La Ley 30 se ocupó del tema del Sistema Universitario Estatal. En efecto, los legisladores le dieron al Sistema Universitario Nacional (SUE) atención y lo incluyeron en un capítulo de dicha ley, lo que claramente hace del SUE un asunto importante dentro de la norma al ameritar un apartado especial. Han pasado desde entonces más de 20 años, tiempo ya más que prudencial para retomar el tema y valorar avances y retos, y poner en perspectiva la pertinencia del SUE y la experiencia vivida, que claramente contrasta con la voluntad del legislador.
Sistema Universitario Estatal: oportunidad para optimizar recursos y elevar calidad de la educación superior pública
1. 1
El Sistema Universitario Estatal (SUE): mandato, desafío e importante
oportunidad para la Educación Superior Pública.1
Por: Laura Casas Gutiérrez y Jorge Hernán Cárdenas S.
La Ley 30 y el Sistema Universitario Estatal
La Ley 30 se ocupó del tema del Sistema Universitario Estatal. En efecto, los
legisladores le dieron al Sistema Universitario Nacional (SUE) atención y lo
incluyeron en un capítulo de dicha ley, lo que claramente hace del SUE un asunto
importante dentro de la norma al ameritar un apartado especial. Han pasado
desde entonces más de 20 años, tiempo ya más que prudencial para retomar el
tema y valorar avances y retos, y poner en perspectiva la pertinencia del SUE y la
experiencia vivida, que claramente contrasta con la voluntad del legislador.
Las finalidades del SUE invitaban a encontrar formas innovadoras para usar de la
mejor forma todos los recursos de la educación superior. Los legisladores fueron
claros en el objeto de un Sistema Universitario Estatal, integrando todas
universidades públicas del país, con el fin de:
“Racionalizar y optimizar los recursos humanos, físicos y técnicos y
financieros; implementar la transferencia de estudiantes, el intercambio de
docentes, la creación o fusión de programas académicos y de investigación,
la creación de programas académicos conjuntos; y crear condiciones para
la realización de evaluación en las instituciones pertenecientes al sistema”.
El desarrollo de la Ley 30 en materia de SUE, sin embargo, ha sido muy limitado.
Particularmente los desarrollos son derivados exclusivamente del artículo 87 de la
Ley 30. Es decir, el SUE suele circunscribir a cómo distribuir recursos adicionales
dentro de los entes universitarios autónomos. Pero el SUE no ha tenido un
desarrollo especial en movilidad, en creación de programas conjuntos, ni en
procurar una especialización y colaboración entre las instituciones, o en procurar
formas innovadoras de trabajo colaborativo. Así mismo, no hay una
reglamentación particular para su funcionamiento.
La especialización de las instituciones públicas de Educación Superior se ha dado
espontáneamente, pero no es el resultado de un determinado énfasis normativo.
Tampoco se conocen reglamentaciones posteriores y desarrollos normativos del
MEN ulteriores de la Ley 30. Según el artículo 82, estas acciones quedan en
cabeza del Ministerio de Educación Nacional (MEN). La facultad para reglamentar
1
Este texto se preparó para el Observatorio de la Educación Superior del país, atendiendo amable invitación
de Carlos Mario Lopera. Se presenta para contribuir al debate de la educación Superior Publica del país y
sus retos.
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el SUE no se ha ejercido cabalmente, con la excepción de la formula de
repartición de los recursos, donde el trabajo si ha sido considerable e importante.
En virtud de lo anterior, el SUE sería una realidad si pudiesen evidenciarse
algunos de los siguientes puntos:
Transferencia fácil de estudiantes, siempre y cuando se excedan y/o
cumplan estándares y niveles de calidad predefinidos.
Convenios agiles para la pasantía y movilidad de profesores, que permitan
su desarrollo y el servicio a instituciones del sistema.
Existencia de programas académicos conjuntos, que evidencien trabajo
colaborativo y trabajos de investigación conjunto
Algún modelo de evaluación entre las instituciones para garantizar su
interoperabilidad.
