Este documento proporciona una breve introducción a las principales patologías reumatológicas como la artritis, artrosis y osteoporosis. Luego se centra en el manejo de la monoartritis aguda, describiendo la anamnesis, exploración física y pruebas complementarias necesarias para su diagnóstico y tratamiento. También describe el tratamiento no farmacológico y farmacológico de la artrosis, así como el diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis.
1. Artritis, Atrosis y
Osteoporosis
J o s e M a r í a E r r e a A l b i o l
S a r a S á n c h e z C a s a s
Manejo y tratamiento
Breve resumen de las principales patologías
reumatológicas en la población junto con su manejo
en dependencia de cada una y su tratamiento tanto
en el servicio de Urgencias como en la consulta de
Atencion Primaria.
3. 2
INTRODUCCIÓN
La artritis se conoce literalmente como la inflamación
de las articulaciones.
Dentro de la misma se conocen distintos tipos, muy
diferentes entre ellos en cuanto a causalidad y
tratamiento, si bien su fisiopatología no difiere entre
ellas.
Además, existen más de 100 tipos diferentes de
artritis y enfermedades asociadas, entre las que se
incluyen enfermedades que afectan los huesos, los
músculos, las articulaciones y el tejido conectivo.
Los síntomas más frecuentes relacionados con esta
patología son larigidez, el calor, la inflamación y la
dificultad y dolor a la movilización de la articulación o
las articulaciones.
Los tipos más frecuentes e importantes que debemos conocer son:
1 -. Artrosis, la más frecuente en nuestro medio.
2 -. Artritis infecciosa
3 -. Artritis Reumatoide
4 -. Espondiloartritis
5 -. Artritis por microcristales
6 -. Artritis secundarias a enfermedades autoinmunes: LES, Esclerodermia,
amiloidosis…
7 -. Fibromialgia
8 -. Osteoporosis
Dentro de todas ellas solo nos centraremos en la artritis monoarticular de origen
agudo y no secundaria a otras patologías, puesto que puede ser una Urgencia tanto de
Centro de Salud como Hospitalaria y hemos de conocer su manejo.
En la Artrosis por ser la artritis más frecuente y por tanto que más veremos en la
consulta.
Y por último la osteoporosis por el aumento de su incidencia y los tan poco conocidos
métodos diagnósticos, de seguimiento y fármacos biológicos que se utilizan
actualmente.
MONOARTRITIS AGUDA
Se caracteriza por la presencia de calor, dolor e inflación de una sola articulación.
Se trata de una monoartritis aguda si su duración es menor de 6 semanas, y crónica si
excede ese tiempo.
4. 3
Antes de nada, lo primero que debemos hacer ante un paciente con dolor en una
articulación aislada es diferenciar entre este mismo dolor y el de tipo musculo-
esquelético. Por ello es fundamental realizar una exploración traumatológica y de
partes blandas completa y exhaustiva. Para discriminar entre uno y otro podemos
observar que en el dolor articular este permanece tanto en la movilización activa como
pasiva, mientras que el dolor periarticular no aparece con la movilización pasiva.
Una vez constatado que el dolor es de tipo articular comenzamos con el manejo del
mismo.
1º. Anamnesis.
Fundamental la buena exploración de la historia clínica del paciente con respecto a
este nuevo episodio, no debemos olvidar preguntar:
- Antecedentes personales:
o Enfermedades importantes de carácter autoinmune o que estén
relacionadas con episodios de artritis.
o Antecedentes familiares de enfermedades reumáticas o inflamatorias.
o Episodios previos anteriores.
o Historia de traumatismo o sobresfuerzo: tipo de trabajo que realiza, si
tiene personas dependientes a su cargo.
o Tratamiento farmacológico habitual.
o Factores de riesgo predisponentes a agentes infecciosos no habituales
(inmunodeprimidos, ADVP, contacto sexual de riesgo…).
o Historia de infecciones previas, contactos sexuales de riesgo,
manipulaciones dentales o urológicas y viajes recientes a regiones
endémicas.
