Resumen Final Oclusión Dental, RELACION CENTRICA, MAXIMA INTERCUSPIDACION
Psicohomeopatía junguiana
1. PSICOHOMEOPATÍA JUNGUIANA
Norberto Litvinoff y Alberto Chislovsky
Psicoterapeutas junguianos, directores del Centro Jung de Terapias Neo-chamánicas
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La Homeopatía enfrenta el comienzo de el Nuevo Milenio fortalecida por mas de 200 años de práctica exitosa,
evolucionando sin cesar hacia nuevas fronteras, inmersa felizmente en los mas recientes paradigmas que renovaron
el pensamiento científico, alejándolo definitivamente de la lógica cartesiana, para entrar en la concepción holística,
hipercompleja, que caracteriza al pensamiento actual.
Salta a la vista como esta renovación acerca al pensamiento homeopático a campos claramente afines como el de la
terapia jungiana, preocupada también en ir mas allá de la mera resolución sintomática para incursionar en la tarea
más compleja de reestructurar la conciencia pensante hacia "los altos fines de la existencia".
Los lazos entre estas disciplinas son muy estrechos. La Medicina Homeopática es heredera directa de la Alquimia
medieval. La operación descripta en el tratado alquímico "Rosarium Philosophorum" que reza: " cortar miembros,
dividirlos en trozos aún más pequeños y quitar la vida a las partes y transformarlas en la naturaleza, que en ella está
contenida la sustancia arcana." ; es análoga a la realizada para la obtención del medicamento homeopático. En ella
se diluye la substancia original (una gota por 99 de solvente) repetidas veces hasta que todo rastro de la misma
desaparece (al alcanzar la 24 disolución se supera el número de Avogadro). Queda sin embargo lo primigenio de la
substancia, que es lo que en realidad cumple la función medicamentosa.
Por otro lado Jung - quien consideraba su psicología como heredera directa de la Alquimia Medieval- utilizó este
mismo tratado para analizar los fenómenos de transferencia- las reacciones emocionales dadas en el vínculo
psicoterapeuta- paciente- en el libro denominado "Psicología de la Transferencia". De esta sinergia surgida entre
ambos deviene la cura psíquica.
Siguiendo esta misma metáfora, ¿Cómo se vincularían ambas disciplinas en la consecución del "alto fin de la
existencia?".
Jung, en el proceso de individuación ofrece al sujeto de la estructura la posibilidad de alejarse para siempre del
sometimiento a los constructos especulares del Inconsciente Colectivo para entrar a convertirse precisamente en
individuo, es decir in-diviso, único, a través del enfrentamiento sucesivo y simultaneo con los arquetipos de dicho
Inconsciente.
Es allí precisamente donde la Homeopatía, con su bagaje de sabiduría clínico-sintomática ofrece al terapeuta un
arsenal de potentísimos medicamentos que ayudan y destraban las fantasías e ilusiones patológicas, causales
escondidas del humano enfermar. Pero debemos advertir que solo un conocimiento profundo de la singularidad
permite el uso efectivo de esta terapia combinada, cuya sinergia es capaz de destruir el padecimiento siempre
psicosomático, siempre enclavado entre el corazón-músculo y el corazón-espiritual del hombre
Y ya estamos en nuestro consultorio, enfrentados de lleno con los sueños y los síntomas del dolor producto de
nuestro enfrentamiento con el primer arquetipo colectivo: La Sombra, el Hermano Malo que proyectamos afuera
pero que vive adentro, nuestros impulsos y tendencias egoístas, antisolidarias, no fraternas, tan potenciadas por la
ideología consumista y depredatoria que fluye de los Mass Media
He aquí su patología típica,1) agresión no canalizada: dolores musculares, depresión. 2) odio y venganza hacia el
entorno: diarrea y constipación obstinada. 3) sueños persecutorios, furia reprimida: hipertensión esencial, trastornos
vasculares. Como no pensar entonces en Lypocodium clavatum y su afán dictatorial y dominante, en Staphysagria
delphinun, siempre ofendido y con heridas cortantes, en Platina metallicum con su violencia ingobernable que no se
detiene ante sus seres queridos y los ataca, pero todo siempre justificado, todo siempre vivido como proveniente de
afuera, de una provocación exterior. Por último y no menos importante Anacardium Orientale con su tendencia a la
escisión de la personalidad en buena y mala, en la cual su aparente tranquilidad exterior encierra un combate
encarnizado o la agresión inconsciente.
No negamos aquí la existencia de un medio hostil, si no que hacemos referencia a un exceso de autojustificación, a
una sobreimpresión de todos los contenidos, a una verdadera hipocondría de lo de afuera, donde es bien sabido que
hay maldad, pero también confraternidad y apoyo.
