Este documento presenta dos casos clínicos que ilustran los peligros de la medicación inducida. El primer caso involucra a un paciente anciano con múltiples problemas de salud que recibió un tratamiento erradicador de Helicobacter pylori sin ajustar las dosis a su función renal, lo que probablemente contribuyó a su muerte. El segundo caso describe a una paciente epiléptica que desarrolló nuevas crisis después de recibir ciprofloxacina para una infección urinaria, debido a los efectos neurotóxicos conocidos