Las hemorragias gástricas y duodenales son frecuentes en úlceras pépticas, especialmente en personas mayores de 50 años. La ulcera duodenal es la causa más común de hemorragia digestiva alta. La endoscopia es importante para diagnosticar la causa de sangrado, evaluar el riesgo de la lesión y aplicar tratamiento hemostático si es necesario para reducir la mortalidad.