1. PROCESOS PSICOLÓGICOS
REPÚBLIC A BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
CREATEC VALLE DE LA PASCUA
PSICOLOGÍA GENERAL I
Participante:
Herrera G. Norelys J.
16.504.395
Noviembre 2018
2. PROCESOS PSICOLÓGICOS
Son los procesos que permiten a la persona tomar conciencia de sí
misma y de su entorno, se encuentran en el origen de cualquier
manifestación conductual y hacen posible el ajuste del comportamiento a
las condiciones y demandas ambientales.
Los procesos psicológicos son capacidades que toman como base los
sentidos para cada uno de los procesos psicológicos, tales como el
aprendizaje, la memoria, emoción, lenguaje, atención, memoria entre
otros. Gracias a estos procesos el individuo puede captar y procesar
información del medio ambiente.
3. CLASIFICACIÓN DE LOS PROCESOS
PSICOLOGÍCOS
• Se clasifican en dos tipos:
• a) Procesos psicológicos superiores son comunes a los animales y al hombre,
como la atención, percepción y la memoria.
• b) Procesos psicológicos inferiores que son exclusivos del hombre, como el
lenguaje y el pensamiento.
4. PROCESOS PSICOLÓGICOS
SUPERIORES
Los procesos psicológicos superiores, como el lenguaje o el razonamiento, están implicados en las capacidades que distinguen a las
personas del resto de animales. Éstas y otras funciones voluntarias y controladas nos han permitido dominar el planeta y explican
buena parte de la complejidad que caracteriza a nuestras sociedades.
Según Lev Vygotsky, los procesos mentales superiores son sistemas psicológicos humanos que se desarrollan a partir de otros más
básicos, compartidos con los animales. Están mediados por símbolos y emergen a partir de la interacción social, además de como
consecuencia natural del desarrollo cerebral.
De modo opuesto, los procesos psicológicos básicos o elementales son compartidos por muchas especies de animales y están
presentes en las personas desde el nacimiento. Este tipo de procesos engloban fundamentalmente la atención, la percepción y la
memoria.
El concepto de proceso psicológico superior es muy utilizado en la actualidad, en especial en la psicología cognitiva y en las
neurociencias, aunque la definición no es siempre equivalente a la de Vygotsky.
En el campo de la neuropsicología se habla de procesos psicológicos superiores para hacer referencia a las funciones cerebrales que
dependen de las áreas de integración del córtex. Como su nombre indica, estas regiones integran la información del resto del cerebro,
permitiendo procesos de gran complejidad como el lenguaje o el razonamiento.
5. LA CONDUCTA
Se entiende por conducta la respuesta del organismo considerado como un todo: apretar una palanca, mantener una
conversación, proferir enunciados, resolver un problema, atender a una explicación, realizar un contacto sexual; es decir, respuestas al
medio en las que intervienen varias partes del organismo y que adquieren unidad y sentido por su inclusión en un fin. Pero el
conductismo, en particular Watson y atendiendo fundamentalmente al condicionamiento clásico, también habla de conducta para referirse
a la mera reacción de varios músculos y a las reacciones glandulares: por ejemplo, salivación o reacciones de los músculos de fibra lisa –
que están a la base de las reacciones que habitualmente llamamos involuntarias. Así, Watson, en un primer momento, quiso reducir el
pensamiento a conducta entendida como actividad de los músculos de la laringe, interpretando el pensamiento como lenguaje subvocal.
Dado que la conducta, y a diferencia de los estados y procesos mentales, es algo dado a la percepción, es un fenómeno observable y
cuantificable, las teorías psicológicas que más se han esforzado por hacer de la psicología una ciencia, considerarán que, o bien la
psicología debe utilizar como método la observación y análisis de la conducta (así por ejemplo, la psicología cognitiva y su defensa del
"conductismo metodológico"), o, junto con la tesis anterior, que la psicología misma debe renunciar al estudio de la mente para centrarse
exclusivamente en el estudio de la conducta. Este último caso fue el del conductismo.
6. EL PENSAMIENTO
Es un proceso mental superior que nos permite establecer conexiones entre ideas o representaciones.
El pensamiento humano se halla estructurado en esquemas, que son organizaciones jerárquicas de conceptos relacionados
entre si mediante proposiciones lógicas. Nuestro pensamiento, sin embargo, no funciona de forma "lógica", puesto que utiliza
heurísticos para simplificar el procesamiento de la información; es decir, se salta ciertos pasos en las deducciones lógicas que
realiza con el fin de ahorrar energía cognitiva. El resultado es que en muchas ocasiones se producen sesgos en el
razonamiento.
Podemos ilustrarlo con un ejemplo: cuando jugamos al ajedrez, nuestro cerebro no analiza todas las jugadas
posibles lo cual nos llevaría horas; sino que analiza las mejores o las más accesibles en ese momento de la partida, ahorrando
así energía pero con el peligro de poder cometer más errores. Dependiendo del nivel de destreza, podremos analizar más
cantidad de información en menos tiempo y con menos recursos (si somos buenos jugadores).