- Características del dolor:
o Donde se encuentra localizado: la artritis de tipo infeccioso tiende a
afectar más a grandes articulaciones.
o Cuando comenzó el dolor: las características agudas (< 6 semanas) nos
orientaran más hacia en tipo infeccioso.
o Presencia o no de factores desencadenantes: traumatismos o procesos
previos en esa articulación
o Características del dolor: si es de tipo inflamatorio o mecánico.
o Curso: si se trata del primer episodio o son frecuentes los brotes o
reagudizaciones de este tipo.
- Síntomasextra-articulares:
o Hemos de interrogar sobre la presencia de otra sintomatología general
que nos puede ser de ayuda, sobre todo:
LESIONES DE SOSPECHA
Lesiones digestivas
-. Ulceras orales: Behçet, Reiter, LES
-. Diarrea: EII, Whipple, ArtritisReactiva
-. Disfagia: Esclerosis
-. Xerostomia: Sjogren
Lesiones oculares
-. Uveitis: Artritis Psoriásica, Behçet, ACJ, Sarcoidosis
-. Qereatoconjuntivitis: Sjogren, LE, AR
-. Epiescleritis: AR
-. Visión borrosa: Arteritis de la temporal
-. Xeroftalmia: Sjogren
5. 4
Lesiones cutáneas
-. Psoriasis
-. Eritema nodoso: EII, Behçet, fármacos
-. Tofos: gota
-. Nódulos subcutáneos: AR
-. Eritema en heliotropo: Dermatomiositis
Lesiones urogenitales -. Úlceras: Behçet, Reiter, LES.
-. Uretritis: Reiter
2º Exploración física.
- Inspección: signos inflamatorios en la articulación.
- Palpación: determinar si existe o no derrame con la maniobra de peloteo
rotuliano.
- Movilidad articular: explorar tanto la activa como la pasiva, la alteración de
ambas nos indica afectación más de tipo articular.
- Exploración por aparatos: con Auscultación cardiopulmonar, exploración
orofaríngea, palpación abdominal, y determinación de constantes,
especialmente de la temperatura.
3º Pruebas Complementarias.
Ante sospecha de artritis de tipo agudo y sugestiva de infecciosa hemos de realizar:
- Analítica sanguínea: se han de solicitar siempre hemograma, reactantes de fase
aguda (VSG y PCR), bioquímica sanguínea (función renal, perfil hepático y ácido
úrico) y coagulación.
- Análisis del líquido sinovial:
- En función de la sospecha clínica será necesario
solicitar además:
o Paciente sexualmente activo: valorar
cultivos lesiones cutáneas, cultivo
orofaríngeo, uretral o rectal según
corresponda (descartar Gonococo).
o Si el líquido articular parece
inflamatorio: valorar solicitar
hemocultivos.
6. 5
o En situaciones de líquido inflamatorio donde se sospeche debut de
poliartritis puede ser necesario solicitar:
Factor reumatoide (FR) anticuerposantipéptidoscitrulinado.
Anticuerpos antinucleares (ANA) si sospecha de LES.
HLA-B27 si se sospecha de espondiloartritis.
- Pruebas de imagen: solicitar radiografía de la articulación afecta, así como de la
contralateral para su comparación. La ecografía sería la prueba de elección y
más adecuada de cara a la Urgencia, si bien a veces no es posible su realización
de manera Urgente.
En caso de encontrarnos anteunamonoartritisinfecciosa de tipo bacterianola clínica
tendrá un inicio agudo y progresivo a lo largo de los días, caracterizado por una
marcada tumefacción articular, asociando signos inflamatorios muy llamativos, con
dolor articular intenso (incluso en reposo), hinchazón, calor e impotencia funcional.
En ocasiones cursa con síntomas sistémicos como fiebre y deterioro del estado
general.
Suele afectar a articulaciones de gran tamaño, el 50% de las veces suele afectar a la
rodilla, aunque también puede aparecer en muñecas, tobillos o caderas.
