsoleta y que de segura va a generar
cambios significativos en la enseñanza como a así lo plantea Canoy (2005) en
su artículo sobre: Las Tic y la enseñanza: Posibilidades y retos, a lo cual
claramente discierne lo siguiente: “ La mayoría de los análisis sobre las Tic en
el sector educativo se centran en el impacto que han tenido en la
enseñanza/aprendizaje del alumno en tres partes:
Cambios asociados a las Tic a la gestión del sector educativo
Cambios asociados a las Tic en el proceso de trabajo en el sector educativo
Cambios asociados a las Tic en la formación docente del personal docente
y de los alumnos.”
Desde estos planteamientos, es que tanto el personal administrativo y de
dirección, el personal docente, como el alumno, quienes son los que
intervienen directamente en una institución educativa, deben ineludiblemente
prepararse para la intervención entre los procesos manuales y las Tic, como
herramientas o mediaciones pedagógicas y administrativas en todo el quehacer
educativo.
Es imprescindible que hoy en día las Tic no estén integradas en el proceso de
enseñanza-aprendizaje, como lo son también los deseos de los alumnos entrar
al mágico mundo de las comunicaciones vías internet, pero de lo que si se
debe tener mucho cuidado por parte de los docentes y padres de familia, es
que las nuevas tecnologías emergentes, no pueden alterar una cultura o un
6. contexto social y alienar toda una idiosincrasia a ultranza y no se difunda el
buen uso que se debe hacer de ellas en cuanto a la búsqueda de información
y su adecuada y pertinente gestión, para que de esa manera el internet y los
dispositivos de las Tic cumplan un papel de mediación pedagógica entre el
docente y el discente.
7. Bibliografías
VARGAS, G. G. (1999). Filosofía, Pedagogía, Tecnología (“Investigaciones de
Epistemología de la Pedagogía y Filosofía de la Educación”). Santafé de
Bogotá. Universidad de San Buenaventura.
CARNOY, Martin (2005). Las Tic en la enseñanza: Posibilidades y retos.
Recuperado el 30 de abril de 2010 de http://www.uoc.edu/inaugural04/carnoy
1004.pdf