7. LA CONSCIENCIA
Como conciencia se define el conocimiento que un individuo tiene de sus pensamientos, sus sentimientos y sus
actos. Como tal, la palabra proviene del latín conscientĭa, y esta a su vez del calco del griego συνείδησις (syneídesis),
compuesta por el prefijo συν- (syn-), que significa ‘con’, y είδησις (eídesis), que traduce ‘conocimiento’, es decir: con
conocimiento.
La conciencia es la capacidad propia de los seres humanos de reconocerse a sí mismos, de tener conocimiento
y percepción de su propia existencia y de su entorno. En este sentido, la conciencia está asociada a la actividad mental que
implica un dominio por parte del propio individuo sobre sus sentidos. Así, una persona consciente es aquella que tiene
conocimiento de lo que ocurre consigo y en su entorno, mientras que la inconsciencia supone que la persona no sea
capaz de percibir lo que le sucede ni lo que pasa a su alrededor.
Por otro lado, conciencia también tiene una connotación en cuanto sentido del deber, como reflexión sobre la
conducta y sobre los propios actos. De allí que también tenga un carácter ético, pues permite distinguir al individuo entre
aquello que está bien y lo que está mal, de modo que a la hora de obrar pueda conducirse de acuerdo a sus valores
morales
8. Cuándo escribir conciencia y cuándo consciencia? La duda sobre si estas palabras son intercambiables en todos
los casos es común, no obstante, hay contextos donde esto no es posible. Por ejemplo, cuando queremos emplearlas en
un sentido moral, aludiendo a la capacidad de discernimiento entre lo bueno y lo malo, entre lo correcto y lo incorrecto, lo
aceptado es emplear la forma conciencia: “Después de lo que hizo el presidente, su conciencia no lo va a dejar en paz”.
Por otro lado, cuando se usa con el sentido de percepción o conocimiento, pueden utilizarse ambas formas, aunque se
aconseja el empleo de la escritura más simple conciencia: “Él conduce como si no tuviera conciencia de los riesgos”.
Para la Psicología, como conciencia se denomina el acto mediante el cual una persona es capaz de percibirse a
sí misma en el mundo. En este sentido, la conciencia implica el hecho en sí de un individuo darse cuenta de aquello que
ocurre a su alrededor, fuera del Yo, como resultado de un conjunto de reflexiones sobre las propias acciones y las
realidades presentes en su entorno
LA CONSCIENCIA
9. LA ATENCIÓN
Es un proceso de la mente mediante el cual, de entre varios objetos o pensamientos que se puedan dar en el
individuo simultáneamente, se escoge uno en concreto apartando los demás para observarlo con mayor claridad. La
atención encuentra sus pilares en dos conceptos que son la Focalización y la Concentración que implican la sustracción
de diversas fuentes que solicitan nuestra atención en pro de un trato más efectivo de una o unas en particular.
10. LA MOTIVACIÓN Y EL APRENDIZAJE
Según refiere la Psicología Marxista-Leninista la categoría motivación es un complejo sistema de procesos y mecanismos
psicológicos que determinan la orientación dinámica de la actividad del hombre en relación con su medio. Se le atribuye carácter
motivacional a todo, lo que impulsa y dirige la actividad del hombre en la sociedad.
Estudiar al hombre significa estudiar su personalidad, y por ende, la motivación como uno de sus aspectos fundamentales en tanto. El
núcleo central de la persona que está constituido por sus necesidades y motivos.
La motivación por el estudio permite profundizar en temas que no se dominan, resaltando el papel del maestro como elemento
determinante para el desarrollo de los intereses cognoscitivos, los cuales varían en dependencia de las características del estudiante,
La esfera motivacional es un aspecto importante en la personalidad, algo que no se puede ver como un producto automático del
desarrollo de la misma, sino como una compleja adquisición de la personalidad, sólo posible por una adecuada educación o ante
estímulos o condiciones muy específicas que lo propicien, por lo que la dirección del profesor es fundamental, para despertar la actividad
afectiva en los estudiantes.
Está estrechamente relacionada con la actividad intelectual y formativa que genera el proceso de enseñanza aprendizaje. Si se logra
motivar a los estudiantes por las actividades de aprendizaje como son; visitas de interés y el desarrollo de actividades experimentales,
entre otras propias que el profesor sea capaz de concebir, el aprendizaje será efectivo y dejará un resultado, en términos de
conocimientos, habilidades, vivencias y motivaciones, que incidirán positivamente en su comportamiento intelectual y en su actitud ante la
búsqueda de otros conocimientos.
11. Diversos enfoques: Biologista, Conductista, Humanista, Cognitivistas y Marxistas han intentado explicar la motivación
desde posiciones diferentes, aportando en cada caso importantes elementos, que a la vez del enfoque histórico-cultural promulgado
por Lev Vigotski, permiten investigar la misma teniendo una concepción más integral de la conducta motivada como expresión de la
personalidad, portadora de necesidades y motivos.
