La presoterapia consiste en aplicar presión continua sobre una cicatriz para controlar la síntesis de colágeno y promover la reagrupación de fibras de colágeno. Se ha usado desde 1970 para tratar cicatrices patológicas en pacientes quemados, aunque su efectividad clínica no se ha probado científicamente. La presión debe ser mayor a 20 mmHg pero menor a 24 mmHg y se aplica a través de masajes, láminas de silicona o prendas elásticas especializadas de forma continua por al menos 23