El documento describe el diagnóstico de muerte cerebral, el cual se basa en tres pilares: coma arreactivo profundo, ausencia de todos los reflejos del troncoencefalo, y apnea cuando el centro respiratorio está estimulado. La muerte cerebral ocurre cuando una lesión cerebral severa, como un accidente cerebrovascular o traumatismo, causa daño estructural irreversible en todo el cerebro y troncoencefalo, resultando en la parada de todas las funciones neurológicas.