Este documento describe el surgimiento de un nuevo tipo de consumidor en la década de 1990 llamado "camaguro", que salta entre diferentes roles y comportamientos a lo largo del día como un camaleón. Los camaguros son globalizados en sus hábitos pero individualistas en sus preferencias. Para atraer a los camaguros, las empresas deben usar mensajes creativos y coincidir con el momento en que el consumidor se encuentra receptivo, ya que de lo contrario será difícil captar su atención.