SEGÚN WILLIAMS: Los neonatos bajos de peso que
son pequeños para la edad gestacional, se sospecha
de una restricción de crecimiento fetal, tales niños
tienen mayor riesgo de muerte neonatal.
SEGÚN MINSAL: Restricción en la velocidad del
crecimiento del feto, establecido en la curva de
peso en función de la edad gestacional por abajo
del percentil 10.
DEFINICIÓN.
Es importante destacar que muchos neonatos
con peso al nacer <percentil 10 no tienen
crecimiento patológicamente restringido, sino
que son pequeños simplemente debido a
factores biológicos normales.
DEFINICIÓN.
La restricción del crecimiento fetal es uno de
los “principales síndromes obstétricos”
asociado con defectos en la placentación
temprana.
Los trastornos del sitio de implantación pueden
ser tanto una causa como una consecuencia de
hipoperfusión en el sitio placentario.
ANORMALIDADES PLACENTARIAS.
Varias secuelas adversas a corto y largo plazo están vinculadas
con la restricción del crecimiento fetal, las tasas de morbilidad
y mortalidad perinatales son significativas.
Las tasas de muerte fetal y resultados neonatales adversos que
incluyen asfixia al nacer, aspiración de meconio,
hipoglucemia y la hipotermia aumentan todas, al igual que lo
hace la prevalencia de desarrollo neurológico anormal.
MORBILIDAD Y MORTALIDAD PERINATAL
Los neonatos con trastornos del crecimiento más severos
también tienen los peores resultados. En un estudio de más de
44,561 neonatos, sólo 14% de los que pesan percentil 1 al nacer
sobrevivió hasta el alta.
Desafortunadamente, los neonatos con crecimiento restringido
presentan malos resultados de la actividad motora,
cognitiva, del lenguaje y atención y del comportamiento
hasta la primera infancia y la adolescencia.
MORBILIDAD Y MORTALIDAD PERINATAL
Numerosos informes han descrito la maduración pulmonar
fetal acelerada en embarazos complicados asociados a la
restricción del crecimiento.
Una posible explicación es que el feto responde a un
ambiente estresado aumentando la secreción suprarrenal de
glucocorticoides, que conduce a la maduración acelerada
del pulmón fetal.
MADURACIÓN PULMONAR ACELERADA
Los factores de riesgo para el deterioro del crecimiento fetal
incluyen anomalías potenciales en la madre, el feto y la
placenta.
Muchas causas de disminución del crecimiento fetal son
factores de riesgo considerados prospectivamente, porque
el deterioro del crecimiento fetal no es consistente en todas
las mujeres afectadas.
FACTORES DE RIESGO.
Aumento de peso gestacional y nutrición.
El aumento de peso durante el segundo y tercer trimestre que
fue interior al recomendado, está asociado a neonatos con SGA
(Pequeños para edad gestacional) en mujeres de todas las
categorías de peso excepto obesidad clase II/III.
Los trastornos de la alimentación están relacionados
significativamente con mayores riesgos de bajo peso al nacer y
parto prematuro.
FACTORES DE RIESGO.
Aumento de peso gestacional y nutrición.
Parece que la restricción de alimentos a menos de 1 500
kcal/día afecta negativamente el crecimiento fetal
mínimamente.
No está claro si las mujeres desnutridas pueden beneficiarse de
los suplementos de micronutrientes. El ejercicio en el embarazo
puede ser beneficioso para el óptimo crecimiento del feto.
FACTORES DE RIESGO.
Temas sociales.
El efecto de la privación social sobre el peso al nacer está
interconectado con factores de estilo de vida como
fumar, alcohol o abuso de otras sustancias y mala
nutrición.
FACTORES DE RIESGO.
Enfermedad vascular y renal.
Especialmente cuando se complica con preeclampsia
superpuesta, la enfermedad vascular crónica
comúnmente causa restricción del crecimiento, la
enfermedad vascular en las primeras semanas del
embarazo se asoció con mayores tasas de preeclampsia,
neonatos SGA y parto antes de 34 semana
FACTORES DE RIESGO.