En caso de etiología gonocócica el cuadro se presenta inicialmente como una artralgia
migratoria con lesión cutánea, pudiendo evolucionar posteriormente a un cuadro de
artritis séptica monoarticular.
En este caso, la prueba diagnóstica definitiva sería
el cultivo de la bacteria en el líquido sinovial
además de las características macroscópicas del
mismo (aspecto opaco, tinción positiva, >20000
PMN).
Asimismo, en la analítica observaríamos
leucocitosis y aumento de los reactantes de fase
aguda.
En el contexto de la artritis séptica debida a
Staphylococcusaureus, la ecocardiografía estaría
justificada para evaluar la endocarditis infecciosa en
pacientes con valvulopatía conocida y/o afectación
poliarticular, en ausencia de una fuente clara de
infección y no de carácter Urgente.
En cuanto al tratamiento, este ha de ser
hospitalario ya que requiere terapia antibiótica y
drenaje articular.
Por lo general, la duración del tratamiento por vía
parenteral sería de al menos unos 14 días seguido
de terapia oral otros 14 días.
A) Líquido normal o mecánico
B) Líquido inflamatorio
C) Líquido hemorrágico
D) Líquido séptico
7. 6
El tratamiento antibiótico irá determinado por el antiobiograma del líquido sinovial
extraído, aquí se encuentran los principales antibióticos y sus dosis en dependencia de
la bacteria encontrada:
En caso de no disponer de resultados de antibiograma del líquido sinovial, a la hora de
establecer un tratamiento empírico tendremos en cuenta:
Factores de riesgo para SARM comunitario → Vancomicina.
Sin factores de riesgo para SARM → Cloxacilina.
Alergia a vancomicina → Daptomicina o Linezolid.
Factores de riesgo para BGN → Ceftriaxona.
Factores de riesgo para Pseudomonasspp → Ceftazidima + Gentamicina.
Alergia a betalactámicos → ciprofloxacino + gentamicina.
Aquí dejamos un esquema sobre cómo se ha de actuar ante una monoartritis aguda
8. 7
ARTROSIS
La Artrosis u Osteoartritis es la artritis más frecuente en nuestro medio y un motivo
frecuente tanto de consulta de Atención Primaria como de interconsulta con otras
especialidades.
El envejecimiento cada vez más evidente de la población ha provocado el aumento de
la incidencia de esta patología, convirtiéndola en un problema reiterado para nosotros,
sobre todo en cuanto al manejo del dolor que esta provoca en nuestros pacientes.
Sin embargo y, aunque se da más en personas mayores, se cree que esta no es el
resultado de un simple proceso de envejecimiento sino de cambios bioquímicos y
tensiones biomecánicas en los que cartílago, hueso subcondral y sinovial tienen un
papel clave.
Su localización es muy variada, generalmente la prevalencia de artrosis clínica de
rodilla en personas de más de 60 años es del 12,2%, significativamente mayor en las
mujeres (14,9%) que en los hombres (8,7%). La de la artrosis de cadera es del 7,4%,
también algo superior en la mujer (8,0%).
La prevalencia radiológica es muy superior: alrededor del 25% para la artrosis de
cadera y del 30% para la de rodilla en sujetos en la sexta década de vida.
Como ya es sabido, muchas veces la radiología de la misma no se corresponde con la
clínica que el paciente nos refiere. La artrosis más deformante puede no ser muy
dolorosa mientras que una incipiente puede hacer acudir al paciente de manera
constante a nosotrospara el control de su dolor.
Los síntomas de la artrosis varían según las articulaciones afectadas, los principales
son:
- Dolor que se agudiza con el uso de la articulación, empeora a lo largo del día y
mejora en reposo (características mecánicas). Es el síntoma principal que hace
sospechar la existencia de artrosis sobre todo en personas de más de 40 años.
