Según Kant, la dignidad humana es el atributo de un ser racional que se da su propia ley. Los derechos humanos derivan de la dignidad humana y son indispensables para el desarrollo integral de la persona. La Constitución Mexicana establece que todas las autoridades deben promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de acuerdo a los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.