TRAS LA ERA COVID: DEL TRABAJO A LA AUTOMATIZACION.
1. 1
TRAS LA ERA COVID: DEL TRABAJO A LA AUTOMATIZACION.
Manfred Nolte
En la innovadora investigación promovida por El Club de Roma en 1996 titulada
“El dilema del Empleo: el futuro del trabajo”, sus autores, los profesores Orio
Giarinni y Patrick Liedtke de la Universidad de Ginebra realizaron un innovador
análisis del trabajo, al tiempo que auguraron cambios significativos en el mismo,
tantoen la esferadel trabajomonetizable y remunerado como del no remunerado
y no monetizable. Lo que en su tiempo fue un anticipo casi revolucionario sobre
su época, hoy es una obra que se lee con el afecto que conviene al tiempo y
circunstancias que lo acompañaron. Pero el progreso es imparable y las cosas
necesariamente cambian.
De la citada publicación pueden recogerse dos afirmaciones impactantes, sobre
las que no voy a hacer más referencia que su mera cita. “Eres tu trabajo” dice la
primera para enlazar con la segunda “si quieres destruir una persona, destruye
su trabajo”. Ambas son suficientes para definir la categoría excepcional de esta
actividad humana. No estan solo que el trabajo procure sustentoy bienestar, sino
que posee un atributo antropológico singular: ser vehículo de realización humana
y espiritual. El trabajo es un pilar en todas las civilizaciones.
Mirando al pasado, tan solo tres o cuatro décadas atrás, el mundo del trabajo se
hallaba encasillado en unos parámetros conceptuales que se venían arrastrando,
inalterados, desde el final de la segunda guerramundial. La incipiente revolución
digital ha supuesto en la ultima década la primera transformación seria de la
actividad laboral. Covid 19 ha multiplicado algunos de sus atributos recientes,
pero la digitalización acecha para introducir cambios exponenciales. ¿Cuál es el
panorama previsible que afectará al mundo del trabajo en la era post-Covid?
En lo que sigue se recoge el consenso de mercado, con especial atención a
distintas encuestas realizadas por empresas o Institutos especializados. Todas
ellas son ideas o mensajes que cobran notoria actualidad a medida que discurren
2. 2
las semanas y meses de la pandemia, bajo un común denominador: superación
del isomorfismo, la tendencia a continuar haciendo las cosas como siempre se
habían hecho, previniendo el cambio mental necesario para hacer las nuevas
cosas como realmente se deben hacer.
La primera y más coincidente de las expectativas consiste en la aceleración del
uso de las tecnologías. A diversos niveles, según estratos,desde la automatización
más modesta de los pequeños emprendedores hasta la adopción del ‘cloud
computing’, encriptación, inteligencia artificial, big data y comercio digital en las
demás ramas productivas. Esta irrupción tecnológica transformará trabajos y
habilidades en las empresas posiblemente reduciendo efectivos humanos y/o
recortando retribuciones o acudiendo a la subcontratación para trabajos
especializados, estimándose que en 2025 máquinas y humanos se harán cargo de
las tareas presentes a partes iguales. El efecto neto en el empleo es incierto, con
una pérdida estimada de 85 millones de puestos sustituidos por las máquinas,
que a su vez requerirán gestores que los interactúen hasta la cifra de 97 millones
y que serán nuevos puestos de trabajo. Las habilidades más demandadas en 2025
se refieran al pensamiento crítico y a la capacidad de solución de problemas, y
otras relacionadas con la gestión personal tales como aprendizaje activo, la
resiliencia o la tolerancia al estrés. También dominios como las matemáticas, la
física o la filosofía. Las necesidades de formación serán generalizadas para la
totalidad de las plantillas, pero diferirán entrelos activos y los desempleados. Los
desempleados se volcarán lógicamente en el aprendizaje de las habilidades
digitales carentes, como análisis de datos, informática y otras tecnologías de la
información.
Los empresarios asumirán en gran medida el trabajo en remoto, que podría
afectar hasta la mitad de sus efectivos, lo que conllevará adoptar nuevas técnicas
de gestión para asegurar la convivencia de toda la plantilla en una nueva
comunidad, refundando su sentido de pertenencia. La sabiduría convencional ha
entendido que las oficinas eran lugares críticos para la productividad, la cultura
de empresa y para ganar la batalla del talento. Esta percepción tendrá que
cambiar radicalmente. De acuerdo con una encuesta de McKinsey, el 80 por
ciento de las personas entrevistadas manifestaron que disfrutaban trabajando
desde sus casas, y un 41% pensaba que eran más productivos que antes.
Con la revolución digital irrumpirá la brecha digital. En ausencia de esfuerzos
proactivos, es muy probable que la desigualdad se vea agravada por el doble
impacto de la tecnología y la recesión pandémica. Un impacto notablemente más
alto que el producido por la crisis financiera de 2008. Justamente los salarios
más bajos, los jóvenes y las mujeres estarán en el universo de los más afectados.
La nueva era ampliará la existencia de los ‘minijobs’ o trabajos a tiempo parcial,
donde el mantra será la flexibilidad.
En este contextode cambios violentos, el sector público está llamado a ejercer su
función compensadora y beligerante de protección social, sobre todo respectode
aquellos trabajadores en paro y en situación de riesgo. Las políticas activas de
empleo deberían ser por primera vez en países como el nuestro, competentes y
efectivas. El marco público de la educación debería ir de la misma mano.
Determinadas inversiones estatales deberían ejercer un efecto tractor y crear
puesto de trabajo en la línea dinámica expresada, que es irreversible, generando
3. 3
programas de reentrenamiento tanto para mejorar las habilidades de los
trabajadores como para ofrecer oportunidades a los que de otro modo se
quedarían atrás.
Para muchos, la influencia del cambio tecnológico es tal que el futuro del trabajo
ha llegado ya.