El documento discute la importancia de la seguridad afectiva para el desarrollo psicológico de los niños, señalando que los padres deben responder a las necesidades de los niños de manera sensible y ajustada, proporcionando cariño y contención. También enfatiza la necesidad de que los padres sean conscientes de sus propias emociones para poder brindar un clima seguro y amoroso que promueva las relaciones afectivas adecuadas.