Su inicio suele ser insidioso, al principio fluctuante, se hace más persistente a
medida que avanza la enfermedad. Cuando aparece en reposo o despierta al
9. 8
paciente deben descartarse otros procesos, aunque puede ocurrir también en
artrosis avanzadas.
- Rigidez ligera de predominio matutino o tras un período de inactividad.
- Incapacidad funcional, que puede ocasionar problemas para la deambulación o
la realización de ABVD.
Para su diagnóstico la prueba más rentable es la radiografía simple de la articulación
afectada junto con la clínica tan sugestiva que la acompaña.
Los hallazgos radiológicos más típicos incluyen:
-. Estrechamiento del espacio articular.
-. Formación de osteofitos.
-. Desarrollo de esclerosis y quistes subcondrales
10. 9
Tratamiento
1º No farmacológico.
Es fundamental que aquellos pacientes que padecen de esta patología entiendan lo
fundamenta que son estas medidas.
-. Control de los factores de riesgo modificables: OBESIDAD, importante que aquellos
pacientes obesos pierdan peso ya que esto ayudará a mejorar tanto su Riesgo
Cardiovascular como el peso que ponen en la articulación en caso de que esta sea de
carga, generalmente las más afectadas (cadera y rodillas).
-. Ejercicio físico: debe llevarse a cabo de manera que se reduzca al mínimo la
posibilidad de lesiones y evitando los deportes de contacto. Se debe recomendar un
programa personalizado, de inicio gradual y con ejercicios de bajo impacto (caminar,
andar en bicicleta o nadar) complementados con ejercicios de fortalecimiento del
cuádriceps en el caso de la artrosis de rodilla.
2º Farmacológico
Debe emplearse si el alivio del dolor no es satisfactorio con las medidas anteriores.
-. AINES/PARACETAMOL: Las presentaciones tópicas son la primera elección
especialmente en artrosis leve debido a la presencia frecuente de condiciones
comórbidas en este tipo de pacientes y a los comunes efectos secundarios de los
tratamientos sistémicos.
En cuanto al tratamiento oral, la elección del AINE varía en función de una variedad de
factores tales como las comorbilidades del paciente o el perfil de efectos adversos. En
pacientes que no precisan AINEs selectivos, solemos iniciar tratamiento con
naproxeno, diclofenaco o ibuprofeno. En un metaanálisis de 2015 de datos de 137
ensayos aleatorios se descubrió que todos los AINE examinados eran más efectivos
para la reducción del dolor en comparación con el paracetamol (evidencia 2B).
Sin embargo, debemos ser conscientes de que el uso de AINEs se asocia con un mayor
riesgo de:
- Eventos cardiovasculares adversos: infarto agudo de miocardio, accidente
cerebrovascular, insuficiencia cardíaca o elevación de la presión arterial entre otros.
- Gastropatía, por ejemplo esofagitis, erosiones y úlceras.
- Iniciar o empeorar una insuficiencia renal.
- Inhibir reversiblemente el funcionamiento plaquetario, pudiendo afectar a
los efectos cardioprotectores de la aspirina
En definitiva, todos los estudios concluyen que debido a los efectos adversos en su
administración crónica, utilizaremos los AINEs en la dosis y duración más bajas posibles
en pacientes sin contraindicaciones y con síntomas menos graves.
-. Capsaicina local: se trata de una sustancia que se obtiene de un tipo de guindillas.
Inicialmente genera un efecto de irritación, de picor, de escozor, que, posteriormente,
11. 10
se acompaña de pérdida de sensibilidad de forma prolongada. Puede resultar útil si el
dolor es muy localizado.
-. Infiltraciones con glucocorticoides, pueden ser útiles cada 3 meses en pacientes en
los que son efectivas. Se infiltran glucocorticoides (Triamcinolonaacetónido) y un
anestésico local (Mepivacaina). La relación y la cantidad dependerá de qué articulación
se vaya a infiltrar.
-. Opioides menores y asociados.
Muchas veces el dolor no se mitiga únicamente con tratamiento con AINEs, de manera
que hemos de pasar al siguiente escalón en la escalera analgésica y este son los
Opioides menores.