La conclusión es que en estos 20 años el desarrollo del SUE es mínimo. Tampoco
puede inferirse que hay que proponer un SUE a toda costa, pues las instituciones
son disimiles, pero justamente por ser tan diferentes se crea un espacio para
colaborar.
El SUE podría afianzar su razón de ser en procurar incentivos a la alta calidad.
Por ejemplo, movilidad para estudiantes con mayor ICFES y alto rendimiento
académico; movilidad de profesores de los centros más avanzados a los de menor
nivel relativo; apoyo adicional y preferente a programas nacionales de formación
doctoral de profesores de todo el sistema, buscando subir el nivel de todos los
profesores que hacen parte del SUE y dando más trabajo a las instituciones
líderes en investigación. El SUE podría estimular el trabajo de grupos de
investigación que logren verdaderos espacios colaborativos entre estudiantes y las
instituciones del SUE.
¿Qué entendemos por un Sistema de las Universidades?
Por sistema estamos hablando de un conjunto de elementos interrelacionados,
que interactúan entre sí, para lograr un objetivo común. Es así que, y siguiendo a
Ackoff (1972), podríamos comenzar a entender el sistema universitario estatal
como un conjunto de instituciones de educación superior (cada una de las 32
entes universitarios autónomos), y el MEN y el CESU que tienen un propósito
específico: atender de la mejor forma todas las exigencias de la Educación
Superior del país, identificando brechas y opciones para que estas entidades
puedan organizarse y funcionar mejor. El objetivo del SUE parecerían claros a
simple vista: elevar la calidad, pertinencia e innovación de la Educación Superior
Pública en el país.
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Hay varios parámetros que debe tener en cuenta el SUE para llegar a constituirse
como un sistema robusto que pueda influir realmente en la educación superior:
articulación, integración, interacción, circulación, redes y acceso:
La articulación hace referencia al trabajo en conjunto de las diversas
universidades para lograr constituir el sistema, siendo así, el desarrollo de canales
de comunicación, el desarrollo de programas colaborativos, el intercambio de
experiencias, el soporte institucional, entre otros harían parte de este campo. La
integración sería la posibilidad de que las distintas universidades hagan parte del
sistema como actores reales, cuyo rol y objetivos están definidos con base en las
necesidades del sistema, las de cada universidad y unas claras reglas de juego.
La interacción se plantea entre los entes internos de cada institución, el SUE; las
universidades privadas, el sector productivo y otras instituciones. La circulación es
parte de la articulación y hace referencia a la necesidad de facilitar el intercambio
entre las diferentes partes del sistema, ya sea el intercambio físico (la movilidad
estudiantil, de profesores y de planta), o la circulación de ideas, proyectos y del
conocimiento en general. Las redes, por su parte, son necesarias para generar e
iniciar la discusión de los intercambios entre el sistema y actores externos tanto
nacionales como internacionales. El intercambio y la colaboración son acciones
que deben ser aplicadas a la infinidad de temas que hacen parte de la vida de las
IES.
Para llevar acabo lo anterior una de las grandes metas que debe plantearse el
SUE es la especialización dentro del sistema. Esto quiere decir que no todas las
entidades van a cumplir una misma función, sino que se requiere entender la
naturaleza de cada Universidad, su enfoque particular, y desde allí articularla de la
mejor forma con las demás.
En muchos casos la razón de ser de cada universidad pública está ligada a
responder a las necesidades locales, a atender todas las necesidades en su
territorio, a resolver las necesidades de sus estudiantes y de la comunidad a la
cual sirve y a jugar un papel en la dimensión nacional.
Si miramos el panorama nacional, encontramos que la fortaleza de algunas de las
universidades es la investigación, son estas instituciones las que en teoría deben
asumir el liderazgo en estudios de posgrado y doctorales; y son estas las que
deben servir como punto de apoyo a las universidades que apenas están
empezando a incursionar en este campo.
Una de las actuaciones más importantes y que da fuerza al sistema es la
posibilidad real de transferencia y movilidad de estudiantes calificados, y de
pasantías de los profesores y demás miembros dentro del sistema.
