El marketing relacional consiste en crear y mantener relaciones a largo plazo con los clientes para satisfacer sus necesidades de manera personalizada. Sus pilares son obtener información precisa sobre los clientes y recibir su retroalimentación para mejorar continuamente. Su objetivo es lograr mayor fidelidad de los clientes y que compren más productos en el futuro. Para construir estas relaciones, es necesario conocer bien a cada cliente de manera individualizada.