La manometría y pHmetría esofágicas son estudios que miden los cambios de presión y pH dentro del esófago para diagnosticar trastornos motores y detectar reflujo gastroesofágico, respectivamente. Estos estudios involucran la inserción de un tubo o sensor en el esófago para medir parámetros a lo largo de 24 horas. Si bien no son los primeros estudios indicados, son el estándar de oro para diagnosticar ciertas afecciones esofágicas cuando otros exámenes son normales.