Mencione 5 cuestiones éticas que pueden suceder en el campo de la salud mental
1. Mencione 5 cuestiones éticas que pueden suceder en el campo de la salud mental.
Autor: Paulo Arieu
Imagen n1
“Todas las personas con trastornos mentales tienen derecho a recibir atención y tratamiento de
calidad a través de unos servicios adecuados de salud mental. Estas personas deberían asimismo
estar protegidas frente a cualquier tipo de discriminación o tratamiento inhumano.”(Ruiz, M.S.
2005.Legislación Sobre Salud Mental Y Derechos Humanos. p.2. Editores Médicos, s.a.
EDIMSA).
a) Puede ser que la religión que practique el paciente no esté de acuerdo con la Psicología
como ciencia. Por lo cual habrá de respetarle la libertad de conciencia del paciente y derivarlo de
ser posible a un consejero pastoral de su religión.("La psicoterapia profesional, juntamente con
sus raíces psicológicas, en el mejor de los casos es cuestionable y en el peor de los casos es
perjudicial. Por eso, lo menos que decimos es que es un engaño espiritual. El propósito de este
libro es demostrar la verdad de esta declaración, y hacer surgir el desafío de purgar a la iglesia de
2. todos los daños de este azote. Por un lado existe suficiente evidencia bíblica y científica para
hacer callar la industria de la psicología secular, y a la vez hacer callar la industria de la
psicología cristiana. (Martin & Deidre Bobgan. (2009).El Fin de la “Psicología Cristiana” pp.8.
Primera edición en español. Edit. LLAMADA DE MEDIANOCHE. PORTO ALEGRE/RS –
Brasil)
b) Su orientación sexual no corresponda con la convicción del terapeuta. Por lo tanto ambos
deberán sentirse respetados mutuamente. El paciente debe de sentirse libre de encontrar el
consejero que mejor considere que le pueda ser útil a su cosmovisión y convicción sexual. (Freud
dijo que los psicoanalistas solo deberían tratar a aquellos homosexuales que desean cambiar
[Szasz, T.S., 2001, Ideología y enfermedad mental. p.76, Amorrortu editores. Buenos Aires])
c) El terapeuta se propase sexualmente con su paciente. Muchos psicoterapeutas tienen mala
fama. Puertas adentro de su consultorio, muchas veces nadie los observa. “En la revisión de Pope
y Vásques (1999) se ofrecen datos de algunos estudios con muestras amplias de terapeutas que
reconocen haber mantenido relaciones sexuales con clientes/pacientes actuales y antiguos. Entre
ellos, el de Holroyd y Brodsky (1977) en el que se encontró que un 12.1% de los hombres y un
2.6% de las mujeres informaron haberse involucrado en contactos eróticos (incluyeran o no
relaciones sexuales). Estos mismos autores, en respuesta al ítem una investigación adicional
separada, encontraron que un 7.2% de los hombres y un 0.6 % de las mujeres terapeutas
informaron haber mantenido relaciones sexuales con un paciente dentro de los tres meses
después de haber terminado la terapia. En otro estudio, Pope, Tabachnick y Keith-Spiegel
(1987), encontraron que un 3.6% y un 0.4% de hombres y mujeres respectivamente informaron
haber mantenido relaciones sexuales con pacientes actuales, mientras que un 14% de los
3. hombres y 8% de las mujeres con pacientes antiguos (los porcentajes por sexos de la conducta
sexual con pacientes actuales o antiguos no aparecieron en el artículo, pero fueron
proporcionados posteriormente por el autor). En la investigación de Akamatsu (1988), un 3.5%
de los hombres y un 2.3% de las mujeres reconocieron haber mantenido relaciones sexuales con
clientes actuales y un 14.2% de los hombres y un 4.7% de las mujeres con clientes antiguos. En
la de Borys y Pope (1989), un 0.9% y el 0.2% de los hombres y mujeres
respectivamente, informaron haber mantenido relaciones sexuales con pacientes actuales y un
6% de los hombres y un 2% de las terapeutas mujeres con antiguos. A pesar de que en un estudio
