Separata clase 3

5372100-457200Clase 300Clase 3Estrés, afrontamiento, conducta desadaptada (Capítulo 5) ,[object Object]

Sentimiento o reacción que tienen las personas cuando se enfrentan a una situación que demanda acción de su parte, en especial aquella que está más allá de sus capacidades.

Conducta desadaptada en respuesta a diferentes tipos de estrés: Situaciones que se originan repentinamente: Un terremoto, la muerte, un crimen, etc. Situaciones que se desarrollan gradualmente: Un matrimonio, la enfermedad de un ser querido, etc. Estrés por dar servicios de cuidado: La enfermedad de Alzheimer Estigmatización racial o socio-económica: Racismo – las creencias, actitudes y condiciones de vida que tienden a humillar y denigrar a los miembros de minorías raciales en particular. Pobreza ,[object Object],Su percepción de la situación que genera el problema. La vulnerabilidad (Está condicionada por factores espirituales, psicosociales, genéticos y biológicos, tales como: su temperamento, resiliencia, habilidades para el afrontamiento, su madurez espiritual, el apoyo social y otros). ,[object Object],La experiencia y el éxito para manejar situaciones similares, (Filipenses 4:11, 12). La confianza en sí mismo con bases sólidas, (Filipenses 4:13). La capacidad de permanecer tranquilo, (Filipenses 4:6-7). No dejarse vencer por el problema, (Romanos 8:37-38). La confianza completa en Dios, (Isaías 26:3,4; Salmo 9:10; 31:14, 15). Una respuesta informal y orientada hacia una tarea que se da ante una situación difícil, es casi siempre más eficaz que estar ansioso, enojado o a la defensiva, (II Tesalonicenses 2:16, 17, I Tesalonicenses 1:15, I Pedro 3:9-11; 5:6-9). ,[object Object],Reacción Negativa inmadurez. Falta de habilidades y recursos (Le falta experiencia, etc.). Vulnerabilidad en ciertas situaciones (Está bien cuándo está con hombres, pero no con mujeres). Percepción no realista. Negación (Niega la presencia de señales de estrés.) Falta de apoyo. Reacción Positiva crecimiento espiritual. Recursos y habilidades para enfrentar presentes. Percepción realista. Resiliencia. Perspectiva constructiva. Equipo de apoyo. Recursos personales: Buscar la información pertinente. Compartir preocupaciones y encontrar consuelo cuando se necesita. Redefinir una situación de manera que se facilite su solución. Considerar las alternativas y analizar las consecuencias. Emplear el sentido del humor para hacer menos tensa una situación. Recursos espirituales: La presencia y poder de Dios, (Hebreos 13:5). El conocimiento de la Palabra de Dios, (II Pedro 1:3; Salmo 119:28). La dependencia en el Espíritu Santo, (Romanos 15:13). El gozo del Señor: “Estad siempre gozosos”, (I Tesalonicenses 5:16). La oración: “Orad sin cesar”, (I Tesalonicenses 5:17). Una actitud de gratitud: “Dad gracias en todo”, (I Tesalonicenses 5:18). ,[object Object],Muchas personas están afrontando su estrés de la manera equivocada. Se estresan todo el día y se relajan sólo en vacaciones una vez al año. El problema: La incesante exposición a la ansiedad cotidiana es la forma más tóxica de estrés. Las consecuencias: Menoscabar el sistema inmunológico. Aumentar el riesgo de enfermedades. Dañar las neuronas, causando problemas de memoria. Interferir con el rendimiento sexual. Conducir a ataques cardíacos y muertes prematuras Aumentar de peso. Lo importante es lo que hace una persona durante el día, no en el tiempo libre. La adaptabilidad – La gente que lidia mejor con el estrés es la que puede recuperarse de manera rápida, física y mentalmente. Conductas sutiles – la forma en que respiran; cuánto ríen; cuántas horas pasan mirando la televisión. La meta de la consejería: instruir a la gente para lidiar con el estrés al cambiar sus reacciones en lugar de buscar eliminar el estrés o tratar sus síntomas. ,[object Object],Cambiar la reacción biológica. Aprender a leer las señales de estrés en el cuerpo. Relajarse en el trabajo. No trabajar largos períodos sin descanso. La fatiga produce estrés, (Eclesiastés 12:12). Poner su cuerpo en un estado de calma natural. Periódicamente ajustar su respiración, su posición y sus pensamientos. Inhalar lentamente. Comer una dieta saludable para reducir el estrés. Mantener una dieta balanceada reduce la fatiga y el estrés, (Proverbios 23:21; 25:16). Su cuerpo necesita carbohidratos. Las dietas bajas en carbohidratos pueden deprimir el ánimo. Empezar el día 15 minutos más temprano para tener tiempo para sentarse y desayunar bien y con calma. Evitar usar medicamentos para aliviar el estrés. Dormir suficientes horas en la noche es una