La fibrilación auricular es la arritmia cardiaca crónica más común, afectando al 4.4% de la población general y aumentando su prevalencia con la edad. Representa un riesgo 5 veces mayor de ictus y embolia sistémica. El tratamiento más eficaz para prevenir eventos embólicos en pacientes de alto riesgo es la anticoagulación oral, aunque la fibrilación auricular a menudo es asintomática e intermitente.