Este documento describe diferentes tipos de contracturas musculares, sus causas, síntomas y tratamientos. Las contracturas pueden ser antálgicas, álgicas o análgicas dependiendo de si están asociadas o no con dolor. También pueden ser transitorias, progresivas o crónicas dependiendo de su duración y patrón. Los síntomas incluyen dolor, rigidez y movilidad limitada. Las contracturas generalmente se producen por sobreesfuerzo, frío o estrés y se tratan con calor, masajes, esti
2. ¿Qué son contracturas?
Como su nombre lo indica, es una
contracción involuntaria de las porciones
musculares, caracterizadas por ser
rígidas y resistentes a la movilización
pasiva; debido a la fibrosis muscular
4. Se le llaman compensadoras, en las
que la contractura reduce el dolor
Como lesiones lumbares discales,
hiperlordosis, tortícolis, y más
Contractura Antálgicas
5. El dolor provoca la contractura.
Incluyen, calambres e
hiperactividad muscular,
neuromiotonía, contractura
metabólica y rigidez
Contractura Álgicas
6. No se acompañan de dolor.
Corresponden en gran parte a
la contractura miostática y las
retracciones musculares;
tendinosas
Hiperactividades musculares
focales y rigidez espástica
Contractura Análgica
7. Tipos de contracturas
Semiológicamente; desde los síntomas
● Transitorias de aparición variable
● Irregulares
● De esfuerzo
● Intraanestésicas fulminantes
● Dolorosas transitorias de origen
osteoarticular o muscular
8. Tipos de contracturas
Semiológicamente; desde los síntomas
● Progresivas o crónicas
● Síndromes de hiperactividad
● Retracciones musculares
● Déficit de laminina
● Espásticas y neurológicas
● De mecanismo incierto
9. Tipos de contracturas
Semiológicamente; desde los síntomas
Progresivas: Se tratan de síndromes,
entrecortadas por espasmos, episodios de
origen genético, entre otros
Transitoria: Se describen según la forma en
que se producen
10. Síntomas
● Dolor y rigidez articular y muscular
● Movimientos reducidos
● Debilidad muscular
● Uso limitado de la zona afectada
11. Causas
Suelen aparecer en respuesta a una actividad
inapropiada, intensidad o función del músculo
● Frío
● Sobreesfuerzo
● Estrés emocional
● Deshidratación
● Edad Avanzada
12. ¿Cómo evitar una contractura muscular?
● Calentar: Preparación adecuada antes de cualquier esfuerzo
o actividad física
● Evitar movimientos bruscos y repetitivos
● Adecuadas técnicas de estiramiento
● Mantener buena salud postural
13. Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la palpación del músculo afectado, para detectar posibles
abultamientos o áreas con mayor tensión. Al desplazar los dedos se intenta detectar un punto
con mayor resistencia, donde las fibras musculares están contraídas.
Además también se valorará si existe dolor en la zona, lo cual confirmará la presencia de una
contractura. Otro método consiste en probar la movilidad del músculo afectado, partiendo con
la referencia del músculo del lado opuesto.
14. Tratamiento
● Miorelajantes y antiinflamatorios: Son fármacos que relajan la musculatura y reducen la
contracción. Son útiles cuando el dolor es muy fuerte, pero siempre deben estar prescritos por
el médico.
● Calor local: Consigue la relajación del músculo y tiene efecto analgésico.
● Masajes: Siempre deben llevarse a cabo por expertos porque, en caso contrario, las
consecuencias pueden ser peores. El masaje aumenta el flujo sanguíneo, lo cual mejora la
recuperación de los tejidos y limpia de metabolitos, además de relajar el músculo y reducir el
dolor.
● Estiramientos: Harán que poco a poco las fibras musculares que están acortadas recuperen
su longitud, y flexibilizan el músculo en general.
15. Ejercicios para aliviar el dolor
Relaja el cuello
Siéntate en el suelo en una posición cómoda, con las piernas cruzadas y
los brazos relajados. Si la posición del "loto" de yoga te resulta difícil,
puedes optar por la de "medio loto" (como en la foto) o sencillamente
apoyar los dos pies en el suelo. Si las rodillas se elevan por encima de las
caderas, es mejor ponerse un cojín bajo los glúteos.
Al espirar deja caer la cabeza a un lado, sintiendo su peso. al inhalar,
enderézala y al exhalar de nuevo, déjala caer al otro lado. Repítelo hasta
cinco veces por lado, en un movimiento continuo. Flexibilizar los músculos
del cuello.
16. Flexibiliza las piernas
Acostado con las plantas de los pies en el suelo y las piernas semiflexionadas, entrelaza las manos por
debajo de una rodilla y acercate suavemente al torso. Realiza tres flexiones con cada pierna. al final,
recoge las dos piernas.
Lleva una rodilla en dirección al hombro contrario. Repite el movimiento tres veces con cada pierna.
Estiramos toda la base posterior de la cadera, incluido el glúteo mediano y el piramidal, que estabilizan
la cadera.
17. Estira los músculos tibiales
De rodillas, apoyado sobre los talones con las plantas de los pies hacia arriba y las manos
reposando sobre las piernas, siente cómo se estiran los músculos tibiales de ambas
rodillas. También ganarás flexibilidad en los tobillos.
Mantén la postura durante unos cinco segundos.
18. ‘‘El 80% del éxito se basa simplemente en insistir’’
-Woody Allen
‘‘