2. INTRODUCCION
Existe una "interferencia" recíproca entre los sistemas
cardiovascular y cerebrovascular.
Las complicaciones cardiológicas después de una lesión cerebral
aguda son comunes e influyen significativamente en el resultado
de los pacientes.
Los trastornos de la coagulación pueden influir en la progresión
de la hemorragia intracraneal y aumentar el riesgo de mortalidad
y malos resultados neurológicos.
El equilibrio de líquidos y los criterios para el manejo
hemodinámico se basan en un nivel de evidencia bajo y el
tratamiento hemodinámico de estos pacientes debe
individualizarse.
3. Para reducir los riesgos de desarrollar una lesión
secundaria, el manejo hemodinámico integral (que incluye
monitorización, fluidos y terapia vasopresora) es
fundamental para preservar la presión de perfusión
cerebral (PPC) y garantizar un flujo sanguíneo cerebral
(FSC) y una oxigenación adecuados.
INTRODUCCION
4. La diafonía cerebro-corazón realmente
existe
Diferentes áreas del cerebro, cuando están
dañadas, pueden provocar alteraciones
cardiológicas dando lugar a cuadros clínicos
diferentes. Por ejemplo, una lesión cerebral
localizada en la corteza prefrontal puede
provocar un deterioro del control cardíaco
autónomo, mientras que las lesiones del
tronco encefálico suelen causar arritmias.
5. Las coagulopatías son comunes después
de una lesión cerebral traumática
La clásica tríada letal (acidosis, coagulopatía,
hipotermia) ilustrada como el diamante de la muerte.
Los efectos negativos de la hipocalcemia están
intrínsecamente relacionados con los componentes de la
tríada letal que tienen un efecto directo e indirecto en
cada porción de la tríada letal, respaldando la posición
potencial del calcio como un cuarto componente en este
diamante letal.
6. Objetivos de presión arterial después de una
lesión cerebral traumática: evitar la
inestabilidad de la presión arteria
El resultado del paciente está
relacionado con la combinación de
lesiones primarias y secundarias. La
optimización hemodinámica tiene
como objetivo mejorar el equilibrio de
presión y líquidos, mantener una
perfusión cerebral adecuada y
prevenir daños secundarios de otros
órganos, como riñones, pulmones y
corazón. La ecocardiografía en
cuidados intensivos y la monitorización
hemodinámica pueden ayudar a titular
las terapias y deben considerarse en
pacientes complejos.