Los trabajos de los psicólogos Marxistas (Bazhonich, 1976; Rubenstein, 1969; Anancev, 1963; González, 1977; González,
1988 y Domínguez, 1992 y otros) avalan la necesidad de estudiar la motivación en la unidad de lo afectivo y lo cognitivo, como
características diferentes de función reguladora, puntualizándose la relación con ella el papel de la jerarquía motivacional de cada
sujeto en la regulación de la conducta motivada. En tal sentido plantea González (1988) que la psicología marxista contemporánea
tiene varias cuestiones esenciales a resolver entre las que cita:
¿Cómo se produce la relación de lo cognitivo y lo afectivo en los niveles reguladores de la motivación? ¿Qué
regularidades y característica esenciales presenta la jerarquía en el? ¿Cómo se da la relación de lo cognitivo y lo afectivo en esta
jerarquía? ¿Mediante que vías podemos estudiar estos complejos procesos?.
Estas interrogantes adquieren un gran valor no sólo para la labor de los psicólogos, sino también para los pedagogos, para
quienes resultan el interés básico aspectos esenciales como la motivación por el aprendizaje y la educación y el desarrollo de la
voluntad, de las emociones y del carácter en sus educandos.
LA MOTIVACIÓN Y EL APRENDIZAJE
12. Mucho se habla de la motivación en el aprendizaje. Para algunos el aprendizaje no es posible sin motivación, para otros, no es una variable
importante dentro del aprendizaje. Cuando hablamos de aprendizaje significativo, éste puede ocurrir sin motivación, lo cual no implica negar el hecho de que la
motivación puede facilitar el aprendizaje siempre y cuando esté presente y sea operante (Ausubel:1976).
Podemos distinguir entre una motivación que viene de afuera, del medio exterior al sujeto cognoscente llamada motivación extrínseca, por un lado; y
una motivación intrasubjetiva que se conoce como motivación intrínseca. Hoy por hoy, solemos presenciar una exagerada preocupación por parte de docentes y
padres por el tema de la motivación extrínseca. A tal punto que se llega a confundir el rol docente con un verdadero rol de animador. Posiblemente, esto se
relacione con un aprendizaje repetitivo o instrumental. Lo que pasa que el deseo de tener conocimiento como fin en sí mismo es más relevante para el aprendizaje
significativo. La curiosidad, la exploración, la manipulación son muy importantes para este tipo de aprendizaje, al tiempo que tienen su propia recompensa.
Siguiendo esta línea de pensamiento, no tiene caso que el profesor posponga ciertos contenidos a enseñar hasta que surjan las motivaciones adecuadas. No
olvidemos que cuando hablamos de aprendizaje significativo, es el alumno el que tiene que articular las nuevas ideas en su propio marco referencial. De manera tal
que el docente sólo presenta las ideas tan significativamente como puede, pero el verdadero trabajo lo hace el sujeto que aprende.
En otras palabras, la motivación es tanto causa como efecto del aprendizaje. Por tal motivo, el docente no debe necesariamente esperar que la
motivación surja antes de iniciar la clase. El secreto radica en fijar metas que sean comprendidas por los alumnos, que sean realistas, susceptibles de ser
alcanzadas por ellos por tener un grado de dificultad que se ajusta a su nivel de habilidad. El rol del docente será el de ayudar a que los alumnos se impongan
metas realistas y evaluar sus progresos. Desde ya, tratará de presentar los contenidos de la manera más atractiva posible, recurriendo a los materiales didácticos
más efectivos, pero siempre sin olvidar que el verdadero protagonista del proceso de aprendizaje no es otro que el alumno. Pues en definitiva, “el elemento del
proceso motivacional que da contenido a la motivación es la meta, la cual puede considerarse como la representación mental del objetivo que el sujeto se propone
alcanzar (aprender matemáticas, realizar un bonito viaje, etcétera). Cuando las metas son realistas y comprendidas por quien las persigue, tienen un nivel de
dificultad que se ajusta al nivel de habilidad del individuo, son moderadamente novedosas y han sido elegidas por el sujeto, entonces potencian la motivación.”
(Rodríguez Moneo, M. y Huertas, J.A.: 2004)
LA MOTIVACIÓN Y EL APRENDIZAJE
13. LA MEMORIA
Es la capacidad para retener, procesar y almacenar la información que nos viene del exterior.
La explicación más clásica es la llamada teoría multi almacén, que sostiene que la información va pasando por diferentes
almacenes de memoria a medida que se va procesando. En primer lugar encontraríamos la memoria sensorial, que
retiene la información durante unos milisegundos; posteriormente dicha información pasaría a la memoria a corto plazo
(MCP), que la retiene durante un periodo de tiempo escaso extrayendo sus aspectos más significativos. Aquí ya se trabaja
mentalmente con los datos recibidos, conectándolos entre si mediante la memoria operativa o de trabajo. Finalmente, los
datos más relevantes pueden pasar a ser almacenados en la memoria a largo plazo (MLP), teóricamente de capacidad
ilimitada. Los datos que no son almacenados se pierden para no saturar el sistema, ocurriendo así el fenómeno del
olvido.
Aunque esta teoría posee gran valor descriptivo, los enfoques más modernos la han criticado por carecer de
explicación suficiente acerca del traspaso de información entre unos almacenes y otros. Para dar cuenta de estas
cuestiones ha surgido la teoría de los niveles de procesamiento.