Es importante que los estudiantes que hacen parte de las diferentes instituciones
tengan la posibilidad de elegir entre las alternativas que el país ofrece, según sus
capacidades e intereses, y que ayudarán tanto a fortalecer su camino profesional,
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como a las instituciones de las cuales hagan parte, sin necesidad de tener que
salir del sistema o recomenzar una nueva carrera.
Lo mismo aplica para los profesores, quienes pueden ser grandes motores de
mejoras y cambios para los diferentes programas a nivel nacional. Sin contar que
a partir de este punto será más viable desarrollar verdaderos programas en
conjunto, donde se puedan utilizar las ventajas que brinda cada institución
educativa. El SUE no puede destruir los niveles de calidad más altos alcanzados
en algunas instituciones. La movilidad estaría garantizada si se demuestra que los
estudiantes reúnen las altas condiciones de calidad establecidas de las
instituciones de destino.
Un antecedente relevante: La Misión Nacional para la Modernización de la
Universidad Pública.2
En el gobierno Gaviria creó en 1993 con el liderazgo de Darío Bustamante Roldán
y de un grupo de expertos, la Misión Nacional Para la Modernización de la
Universidad Pública, el informe fue visionario y cubrió múltiples temas pertinentes,
pero a pesar de este aporte el tema SUE luego marchitó.
Aunque publicado en 1995, el informe final de la Misión Nacional para la
Modernización de la Universidad Pública, conserva toda validez y tiene varias
ideas fuerza que aportar y retomar para el estudio del desarrollo del SUE en
Colombia.
La misión parte de la premisa que hay que confrontar cierta dispersión y
desarticulación, junto con los grandes desequilibrios regionales de las
Universidades públicas, que son causa de la debilidad académica del país y la
baja calidad. El sistema debe entonces confrontar el aislamiento y dar incentivos
que promuevan la calidad y el mejoramiento.
En primer lugar el estudio menciona los principales objetivos del SUE: romper el
aislamiento entre universidades, eliminar los desequilibrios de la calidad, plantear
un adecuado manejo de los recursos para que estos puedan ser orientados y
transferidos de acuerdo a las necesidades de cada institución dentro del sistema.
Así mismo, el SUE también planea el mayor acceso a los recursos mundiales de
conocimiento para todas las IES públicas, y la necesidad de una integración
orgánica.
El sistema necesita resolver una pregunta imperante: ¿Qué es lo que se
propone? Hay que contestar con precisión cuáles son sus ventajas o fortalezas
como universidad pública frente a las necesidades de formación de la sociedad
2
Misión para la Modernización de la Universidad Pública, Editorial Presencia, 1995,
Bogotá, que bajo el lema de buscar y compartir la excelencia, se pensó en ese momento.
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Colombiana, y cómo se puede alcanzar esto a partir de los planes de desarrollo de
las Instituciones y los incentivos del SUE.
Desde un comienzo es claro que el sistema necesita partir de la autonomía
administrativa y financiera, y que para resolver esto debe plantearse una
estructura sistémica clara y articulada, que pueda negociar con el gobierno
nacional y dialogar y generar planes de acción en conjunto con el Ministerio de
Educación, quien podría ayudar a diseñar las políticas.
El sistema además tiene como deber fundamental reflexionar constantemente
sobre la Educación Superior en Colombia. Es decir, parte de su trabajo como
sistema es orientar, frente a las necesidades locales y los paradigmas globales, la
educación que el país necesita y que se debe brindar.
Cabe mencionar que el SUE también debe comenzar a desarrollar una coherencia
de todos los niveles: Educación Superior, Educación Media y Educación Básica
del país, coherencia que hace mucha falta, ya que el sistema superior termina
asumiendo el impacto de las falencias del sistema medio y bajo de educación,
pero no se da ninguna comunicación constructiva entre niveles.
En este sentido es necesario el permanente intercambio y creación de redes entre
la educación media y la educación superior, con el fin de fortalecer el bagaje
académico de los estudiantes, y prepararlos para un mejor desempeño en las
universidades.