más reciente Lamb y Catanzaro (1998) indican que un 6% de los psicólogos admiten haber
tenido por lo menos un acto de intimidad sexual con un cliente...” (Río Sánchez, C. del & Borda
Más, M & Pérez San Gregorio, Mª Á. & Rodríguez, A.M. & Torres Pérez, I., 2003. Ética de las
relaciones duales en psicoterapia. Psicothema 2003. Vol. 15, nº 1, pp. 58-64. Recuperado de
http://www.psicothema.com/pdf/1023.pdf). Pero el paciente no debe permitir “que el terapeuta
manosee sus creencias, su ideología ni su estilo de vida, tampoco su cuerpo. Sí es su cometido
sugerirle posibles incoherencias o focos de conflicto, pero no tiene por qué decirle lo que debe o
no debe hacer. No deje que nadie le toque sin haberle pedido permiso antes y haberle explicado
para qué sirve ese contacto físico. Sabemos que en la terapia pueden aparecer sentimientos de
atracción y deseo sexual, como en cualquier relación humana. También que no es buena praxis
profesional tener relaciones sexuales con los pacientes. Ninguna escuela válida de psicoterapia lo
acepta” (Chiclana, C., 07-29-2015. Las relaciones sexuales entre terapeuta y paciente. Europa
Press. Recuperado de http://www.europapress.es/sociedad/noticia-relaciones-sexuales-terapeuta-
paciente-20150729121919.html)
4. d) Se equivoque de diagnostico: (“Con tantos usos y abusos de los diagnósticos psiquiátricos,
uno podría llegar a pensar que carecen de todo significado. No es así. Hay ciertas diferencias
reales en la forma en que los seres humanos son «agrupados». Cuando los psiquiatras llaman a
una persona «paranoide» o «compulsiva», suelen referirse a algo tan real como la negra piel de
un negro o la blanca piel de un, blanco. La cuestión no reside en que los diagnósticos
psiquiátricos carezcan de significado, sino en que pueden ser (y lo son a menudo) utilizados
como cachiporras semánticas: destruir el honor y la dignidad de una persona significa
aniquilarla, tanto o más eficazmente que si se le rompe el cráneo. La diferencia está en que el
hombre que esgrime una cachiporra es reconocido por todos como un peligro público, mientras
que no sucede lo mismo con el que esgrime un diagnóstico psiquiátrico”) [Szasz, T.S., 2001,
Ideología y enfermedad mental. p.202, Amorrortu editores. Buenos Aires]).
e) Cuando se involucran el terapeuta y el cliente, en una relación dual. Una relación dual en
psicoterapia ocurre cuando el terapeuta se encuentra manteniendo, además de la terapéutica, otra
relación diferente con un paciente que puede ser social (no sexual o sexual), profesional,
financiera, etc. “Una relación múltiple ocurre cuando un psicólogo mantiene una relación
profesional con una persona y (1) al mismo tiempo mantiene otro tipo de relación con la misma
persona, (2) al mismo tiempo mantiene una relación con una persona estrechamente relacionada
con la persona con quien se tiene la relación profesional, o (3) promete iniciar otra relación en el
futuro con la persona con la que mantiene la relación profesional o con una persona
estrechamente relacionada a ella. Todo psicólogo se abstendrá de iniciar una relación múltiple si
es razonablemente probable que dicha relación pudiera interferir en su objetividad, su
competencia o en la eficacia en la prestación de sus servicios o cuando exista riesgo de
explotación o daño a la persona con quien se mantiene la relación profesional. Las relaciones
5. múltiples en las que no es probable que se cause deterioro o riesgo de explotación o daño no son
antiéticas” (APA, 2001-a) (del Río Sánchez, C & Borda Más, M & Pérez San Gregorio, Mª
Ángeles & Rodríguez, A.M. & Torres Pérez, I. ,2003. Ética de las relaciones duales en
psicoterapia. Psicothema 2003. Vol. 15, nº 1, pp. 58-64 Recuperado de
http://www.psicothema.com/pdf/1023.pdf)
---------------
Imagen n1. Recuperado de http://diariomedico.pe/?p=9062