Este documento discute el rol de la espiritualidad en la relación entre el consultante y el terapeuta desde una perspectiva de medicina integrativa. Explica que la espiritualidad trasciende la religiosidad y que las culturas ancestrales veían al ser humano como un ser con cuerpo, mente, alma y espíritu interactuando. También destaca que la medicina tradicional china, hindú, egipcia y griega reconocían la existencia de otros "cuerpos" más sutiles influyendo en la salud física. Finalmente, argument
etapas de la anestesia (inducción, mantenimiento, recuperacion)
LA ESPIRITUALIDAD EN LA RELACIÓN CONSULTANTE TERAPEUTA
1. MEDICINA INTEGRATIVA SANTA FE
EL ROL DE LA ESPIRITUALIDAD EN LA RELACIÓN
CONSULTANTE Y TERAPEUTA
PRIMERA PARTE
Autor:
Prof. Dr. Luis del Rio Diez
Médico: Matrícula 7.969 – Profesor en Medicina
MEDICINA INTEGRATIVA
http://www.sintergetica.org/luis-del-rio-diez/
Si bien en muchos artículos y trabajos se confunden Espiritualidad y Religiosidad, lo primero que
debo decir es que no necesariamente son sinónimos. En la práctica diaria es común encontramos con
personas con una gran Espiritualidad y que no son Religiosas, pues el concepto de Espíritu y de
espiritualidad trasciende a cualquier Religión y si bien no es el objetivo de esta introducción al tema,
desarrollar la profundidad que tiene cada uno de estos elementos, se hace necesario marcar esta
diferencia. Dicho esto deseo dejarles algunas reflexiones para que las pensemos.
Ancestralmente el ser humano fue siempre considerado como algo mucho más que un CUERPO
FÍSICO, que una masa densa de órganos. Y fueron estas distintas culturas las que concibieron al ser
humano como CUERPO, MENTE, ALMA, ESPÍRITU y nos enseñaron que todos ellos habitan, conviven y
juegan un rol muy importante en el estado de salud y en las manifestaciones de ese cuerpo físico.
Muchas fueron las interpretaciones y los nombres que se le dieron a esos cuerpos sutiles a través de
la historia y varían de acuerdo a la visión que cada cultura, pueblo, medicina tradicional y filosofía tenía
y profesaba. Pero lo cierto es que todas, absolutamente todas, coincidían en que el SER HUMANO no es
solo el CUERPO FÍSICO que vemos y estudiamos los médicos convencionales o alopáticos, sino que junto a
el existen otros “Campos”, otros “Cuerpos”, mucho más sutiles y que están permanentemente buscando
un equilibrio que les permita no caer en lo que en occidente conocemos como ”Enfermedad” y que para
ellos significaban “Desequilibrios Energéticos”, fuente de lo que potencialmente podía llevar a una
alteración en el cuerpo denso.
Tanto la Medicina Tradicional China, como la M.T. Hindú, la Egipcia, la Tibetana y mucho más
cercano a nuestros días los Griegos, nos hablaron de todo esto y fueron estos últimos los que concibieron la
idea de un ser dotado de una PSIQUE, un SOMA y un CEREBRO, como muestro en la figura,
representando la Psique al Alma, el Soma al Cuerpo Físico y el Cerebro a la Mente.
2. MEDICINA INTEGRATIVA SANTA FE
Si bien es complejo desarrollar en tan breve espacio la profundidad de lo que significa EL
ESPÍRITU, el ALMA y sus interrelaciones, si es importante destacar que desde la concepción y constitución
SEPTENARIA del ser humano que nos brinda entre otras la Teosofía, es innegable el rol que juegan el
Alma y el Espíritu en ese “Equilibrio” energético tan necesario entre las energías del cielo “Cósmicas” y de
la tierra “Telúricas”, como nos enseña la M.T.C., y que no considerar en la relación consultante-terapeuta
estos elementos que hacen a la Espiritualidad de cada ser humano, es dejar fuera del constructo que
llamamos SALUD, un elemento sumamente importante.
Ha sido demostrado en innumerables artículos el valor que tiene LA ESPIRITUALIDAD de un
consultante en el proceso de RESTAURAR EL ESTADO DE SALUD y la Medicina Integrativa así lo
entiende y por ello lo toma como un elemento fundamental en el proceso de Sanación y de Curación.
En el próximo encuentro profundizaremos sobre este tema y como la “Ciencia Moderna” ha
comenzado a darse cuenta de esto y como muchos trabajos nos enseñan y destacan su valor. Hasta
entonces.
Prof. Dr. Luis del Rio Diez