El documento propone la necesidad de establecer un modelo pedagógico que capacite a los maestros como líderes y ejemplos de una sociedad justa y ética, que estén al tanto de las tecnologías y puedan guiar a los estudiantes en su uso apropiado. Este modelo debería formar líderes comprometidos con los objetivos sociales del país y que usen herramientas tecnológicas de forma actualizada en su enseñanza.