Enfermedad vascular y renal.
La insuficiencia renal crónica se asocia frecuentemente
con hipertensión subyacente y enfermedad vascular. Las
nefropatías suelen ir acompañadas de un crecimiento
fetal restringido.
FACTORES DE RIESGO.
Diabetes pregestacional.
La restricción del crecimiento fetal en los recién nacidos
de mujeres con diabetes puede estar relacionada con
malformaciones congénitas o puede seguir la privación
de sustrato derivada de enfermedad vascular materna
avanzada.
FACTORES DE RIESGO.
Diabetes pregestacional.
La prevalencia de enfermedad vascular grave asociada con
la diabetes en el embarazo es baja y el efecto primario de la
diabetes manifiesta, especialmente el tipo 1, es un
crecimiento excesivo del feto.
Adicionalmente, las mujeres con diabetes tipo 1 eran
significativamente menos propensas a dar a luz un neonato
SGA.
FACTORES DE RIESGO.
Hipoxia crónica.
Las afecciones asociadas a la hipoxia uteroplacentaria
crónica incluyen preeclampsia, hipertensión crónica, asma,
cardiopatía cianótica materna, tabaquismo y altitud.
Cuando están expuestos a un ambiente crónicamente
hipóxico, algunos fetos reducen significativamente el peso
al nacer.
FACTORES DE RIESGO.
Anemia.
En la mayoría de los casos, la anemia materna no
restringe el crecimiento fetal. Las excepciones incluyen
la enfermedad de células falciformes y algunas otras
anemias hereditarias.
Es importante destacar que la expansión recortada del
volumen sanguíneo materno está vinculada a la
restricción del crecimiento fetal.
FACTORES DE RIESGO.
Anomalías placentarias, del cordón umbilical y
uterinas.
Varias anormalidades placentarias pueden causar un
crecimiento fetal deficiente e incluyen desprendimiento
crónico de placenta, infarto extenso, corioangioma,
inserción del cordón umbilical, placenta previa y trombosis
de la arteria umbilical.
Se presume una falla de crecimiento en estos casos,
secundaria a la insuficiencia uteroplacentaria.
FACTORES DE RIESGO.
Anomalías placentarias, del cordón umbilical y
uterinas.
La implantación anormal de la placenta que conduce a
disfunción endotelial también puede limitar el
crecimiento fetal.
Si la placenta se implanta fuera del útero, el feto
generalmente tiene un crecimiento restringido.
Algunas malformaciones uterinas se han relacionado
con un deterioro del crecimiento fetal.
FACTORES DE RIESGO.
Gestación múltiple.
El embarazo con dos o más fetos es más propenso a
presentar complicaciones por crecimiento disminuido de
uno o más fetos en comparación con el embarazo único
normal.
FACTORES DE RIESGO.
Fármacos con efectos teratogénicos y fetales.
Varios medicamentos y sustancias químicas son capaces
de limitar el crecimiento fetal.
Algunos son teratogénicos y afectan al feto antes de
completarse la organogénesis. Otros continúan
ejerciendo efectos fetales después de que la
embriogénesis termina a las 8 semanas.
FACTORES DE RIESGO.
Fármacos con efectos teratogénicos y fetales.
Fumar cigarrillos, opioides y drogas afines, el alcohol y la
cocaína también pueden causar restricciones del
crecimiento, ya sea primariamente o disminuyendo la
ingesta de alimentos maternos.
FACTORES DE RIESGO.
Infecciones maternas y fetales.
Las infecciones virales, bacterianas, por protozoos y
espiroquetas han sido implicadas hasta en 5% de los casos
de restricción del crecimiento fetal.
Las más conocidas son la infección por rubéola y
citomegalovirus. Ambas promueven las calcificaciones en
el feto que están asociadas con la muerte celular, y la
infección en los primeros estadios del embarazo se
correlaciona con peores resultados
FACTORES DE RIESGO.
