El liderazgo implica la capacidad de influir en otros para lograr metas y objetivos. Existen varios estilos de liderazgo como el delegativo, el cual otorga autonomía pero carece de retroalimentación; el autocrático que concentra todo el poder en una sola persona; el democrático que prioriza la participación grupal; el transaccional que se basa en recompensas e intercambios; y el transformacional que se enfoca en motivar a través de la visión y comunicación. Cada estilo tiene ventajas y desventajas dependiendo