Así mismo, el sistema debe tener en cuenta que es importante ampliar las
posibilidades y las alternativas de formación más allá del sistema educativo, se
necesita desarrollar un concepto de educación permanente que ayude a que
diversos sectores de la sociedad puedan acceder a la educación universitaria.
También hay que mencionar la importancia de las regiones y la necesidad de
fortalecer y estrechar las estructuras y conexiones entre las diferentes regiones y
los centros urbanos. El sistema necesita acercarse a la comunidad y entender sus
necesidades. La modernización de la universidad hace necesaria la creación de
cátedras abiertas que ayuden a la universidad a ser parte de la ciudad y del
territorio. De hecho, ahora más que nunca, el sistema debe tener una mirada
regional y local, ya que con el proceso de postconflicto la necesidad de reactivar
los espacios territoriales que han sido aislados por la guerra y el narcotráfico es
imperante.
Otro punto importante es la necesidad de encontrar áreas de convergencia en la
investigación y el desarrollo tecnológico, en las cuales se deben involucrar a las
empresas y al sector productivo de la sociedad. La universidad pública necesita
crear alianzas estratégicas con el fin de generar conocimiento, recursos propios, y
programas que lleven a la innovación y al desarrollo de la investigación como lo
son por ejemplo, los parqués industriales, científicos y tecnológicos, empresas de
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investigación y programas de capacitación. Así mismo, el sistema debe crear un
programa serio de protección a la innovación y la investigación.
Las universidades públicas van a tener un papel de suma importancia en el
escenario del pos acuerdo y en las oportunidades del desarrollo rural en Colombia.
Uno de sus grandes campos de acción va a ser el sector agrario, que no solo por
el prolongado conflicto sino por la coyuntura global de los últimos tiempos necesita
reactivarse para el bienestar de toda la sociedad colombiana.
Por último, es necesario mencionar la importancia de la gestión administrativa y
financiera, con un Fondo para el Desarrollo de la Universidad Pública, un modelo
de costos común, unos sistemas de información habilitantes, etc., tal como lo
propuso la Misión, entre muchos otros temas.
Algunas experiencias Nacionales actuales del trabajo entre Universidades
Existen algunas importantes experiencias regionales, tal como el Sistema
Universitario Estatal SUE Costa Caribe. El SUE Caribe contribuye a aprovechar
capacidades de este sistema universitario en esa parte del país, con todo, su
desarrollo es limitado.
En este momento está en gestación y es prometedor el SUE Bogotá Región,
donde se quiere integrar universidades de Bogotá y la región cercana, entre estas
la Universidad Nacional, la Universidad Distrital y la Pedagógica, entre otras. Se
está planteando que las funciones serían las mismas que presenta la Ley 30. Es
muy probable que el SUE Bogotá Región, tendría como invitados a los Secretarios
de Educación, de Bogotá y la región, que podría ser la Región RAPE.
En el sector universitario se han desarrollado otras experiencias muy relevantes y
que requieren ser estudiadas de trabajo colaborativo entre universidades, muchas
de estas son de tipo colaboración público-privado.
El premio a las mejores monografías de grado, Otto de Greiff, es un esfuerzo de 8
universidades públicas y privadas. Ya va en la versión 19 del premio anual, lo que
muestra, en este campo particular, 19 años de activismo y trabajo colaborativo
entre universidades.
El G8 en Medellín, creado hace cerca de 10 años, reúne 8 importantes
universidades de esta ciudad, y tiene avances en compartir recursos tales como
bibliotecas y laboratorios y entre las universidades participantes (públicas y
privadas). También se ocupa de la tarea de atraer jóvenes a las Universidades de
Medellín, para orientarlos en la mejor carrera dentro en la ciudad. Otra tarea que
hace el G8 es la adquisición de banda ancha, logrando unos mejores precios por
la compra en bloque.
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Por su parte, en el eje cafetero opera el Convenio Suma, que es el Sistema
Universitario de Manizales, una fuerte alianza entre 6 importantes universidades
regionales, unas de origen público y otras privadas.
Igual sucede en Cali con la Alianza de Universidades, creada en 2013 y que
convoca las 5 principales universidades de la ciudad, con un foco en potenciar
conocimientos de los investigadores y abordar de manera conjunta temas urbanos
y regionales. Es muy prometedor este esfuerzo.