El más usado en nuestro entorno es el Tramadol y podemos encontrarlo en solitario
con el nombre de ADOLONTA
O asociado:Tramadol + Dexketoprofeno -> ENANPLUS o Tramadol + Paracetamol ->
DILIBAN, PAZITAL, PONTALSIC, CAPTOR, CLANDERON.
-. Opioides mayores.
Morfina -> DOLQ, MST, ORAMORPH, SEVREDOL.
Tapentadol -> PALEXIA, YANTIL.
Se trata analgésico opioide de acción central de la clase benzenoide con un modo de
acción dual como agonista del receptor opioide μ y como inhibidor de la recaptación
de noradrenalina.
Podemos encontrarlo en formas de liberación prolongada para control del dolor
crónico intenso y en formas de liberación inmediata, para alivio del dolor agudo
moderado a intenso en adultos, que sólo se puede tratar adecuadamente con un
analgésico opioide.
En el caso de los opioides, sobre todo los mayores, debemos tener en cuenta que estos
pueden provocar diferentes efectos secundarios, que se agravan cuanto más potente
sea el fármaco, mayor dosis se tome y más envejecido sea el paciente. De tal manera,
no son aconsejables estos últimos en gente mayor, aunque aún así son utilizados con
determinada frecuencia. Hemos de avisar siempre a nuestros pacientes de que este
tipo de fármacos pueden producir náuseas, vómitos o estreñimiento a fin de que no
cesen su toma en caso de aparecer estos síntomas.
12. 11
OSTEOPOROSIS
La osteoporosis se caracteriza por una baja masa ósea, alteración micro-arquitectural y
fragilidad esquelética, lo que resulta en una disminución de la resistencia ósea y un
mayor riesgo de fractura. La disminución de la resistencia ósea está relacionada con
muchos otros factores además de la densidad mineral ósea (DMO), incluidas las tasas
de formación y resorción ósea (recambio), la geometría ósea (tamaño y forma del
hueso) y la microarquitectura. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido
los umbrales de diagnóstico para la baja masa ósea y la osteoporosis en función de las
mediciones de DMO en comparación con una población de referencia de adultos
jóvenes (puntuación T).
Pérdida trabecular secuencial como se muestra en el examen histológico de muestras
de hueso; las trabéculas verticales se muestran en amarillo, la horizontal en azul
verdoso.
(A) Hombre normal de 50 años con una red trabecular continua casi perfecta
(B) Hombre de 58 años con adelgazamiento de las trabéculas horizontales y cierta
pérdida de continuidad.
(C) Hombre de 76 años con adelgazamiento continuo de las trabéculas horizontales y
una separación más amplia de las estructuras verticales.
(D) Mujer de 87 años con desglose avanzado de toda la red que muestra trabéculas
verticales sin soporte.
Los paneles C y D representan el grado de pérdida de masa ósea y el deterioro micro-
arquitectural que generalmente se define como osteoporosis.
Si bien es menos común en hombres que en mujeres, más de 5,5 millones de hombres
en Europa tienen baja masa ósea u osteoporosis (frente a 22 millones de mujeres). La
13. 12
tasa de mortalidad asociada con fracturas de cadera, así como las fracturas vertebrales
y otras fracturas mayores, es mayor en hombres que en mujeres; en parte, esto está
relacionado con la edad avanzada y un mayor número de afecciones comórbidas en el
momento de la fractura.
DIAGNÓSTICO
La osteoporosis se caracteriza por baja masa ósea, alteración micro-arquitectural y
aumento de la fragilidad esquelética. Se puede hacer un diagnóstico clínico de
osteoporosis en presencia de:
- Fractura por fragilidad. Son aquellas que ocurren espontáneamente o por un trauma
menor, como una caída desde una altura de pie o menos. Se puede hacer un
diagnóstico clínico de osteoporosis en presencia de una fractura por fragilidad,
particularmente en la columna vertebral (zona más frecuente, por compresión), la
cadera, la muñeca, el húmero, las costillas y la pelvis.