prioridad. Significa 8 horas para algunos, (Salmo 4:8; 127:2). Un buen descanso reduce la tensión el próximo día. Recordar que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo. Cuidarlo como un buen mayordomo, (1 Corintios 3:16-17). Meditar en las Escrituras por las noches, (Salmo 63:6; 119:148). Practicar una rutina de ejercicio ayuda a combatir los efectos negativos del estrés por mantener un sistema cardiovascular saludable. También, el ejercicio es un buen medio para bajar la tensión, y así contribuir a reducir los niveles de estrés, (1 Timoteo 4:8). Controlar la reacción emocional-espiritual a través del día. Capacitar su resiliencia. Aprender habilidades específicas. Aprender cómo cambiar pensamientos y hábitos, resolver problemas, comportarse de manera flexible. Llevar el curso de Autoconfrontación. Observar un modelo – (discipulador). Cambiar la perspectiva. Ver la situación desde la perspectiva de Dios, (Génesis 50:20). Centrar la atención sólo en la tarea que enfrenta y no malgastar el tiempo con pensamientos y sentimientos que no se relacionan con al logro de la tarea, (Filipenses 3:13, 14; 4:6). Disciplinar la mente para no preocuparse. Entregar todas las ansiedades a Dios; Confiar en la soberanía de Dios, (Mateo 6:25, 33-34; 11:28,29; I Pedro 5:8). Reemplazar la preocupación con la oración. Dedicar tanto tiempo a la oración, el ruego y la acción de gracias, que no quede tiempo ni energía para preocuparse. Es difícil estar estresado cuando el corazón está lleno con la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, (Filipenses 4:6-7). Recordar sus bendiciones, (Salmo 77:11-12). Ser paciente consigo mismo y mantener expectativas razonables (Filipenses 1:6). Evitar el perfeccionismo que es por orgullo. Evitar presionarse a hacer más de lo que es razonable. Si todo falla, intentar reírse. No perder el sentido de humor, (Proverbios 15:13-15). Resistir la tendencia a competir. Trabajar para el Señor y no para competir. Dejar de compararse con otros, (Colosenses 3:23-24; 2 Corintios 10:12). Colaborar en vez de confrontar – ¡no siempre tienes la razón! Aprender como relajarse y meditar. Pasar tiempo a solas para relajarse, enfocando la mente en Cristo (Colosenses 3:1-3). Meditar en la Palabra de Dios y orar por momentos durante el día, (Josué 1:8). Meditar en las Escrituras por las noches, (Salmo 63:6; 119:148). Escuchar linda música cristiana y clásica, (2 Reyes 3:14-15). Cambiar las prácticas que producen estrés. Escoger un nuevo estilo de vida. Caminar, hablar, comer y en general, vivir más despacio. Jesús caminó, (Salmo 37:7; Marcos 16:12). Organizarse. Empezar cada día con una lista de quehaceres, acomodar sus prioridades. Usar una agenda, (Proverbios 6:6-8). Presupuestar el tiempo para poder cumplir las tarea y cumplir con su presupuesto de tiempo (horario), (Proverbios 6:16-17). Eliminar eventos de su agenda. Asignar prioridad a todas sus responsabilidades y borrar lo no esencial para que quede al final. Determinar no asumir nuevas responsabilidades que producirían más estrés, (Lucas 10:38-42). Emplear las redes de apoyo social. Disfrutar tiempo con tu familia. Asistir regularmente a una iglesia donde estudie la Biblia y se le provea de compañerismo, (Hebreos 10:24, 25). No refugiarse en sí mismo cuando se siente estresado. Salir con amigos y colegas. Intercambiar ideas con ellos ayuda liberar la tensión. Tomar tiempo de interesarse en la vida de otros y de orar por ellos, (Proverbios 18-24). Amar y servir a otros. (Romanos 12:10, 13; Mateo 22:39). Desarrollar algunos intereses y aficiones que sean totalmente distintos a su profesión. Aprender como jugar. Deportes, jardinería, cocina, decoración interior, lectura de libros para relajarte, etc., (I Timoteo 6:17). Analizar y cambiar – Practicar el automonitoreo de sus reacciones personales y la retroalimentación acerca de las tácticas que funcionan y las que no sirven. ,[object Object],Situaciones desencadenantes de estrés (por ejemplo: la muerte, asistir al kinder o la universidad, los accidentes, desastres naturales, combates militares, etc.). Crisis personales. Violación. Luto y duelo. Transiciones en la vida. ,[object Object],Trastornos adaptivos. Trastornos por estrés agudo. Trastornos disociativos – DSM-IV-TR. Amnesia disociativa. Fuga disociativa. Trastorno de identidad disociativo. Trastorno de despersonalización. ,[object Object],Terapia de apoyo. Fármacos. Entrenamiento en relajación. Desensibilización sistemática. Modificación cognitiva. Intervención social. Ayuda espiritual.

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