El documento describe tres tipos de shock: cardiogénico, hipovolémico y séptico. El shock cardiogénico ocurre cuando el corazón no puede bombear la sangre de forma adecuada, generalmente como resultado de una enfermedad cardíaca. El shock hipovolémico se produce por una pérdida de volumen sanguíneo o líquidos. El shock séptico es un shock vasodilatador asociado con una infección grave que causa una respuesta inflamatoria sistémica.