Infecciones maternas y fetales.
La tuberculosis y la sífilis también se han asociado con el
crecimiento fetal pobre. Tuberculosis, tanto extrapulmonar
como pulmonar, está relacionada con el bajo peso al nacer.
La etiología es incierta. Sin embargo, los efectos adversos
para la salud materna, agravados por los efectos de una
mala nutrición y la pobreza, son importantes
FACTORES DE RIESGO.
Infecciones maternas y fetales.
La sífilis congénita es más común y paradójicamente,
la placenta es casi siempre más grande y más pesada
debido a edema inflamación perivascular.
La sífilis congénita está muy vinculada con el
nacimiento prematuro y, por tanto, con los neonatos
de bajo peso al nacer.
FACTORES DE RIESGO.
Malformaciones congénitas.
Como regla general, cuanto más grave es la
malformación, cuanto más probable es que el feto
sea SGA. Esto es especialmente evidente en fetos
con anomalías cromosómicas o en aquellos con
malformaciones cardiovasculares graves.
FACTORES DE RIESGO.
El establecimiento precoz de la edad gestacional, la
determinación del aumento de peso materno y la
medición cuidadosa del crecimiento del fondo uterino a lo
largo del embarazo contribuye a identificar muchos casos
de crecimiento fetal anormal en mujeres de bajo riesgo.
RECONOCIMIENTO RCIU
En mujeres con factores de riesgo, se considera la
evaluación ecográfica seriada. Aunque la frecuencia de
examen varía dependiendo de las indicaciones, una cita
inicial para examen precoz, seguido de un examen en
las semanas 32 a 34, o cuando esté indicado
clínicamente de otra manera, identificará muchos fetos
con restricción del crecimiento.
Aun así, con frecuencia no puede realizarse el
diagnóstico definitivo hasta el parto.
RECONOCIMIENTO RCIU
Altura del fondo uterino.
Se recomiendan mediciones cuidadosas seriadas de
la altura del fondo como método de pesquisaje
simple, seguro, barato y razonablemente preciso para
detectar fetos con restricción de crecimiento.
Como herramienta de pesquisaje, su principal
inconveniente es la imprecisión. Las especificidades
fueron de 85 y 66%, respectivamente.
RECONOCIMIENTO RCIU.
Altura del fondo uterino.
Entre 18 y 30 semanas de gestación, la altura del
fondo uterino en centímetros coincide con la de las 2
semanas de edad gestacional.
Así, si la medida sobrepasa la altura esperada en más
de 2 a 3 cm, se sospecha crecimiento fetal
inadecuado y se considera la ecografía.
RECONOCIMIENTO RCIU.
Medición ecográfica.
Un punto de apoyo para la evaluación ecográfica
rutinaria de todos los embarazos es la oportunidad de
diagnosticar la restricción del crecimiento,
generalmente a las 16 a 20 semanas de gestación.
Cada vez más, se agrega un examen de primer
trimestre para establecer la edad gestacional e
identificar anomalías.
RECONOCIMIENTO RCIU.
Medición ecográfica.
Algunos entonces recomiendan repetir la evaluación
ecográfica a las 32 a 34 semanas para evaluar el
crecimiento fetal.
RECONOCIMIENTO RCIU.
Medición ecográfica.
Con la ecografía, el método más común para
identificar el crecimiento fetal deficiente es la
estimación del peso utilizando múltiples mediciones
biométricas fetales.
De las dimensiones, la medición de la longitud del
fémur es técnicamente la más fácil y la más
reproducible.
RECONOCIMIENTO RCIU.
Medición ecográfica.
Por último, las mediciones de la circunferencia
abdominal son más variables. Sin embargo, éstas son
con mayor frecuencia anormales con la restricción del
crecimiento fetal porque el tejido blando predomina
en esta dimensión.
