El documento describe el tratamiento de las manías con fármacos antimaniacos como el litio. El litio se descubrió en 1949 y se usa para tratar manías agudas y prevenir recurrencias en trastornos bipolares. Tiene un mecanismo de acción desconocido pero se cree que inhibe la vía de fosfatidilinositol. Requiere monitoreo debido a su estrecho margen terapéutico y efectos adversos como temblor e intoxicación renal.