La invaginación intestinal ocurre cuando un segmento intestinal se introduce dentro de otro. Generalmente afecta a lactantes entre 5-9 meses. Los síntomas incluyen dolor abdominal, vómito y sangrado rectal. El diagnóstico se realiza con radiografía e intentos de reducción con enemas. El tratamiento incluye terapia de hidratación, antibióticos y reducción quirúrgica o con enemas si hay oclusión o peritonitis. La cirugía implica desinvaginación, resección e anastomosis.