El documento describe la ira como una emoción primaria que surge cuando un organismo se ve bloqueado en la consecución de una meta. Explica que el sistema límbico del cerebro, especialmente la amígdala cerebral, controla las emociones e integra las emociones con las respuestas correspondientes. También señala que las emociones desagradables como la ira pueden interferir con la concentración y el aprendizaje.