Ciertas ubicaciones esqueléticas, como el cráneo, la columna cervical, las manos, los
pies y los tobillos, no están asociadas con fracturas por fragilidad. Las fracturas por
estrés tampoco se consideran fracturas por fragilidad, ya que se deben a lesiones
repetitivas.
- T-score ≤-2.5 desviaciones estándar (SD) en cualquier sitio basado en la medición de
densidad mineral ósea (DMO) por absorciometría de rayos X de energía dual (DXA).
Densidad mineral ósea: en ausencia de una fractura por fragilidad, la evaluación de la
DMO por DXA es la prueba estándar para diagnosticar la osteoporosis, según la
clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
14. 13
T-score: la OMS estableció una clasificación de DMO (por DXA) de acuerdo con una
población de referencia de adultos jóvenes (T-score).
- Una puntuación T de DMO que es 2.5 SD o más por debajo de la DMO media de un
adulto joven se define como osteoporosis, siempre que se hayan descartado otras
causas de baja DMO (como la osteomalacia).
- Una puntuación T que está entre 1 y 2.5 DE por debajo de la media del adulto joven
se denomina masa ósea baja (osteopenia).
- La densidad ósea normal se define como un valor dentro de 1 DE del valor medio en
la población de referencia de adultos jóvenes.
Las personas con puntajes T de ≤-2.5 tienen el mayor riesgo de fractura. Sin embargo,
hay más fracturas en pacientes con un puntaje T entre -1 y -2.5 porque hay muchos
más pacientes en esta categoría.
Z-score - El Z-score es una comparación de la densidad mineral ósea del paciente a
una población de la misma edad. Una puntuación Z de -2 o inferior se considera por
debajo del rango esperado para la edad. Por lo tanto, la presencia de valores de Z-
score más de 2 SD por debajo de la media debe provocar un escrutinio cuidadoso de
problemas coexistentes (p. Ej., Terapia con glucocorticoides o alcoholismo) que
pueden contribuir a la osteoporosis.
15. 14
Aplicabilidad de los criterios de la OMS: los umbrales de la Organización Mundial de
la Salud (OMS) se eligieron en función del riesgo de fractura en mujeres caucásicas
posmenopáusicas. Los valores umbral de diagnóstico similares para los hombres están
menos definidos, aunque para cualquier DMO dada, el riesgo de fractura ajustado por
edad es similar en hombres y mujeres:
Mujeres y hombres posmenopáusicos ≥50 años: el ISCD recomienda que los
criterios de la OMS se utilicen en mujeres posmenopáusicas y en hombres de
50 años o más.
Mujeres y hombres premenopáusicos <50 años: el ISCD no recomienda la
utilización de los criterios de la OMS, porque la relación entre la DMO y el
riesgo de fractura no es la misma en hombres y mujeres más jóvenes.
Niños: la clasificación de la OMS no debe utilizarse en niños ya que no se
puede hacer un diagnóstico de osteoporosis en un niño basándose únicamente
en criterios densitométricos. Deben usarse los puntajes Z, no los puntajes T, ya
que no es apropiado comparar la DMO de alguien que aún no ha alcanzado la
masa ósea máxima con la de un adulto que sí lo ha hecho.
Método de medición de la DMO: existen varios métodos diferentes para medir la
densidad mineral ósea (DMO). DXA es la mejor herramienta clínica disponible para el
diagnóstico de osteoporosis y para controlar los cambios en la DMO a lo largo del
tiempo. La técnica se basa en medir la transmisión de un haz de fotones de rayos X con
dos picos de energía a través del cuerpo del paciente, lo que permite evaluar el
contenido en calcio, y por tanto el mineral óseo.
Sitio de medición: en las mujeres que son candidatas para la prueba de DMO,
sugerimos mediciones de DXA de la columna vertebral y la cadera porque las fracturas
en estos sitios tienen el mayor impacto en la salud de los pacientes. La medición de la
DMO de cadera también tiene el valor predictivo más alto para la fractura de cadera.