Llama la atención que algunas de estas experiencias se han dado también entre
instituciones públicas y privadas y han desbordado el marco de la Ley. Podríamos
decir entonces, que en ausencia de un desarrollo propio del SUE, si han aparecido
otras opciones relevantes.
Así, 20 años después de la Ley 30, uno debe concluir que las Universidades
públicas son muy fuertes hoy, pero el SUE no lo es, pero ha habido otras
propuestas. El SUE como tal no tiene mayor innovación o materialidad en las
propuestas de la Universidad Pública Colombiana. Un SUE fuerte demandaría
cierto grado de especialidad entre instituciones públicas para que no todas hagan
lo mismo.
En el caso chileno sobresale el Consorcio de Universidades del Estado, que
comprende y valora la necesidad de formar una red integrada por las 18
Universidades del Estado y los futuros 15 Centros de Formación Técnica
Estatales o Institutos Tecnológicos Estatales.3
Este consorcio está dando apoyo a proyectos de investigación en los que
participen las universidades estatales. En particular se estimula la investigación en
áreas de interés nacional, tales como: “cambio climático, energía, medio ambiente,
recursos hídricos, minería, pedagogía, telemedicina, entre muchos otros temas”.
Asimismo, es importante anotar que se presta especial atención a las
Universidades rezagadas, con este fin se tiene un Plan especial para
universidades estatales históricamente postergadas. También se presta especial
atención a la atracción de académicos e investigadores de alto nivel en regiones,
como una forma de contrarrestar los desequilibrios regionales. Un tema que hace
parte de sus políticas, es un programa permanente de incentivo al retiro. Es
necesario reconocer el trabajo de académicos y funcionarios que han cumplido
sus tareas y se encuentran en edad de jubilación, y esta también es una forma de
renovar. Otro punto previsto es la creación de un fondo destinado a la
conservación de la infraestructura universitaria estatal proporcional a la
valorización de estos bienes, que reconoce que el estado no contribuye lo
suficiente en esta área.
3
Ver: Revalorización Del Sistema De Educación Superior Estatal En El Marco De La Reforma
Propuesta Por El Gobierno De La Presidenta Michelle Bachelet, septiembre de 2015.
8. 8
Otro ejemplo es el caso de los Estados Unidos, con sistemas universitarios como
SUNY, la Universidad Estatal de Nueva York, que aunque no es un sistema
nacional puede ser un referente. SUNY presenta la necesaria especialización
universitaria, donde algunos campus están enfocados en investigación y son los
que desarrollan programas doctorales de alta calidad, mientras que otros campus
universitarios se dedican a las carreras técnicas o profesionales, pero aun así
comparten núcleos de conocimientos básicos, bajo un pensum específico que
facilita la movilidad universitaria. Siendo así, los estudiantes que tienen la
competencia y desean avanzar en su carrera profesional pueden aplicar a las
diferentes sedes del sistema, donde, según el caso, se les reconoce las clases
que hacen parte del núcleo básico. También tienen la facilidad, dado el caso, de
elegir clases en otras universidades que pueden cursar como parte de sus
estudios.
A manera de conclusión
En conclusión, el SUE es importante para el país. Debe construirse sobre la
premisa de estimular la calidad y responder a las necesidades del país. Debe
contribuir a fortalecer la dimensión pública del sistema.
Desde la misión para la Modernización de la Universidad Pública se pensó en un
sistema para buscar y compartir la excelencia, para construir alrededor de la
calidad. Por tanto el SUE no puede ser visto como una amenaza para las
instituciones más consolidadas. Al contrario, es una gran oportunidad para
profundizar el papel de estas instituciones. El SUE sería un mecanismo centrado
en la calidad, y cuya razón básica sería estimular la calidad en todo el sistema
público y aprovechar las instituciones más sólidas para afianzar el trabajo
conjunto.
