Las redes sociales pueden mejorar la seguridad de los pacientes al aumentar la adherencia al tratamiento y la atención que ponen en su autocuidado, lo que puede conducir a mejoras emocionales, de conducta y de salud. La participación activa de los pacientes en iniciativas de formación e información sobre seguridad a través de las redes sociales es fundamental para mejorar los resultados en salud.