La acondroplasia es la forma más común de displasia esquelética, que afecta principalmente los huesos largos. Se produce por una mutación en el cromosoma 4 que inhibe el crecimiento óseo, resultando en una estatura baja y desproporciones anatómicas. Los pacientes con acondroplasia generalmente presentan megalocefalia, dedos cortos, curvatura espinal acentuada y desproporción entre las extremidades y el tronco.