Los instrumentos de este sistema deben ser todos de apalancamiento de la
calidad y deben plantear la mayor y mejor interacción de actores, inhibiendo el
aislamiento, y buscando construir nuevos vínculos y relaciones vigorosas con un
enfoque más académico al interior del sistema. Claramente esta discusión tiene
vigencia y no está superada en la educación superior del país. Es curioso que las
relaciones entre instituciones se estén dando en diferentes regiones del país, lo
cual es positivo, pero llama la atención que se han dado entre instituciones
públicas y privadas. Mientras que la dimensión pública del SUE poco se ha
construido.
En suma, existen 32 Universidades oficiales, y otras 49 Instituciones de Educación
Superior de origen público (Incluyendo escuelas tecnológicas), es decir en total 62
instituciones oficiales, que serían mucho más poderosas si aprendieran a trabajar
en conjunto y de manera colaborativa. Este es un reto formidable y reclama
renovada atención y vale la pena activar un mayor trabajo en este campo.
Imaginemos todo lo que se avanzaría si las instituciones compartieran de manera
inteligente acceso a bases de datos, recursos bibliográficos, laboratorios, parques
9. 9
de innovación, sistemas de información, trabajos de investigación, etc. Es mucho
lo que podría avanzarse en fortalecer la educación.
Oferta institucional
Educación Superior / ETDH
Carácter / Educación superior Oficial No Oficial Total
Universidad 32 49 81
Institución Universitaria / Escuela tecnológica 28 93 121
Institución tecnológica 12 39 51
Institución técnica profesional 9 26 35
Total 62 207 288
288 Instituciones de Educación Superior
2.534 Instituciones de Formación para el Trabajo y el Desarrollo Humano
10.596 Programas de Educación Superior
14.056 Programas de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano
Fuente: Ministerio de Educación Nacional - Sistema de información de la Educación Superior SNIES -
Sistema de Información de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano SIET
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Algunas experiencias relevantes de trabajo entre Universidades
Colombianas.
Alianza Universitaria
(11 años de trabajo)
Universidades Participantes Foco o razón de ser de la Alianza
G8
(Medellín)
Universidad de Antioquia,
Universidad Nacional Sede
Medellín, la Pontificia Bolivariana,
EAFIT, el Ces, Universidad de
Medellín, la Universidad la Sallista y
la Escuela de Ingeniería de
Antioquia.
Han impulsado proyectos tales como
la creación de la ´Red de alta
velocidad´; el trabajo con las
bibliotecas de las universidades que
integran el grupo; el avance de la
alianza universidad, empresa, Estado,
entre otros programas conjuntos.
Alianza de Universidades
(Cali)
Universidad Autónoma de
Occidente, la Pontificia Universidad
Javeriana-Cali, la Universidad de
San Buenaventura-Cali, la
Universidad del Valle y el ICESI
Tiene por objeto trabajar con las 5
principales universidades de la ciudad,
y el objeto de potenciar conocimientos
de los investigadores y abordar de
manera conjunta temas urbanos y
regionales.
Grupo Suma
(Manizales)
Universidad Nacional de Colombia-
Sede Manizales, Universidad de
Manizales, Universidad Autónoma
de Manizales, Universidad Católica
de Manizales
Fundación Universitaria Luis Amigó
Si apuesta es Manizales como ciudad
del conocimiento y ciudad
universitaria.
Premio Otto de Greiff
(Nacional)
Universidad Nacional de Colombia,
Universidad de Antioquia,
Universidad de los Andes,
Universidad Pontificia Bolivariana,
EAFIT, Pontificia Universidad
Javeriana, Universidad del Norte,
Universidad del Rosario,
Universidad Industrial de Santander
y Universidad del Valle.
Es un concurso de mejores proyectos
de grado y en particular se evalúan los
mejores trabajos de pregrado,
realizados en cada una de las
Universidades miembros.
Renata
(Nacional)
Está conformada por un grupo muy
grande de las Universidades del
país.
RENATA será en 2018 el principal
aliado estratégico del SNCTI, como un
elemento transformador de país. En el
contexto de la sociedad del
conocimiento, RENATA tiene por
objeto promover el desarrollo de la
infraestructura y servicios de la red de
alta velocidad, su uso y apropiación.