La maestra utiliza varias estrategias para desarrollar las habilidades de lectura y escritura de los estudiantes, como hacer que cada niño lea en voz alta para que practiquen la pronunciación y se comuniquen. Ella también evalúa a los estudiantes usando listas de verificación, exámenes bimestrales y participación. Las actividades más comunes son hacer que los niños lean en voz alta y dictar palabras para comprobar su capacidad de escritura.