Es allí donde la medicación homeopática, sabiamente elegida no borra meramente el síntoma, si no que ayuda al
sujeto a una confrontación mas meditada con sus objetos internos, a una actitud mas solidaria con su hermano
societario. Nos replanteamos también la investigación de nuevos remedios para la patología de la Sombra, remedios
nacidos de la Antropología Chamánica como Lac Lupinum (El Hermano Lobo es otra denominación de la sombra)
2. que ofrecen apasionantes perspectivas de conocimiento a través de una manipulación farmacéutica adecuada y
responsable.
Los problemas del vinculo con el otro sexo son los verdaderos motores de la ansiedad, de la enfermedad que
larvadamente destruye la vida humana. Jung los denominó Anima y Animus y corresponden a las partes femenina
en el hombre y masculina en la mujer y son los que, mal manejados y peor comprendidos, forman el meollo de las
discusiones sin sentido, de los conflictos interminables, de esos estados de ánimo, precisamente, que desembocan en
la sintomatología corporeo-anímica que puebla los consultorios y da materia inagotable al cine y la TV.
Hombre y mujer, como el conocido símbolo taoísta del Yin y el Yang están unidos de una manera indestructible,
pero su convivencia, ya desde la Bíblica discusión por la manzana, se encuentra muchas veces envenenada por la
proyección de ideales irrealizables, demandas que nunca quedan satisfechas y una mitología del Amor basada en
concepciones románticas e inasequibles.
Henos aquí de lleno en las patogenesias que tan bien conocemos de todos los "Love's Remedies" empezando por
Ignatia Amara, el haba San Ignacio suspirante y paradójica , Natrium Muriaticum ,abandonado y resentido, Sepia y
su indiferencia al marido, Lachesis con sus celos patológicamente proyectivos Natrium Sulfuricum, el solterón de la
familia, Ammonium carbonicum, el Lachesis mineral ,cuya vida se asemeja a la narrativa resentida y amarga del
tango. Podríamos agregar un poderoso remedio ya conocido por los alquimistas, utilizado por ellos para poder
encauzar sus visiones y resistir los asaltos de la denominada hoy Anima. Se trata de Antimonium Crudum, cortador
de los lazos ilusorios del romanticismo pueril creado por este arquetipo y que contaminan nuestras relaciones
Que ayuda inestimable brinda aquí el medicamento homeopático para destrabar esos conflictos y brindar, no solo la
superación del malestar, si no la apertura al diálogo, a la ponderación, a la construcción de una relación mas realista
y genuina.
Para finalizar, en el enfrentamiento con el último arquetipo de esta vida terrena, de topología virtual,
el arquetipo del Si-Mismo, la conciencia extraviada puede equivocar nuevamente el camino. La función
trascendente se desnaturaliza en la divinización del propio y miserable ego, dando lugar a la famosa HYBRYS de
los griegos, la personalidad Mana, la inflación psíquica, de funestos resultados para su portador.
Aquí el hombre, pseudo- identificado con la Divinidad, cae en el delirio místico religioso, se ve a sí
mismo como conciencia crística, o personalidad de Buda, o como se llame y entra sin frenos en la idealización y en
la megalomanía devoradora y autodestructiva de la Secta delirante.
Aquí la sabiduría del terapeuta juega un rol esencial, pues se trata de nada menos que discriminar entre el fenómeno
religioso auténtico y bien encaminado, producto de una espiritualización sincera y sana, del fenómeno inverso pero
disfrazado, de la falsa espiritualidad.
Pero la anamnesis homeopática rápidamente discrimina la impostura de la autenticidad, la falsa religiosidad de la
función trascendente. Pues Hanneman ya nos enseño con creces a observar sobre todo ¨la Totalidad de los síntomas"
y nunca el síntoma aislado.
Nuestro vademecum nos muestra aquí unos remedios bien conocidos por su efectividad: Aurum, como les dio
Moisés a los judíos cuando bajó del Monte Sinaí, Sulphur para aquellos idealistas de castillos en el aire, que
esconden su egoísmo en una fachada religiosa, Hyoschiamus con su discurso impío, Veratrum album, usando los
valores religiosos para autopromocionarse.
Sabido es que Hanneman y Jung, pese a ser de épocas distintas, bebieron de la misma fuente, Paracelso, los
Alquimistas; quizá el Siglo XXI los encuentre mas unidos para beneficio del paciente, el Hermano, el verdadero
Hermano.
Norberto.Litvinoff@gmail.com
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