El documento describe cómo los clientes del siglo XXI son diferentes a los del siglo pasado, siendo más mayores, pequeñas familias, uso de tecnología, derechos del consumidor y respuestas rápidas. También explica que la atención al cliente es clave para la competitividad de las empresas y sugiere mejoras como el teléfono y correo electrónico como principales canales de comunicación, horarios extendidos de servicio, y respuestas rápidas a quejas.