Además, si se planifica la terapia farmacológica, la medición de la DMO de la columna
16. 15
vertebral es útil ya que muestra menos variabilidad y puede detectar respuestas a la
terapia antes que la DMO de la cadera. Realizamos el diagnóstico de acuerdo con la
puntuación T más baja medida.
El estándar de referencia para fines de diagnóstico es DXA en la cadera (cuello femoral
o cadera total).
Como otro medio para el diagnóstico de osteoporosis, la National Bone Health Alliance
afirma que se puede hacer un diagnóstico clínico de osteoporosis si existe un riesgo
elevado y claro de fractura. En los Estados Unidos, por ejemplo, se puede hacer un
diagnóstico clínico de osteoporosis cuando la herramienta de evaluación de riesgo de
fractura (FRAX) de 10 años de probabilidad de fractura osteoporótica mayor es ≥20 %
o la probabilidad de 10 años de fractura de cadera es ≥3%.
Todas las mujeres posmenopáusicas con osteoporosis deben hacerse una evaluación.
TRATAMIENTO OSTEOPOROSIS
El tratamiento de la osteoporosis consiste en medidas del estilo de vida y terapia
farmacológica. A continuación exponemos una descripción general actualizada de las
medidas que empleamos a día de hoy.
- Estilo de vida:
Estas medidas deben adoptarse universalmente para reducir la pérdida ósea ya sea
tanto en mujeres como hombres. Incluyen la ingesta de calcio y vitamina D adecuados,
el ejercicio físico, dejar de fumar (el tabaco ha demostrado acelerar la pérdida ósea),
asesoramiento sobre la prevención de caídas y evitar el consumo excesivo de alcohol.
En cuanto a la ingesta de calcio, si se toman aproximadamente 1200 mg al día no es
necesario tomar suplementos dietéticos. Existe una considerable controversia en
torno a los efectos de los suplementos de calcio sobre el riesgo de enfermedad
cardiovascular.
En cuanto a vitamina D, se recomienda que tanto las mujeres posmenopáusicas como
los hombres mayores de 71 años consuman 800 unidades internacionales al día. Aquí
exponemos una lista de los principales alimentos que contienen vitamina D.
17. 16
El ejercicio también ha demostrado una reducción significativa del riesgo de fracturas
en pacientes con osteoporosis. En un metanálisis de 10 ensayos, el ejercicio redujo la
aparición de fracturas generales en adultos mayores (4.8 versus 10.9 por ciento en el
grupo control; riesgo relativo [RR] 0.49, IC 95% 0.31-0.76). No hay datos que
demuestren que a mayor intensidad del ejercicio mayor reducción, pero en líneas
generales, se aconseja un ejercicio físico moderado durante 30 minutos al menos tres
veces por semana.
- Tratamiento farmacológico:
En primer lugar, dado el carácter progresivo del inicio de la enfermedad, es necesario
valor qué pacientes son candidatos a comenzar el tratamiento farmacológico. Hemos
tomado las recomendaciones de la fundación nacional de osteoporosis, son las
siguientes:
Pautas para la intervención farmacológica en mujeres posmenopáusicas y hombres
≥50 años de edad
Historia de fractura de cadera o vertebral.
T-score ≤-2.5 (DXA) en el cuello o la columna femoral, después de una evaluación
adecuada para excluir causas secundarias.
T-score entre -1 y -2.5 en el cuello o la columna femoral, y una probabilidad de fractura
de cadera a 10 años ≥3 por ciento o una probabilidad de 10 años de cualquier fractura
mayor relacionada con osteoporosis ≥20 por ciento según los Estados Unidos.
18. 17
- Bifosfonatos. Son la terapia inicial de elección tanto para hombres como para
mujeres, por su eficacia, costo favorable y la disponibilidad de datos de seguridad a
largo plazo. Alendronato (binosto, adrovance, fosavance, fosamax), risedronato (acrel,
actonel), ibandronato (bondronat, bonviva) y ácido zoledrónico son efectivos tanto
para la prevención como para el tratamiento de la osteoporosis. Aumentan la masa
ósea y reducen el riesgo de fracturas.
