El síndrome de Cushing se produce por un aumento de la hormona cortisol y puede ser ACTH-dependiente o independiente. Los principales síntomas incluyen obesidad, osteoporosis, hipertensión arterial, amenorrea y debilidad muscular. El diagnóstico se basa en pruebas de hipercortisolemia y la supresión con dexametasona, y el tratamiento puede ser quirúrgico o médico con fármacos.