La ecografía universal elevó la tasa de detección de
SGA de 20 a 57%
RECONOCIMIENTO RCIU.
Medición de volumen de líquido amniótico.
Desde hace mucho tiempo se reconoce la asociación
entre restricción patológica del crecimiento fetal y
los oligohidramnios.
La disminución del volumen de líquido amniótico
entre 24 y 34 semanas de gestación estaba
significativamente asociada a malformaciones.
RECONOCIMIENTO RCIU.
Medición de volumen de líquido amniótico.
En ausencia de malformaciones, se observó un peso
al nacer <3er. percentil en 37% de los embarazos con
oligohidramnios en 21%.
La hipoxia y la disminución del flujo sanguíneo renal
son explicaciones propuestas para los
oligohidramnios.
RECONOCIMIENTO RCIU.
La prevención de la restricción del crecimiento fetal,
idealmente, comienza antes de la concepción. Condiciones
médicas maternas, medicamentos y nutrición están
optimizados y el abandono del hábito de fumar es vital.
Las evaluaciones ecográficas seriadas se utilizan
normalmente, pero no se ha establecido claramente el mejor
intervalo entre las evaluaciones.
La datación precisa es esencial durante el embarazo
temprano.
PREVENCIÓN RCIU.
Si se sospecha restricción del crecimiento fetal, se hacen
esfuerzos para confirmar el diagnóstico, evaluar la
condición fetal y buscar posibles causas. La restricción
del crecimiento de inicio temprano es especialmente
problemática.
En los embarazos en los que se sospechan anomalías
fetales, se indican asesoramiento al paciente y pruebas de
diagnóstico prenatal.
MANEJO RCIU.
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (2015)
recomienda que los corticoesteroides prenatales para la
maduración pulmonar se administrarán a los embarazos
complicados por la restricción del crecimiento fetal y el
riesgo de nacimiento antes de las 34 semanas gestación.
El momento del parto es crucial, y se debe considerar los
riesgos de muerte fetal frente a los peligros del parto
prematuro.
MANEJO RCIU.
Manejo del feto cercano a término.
El parto de un feto con sospecha de crecimiento
restringido con velocimetría Doppler de la arteria umbilical
normal y volumen normal de líquido amniótico
probablemente pueda aplazarse hasta las 38 semanas de
gestación, la incertidumbre respecto al diagnóstico debe
excluir la intervención hasta que se asegure la madurez
pulmonar fetal.
MANEJO RCIU.
Manejo del feto cercano a término.
La mayoría de los clínicos, sin embargo, recomiendan
el parto a las 34 semanas o más si hay
oligohidramnios clínicamente significativos. Éstos
recomiendan el parto entre 34 y 37 semanas cuando
hay condiciones comórbidas como la presencia de
oligohidramnios.
MANEJO RCIU.
Manejo del feto alejado del término.
Si la restricción de crecimiento se identifica en un
feto anatómicamente normal antes de las 34
semanas, y si los hallazgos de la vigilancia del
volumen de líquido amniótico y fetal son normales,
se recomienda la observación.
MANEJO RCIU.
Manejo del feto alejado del término.
Mientras los resultados de la prueba de vigilancia fetal y
del crecimiento fetal a intervalos sean normales, se
permite que el embarazo continúe hasta que el feto
alcance la madurez pulmonar.
Con restricción de crecimiento alejada del término, no hay
tratamiento específico para mejorar la condición. En la
mayoría de los casos diagnosticados antes de término, no
hay una etiología, ni una terapia específica aparente.
MANEJO RCIU.
BIBLIOGRAFIA.
1. Gary C. Williams Obstetricia 25ed. McGraw-Hill;
2. MINSAL. Guías clínicas de atención de las principales morbilidades obstétricas en el segundo
nivel de atención [Internet]. 2005. Disponible en:
http://asp.salud.gob.sv/regulacion/pdf/derogados/guia_mobilidades_obtetricas_2nivel_P1.pdf