Sin embargo, los bifosfonatos no están exentos de contraindicaciones, ya que no
pueden tomarlos aquellos pacientes con trastornos esofágicos, intolerancia
gastrointestinal, antecedentes de cirugía bariátrica o aquellas personas con
enfermedad renal crónica que presenten un filtrado glomerular inferior a 30 ml/min.
- Denosumab (Prolia, Xgeva). No se considera como terapia inicial del tratamiento de
la mayoría de los pacientes con osteoporosis. En varios ensayos el denosumab
demostró que mejora la DMO y reduce la incidencia de nuevas fracturas en mujeres
19. 18
posmenopáusicas (no ha demostrado dicha reducción en hombres, salvo en aquellos
con cáncer de próstata que reciben terapia de privación de andrógenos).
Sin embargo, los datos emergentes han generado preocupación sobre el mayor riesgo
de fractura vertebral después de la interrupción de denosumab. Si se suspende, se
recomienda administrar una terapia alternativa (generalmente un bisfosfonato) para
prevenir la pérdida ósea rápida y la fractura vertebral.
En base a los datos de un ensayo clínico y de una revisión sistemática, ambos
publicados en 2017, el tratamiento continuado con denosumab durante 10 años
parece ser seguro y eficaz. Todos los documentos consultados recomiendan que el
paciente tome el tratamiento con denosumab de forma continuada, sin “vacaciones
farmacológicas”, pues si se detiene el tratamiento parece haber una rápida pérdida
ósea; este efecto motiva también que ante la decisión de suspender el denosumab se
proponga continuar con agentes antirresortivos alternativos para mantener la
densidad mineral ósea (DMO) estable).
- Moduladores selectivos del receptor de estrógenos (SERM): pueden desempeñar un
papel importante en la selección de mujeres posmenopáusicas para la terapia,
incluidos los posibles efectos beneficiosos sobre la reducción del riesgo de cáncer de
mama, pero un aumento en los eventos tromboembólicos y posiblemente sofocos, y
no aparente efecto sobre la enfermedad cardíaca o el endometrio. El raloxifeno
(evista, optruma) inhibe la resorción ósea y reduce el riesgo de fractura vertebral, y es
nuestro SERM de elección porque tiene datos de seguridad y eficacia de ocho años y
también reduce el riesgo de cáncer de mama. Generalmente se elige para la
osteoporosis cuando existe una necesidad independiente de profilaxis contra el cáncer
de mama.
- Agentes anabólicos: hormona paratiroidea y análogo proteico de la misma. Los
agentes anabólicos teriparatida y abaloparatida no son fármacos de primera elección.
Tienen indicación en osteoporosis severa (<-3.5 puntación en T-Score o <-2 asociado a
una fractura vertebral). Su mecanismo es estimular la formación y activar la
remodelación ósea.
El romosozumab es un agente anabólico aprobado por la FDA en 2019 basado en
ensayos que muestran una reducción de las fracturas vertebrales y no vertebrales en
comparación con placebo o con alendronato.
20. 19
Duración del tratamiento
No se ha establecido la duración óptima del tratamiento antirresortivo para la
osteoporosis (incluyendo denosumab y bifosfonatos). La necesidad de continuar con el
tratamiento debe ser reevaluada periódicamente considerando los beneficios y riesgos
potenciales de denosumab para cada paciente de forma individualizada, sobre todo
tras 5 o más años de uso.
El tratamiento con antirresortivos a largo plazo (incluyendo denosumab y bifosfonatos)
puede contribuir al incremento del riesgo de aparición de acontecimientos adversos
como osteonecrosis mandibular y fracturas atípicas de fémur debido a la marcada
supresión del remodelado óseo.
21. 20
BIBLIOGRAFÍA
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