El signo lingüístico se compone de dos partes: el significado (concepto o idea) y el significante (imagen acústica asociada). La lengua está formada por un conjunto de signos lingüísticos que son arbitrarios y mutables a largo plazo. El signo lingüístico se caracteriza por ser lineal, arbitrario, mutable e inmutable, y estar articulado en unidades divisibles con y sin significado.