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RESFRIADO COMÚN (RINOFARINGITIS)
La rinofaringitis aguda o resfriado común (nombre convencional) constituye uno de los
principales motivos de consulta médica, ausentismo escolar y laboral. En nuestro país la incidencia
aumenta durante los meses fríos y lluviosos.
Es una infección viral del revestimiento interno de la nariz, los senos paranasales y la
garganta. La transmisión se hace por contacto directo o por diseminación de las gotitas de saliva e
indirectamente a través del uso de pañuelos y otros objetos contaminados por secreciones de
personas infectadas. El período de contagio se inicia a las pocas horas de ser infectado. La
posibilidad de ser contagiado se incrementa por el enfriamiento de la superficie corporal, el frio
provoca una vasoconstricción que hace disminuir la temperatura de la mucosa nasal
modificándola, hecho que puede favorecer la entrada del virus. Las enfermedades que modifican
la mucosa respiratoria y disminuyen las defensas frente a agentes virales, aumentan la posibilidad
de ser infectado (asma, bronquitis, enfisema pulmonar, etc), así como trastornos emocionales,
fatiga en exceso o por encontrarse en la fase intermedia del ciclo menstrual.
ETIOLOGÍA
Es de tipo viral, siendo el rinovirus el más frecuentemente encontrado (50% de los casos).
Otros virus aislados, pero con menor frecuencia son: Adenovirus, Coronavirus, Parainfluenza
Virus, Virus Sincitial Respiratorio, Influenza A y algunos echovirus como Coxsackie A.
FISIOPATOLOGÍA
La invasión vírica provoca la liberación de los mediadores bioquímicos de la inflamación,
provocando un aumento de la permeabilidad vascular que produce rinorrea y obstrucción nasal,
irritación e inflamación faríngea, vasodilatación local (que origina también obstrucción nasal) y
aumento de la producción de mucosidad que provoca tos y rinorrea. Se sensibilizan los receptores
del árbol respiratorio originando estornudos y tos, aparte de producirse estimulación de tipo
colinérgico que origina rinorrea, aumento de la producción de moco y tos, y broncoconstricción
que también provoca tos.
CUADRO CLINICO
Después de un periodo de incubación, que dura entre 2 a 5 días, se inicia un proceso
inflamatorio del tracto respiratorio superior, lo cual genera un cuadro clínico caracterizado por:
rinorrea acuosa, estornudos, obstrucción nasal, tos, odinofagia, cefalea, fiebre y malestar general.
Posteriormente a los signos de localización, más o menos a los 3 días, las secreciones nasales se
vuelven espesas y de aspecto mucopurulento, debido a la presencia del epitelio descamado y de
leucocitos polimorfonucleares. Esto no indica sobreinfección bacteriana, es una enfermedad de
buen pronóstico, con una duración variable entre 7-14 días.
No debe olvidarse que el resfriado común y la gripe presentan algunos síntomas idénticos.
Pero la gripe, a diferencia del catarro, comienza de modo brusco con fiebre, dolor muscular,
cansancio y malestar general, y sólo a veces se producen los estornudos, el dolor de garganta y el
abundante flujo de mucosidad nasal característicos del resfriado común
SIGNOS Y SÍNTOMAS
Los síntomas que caracterizan al resfriado común son:
Rinorrea de intensidad variable, inicialmente acuosa y, progresivamente espesa
Congestión nasal con obstrucción nasal uni o bilateral
Malestar general
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Disminución del olfato y del gusto
Disminución del apetito
Alteración del timbre nasal de la voz
Dolor de garganta, que suele ser el síntoma inicial.
Tos, inicialmente no productiva y posteriormente acompañada de expectoración.
Estornudos, lagrimeo y congestión ocular.
Fiebre.
DIAGNOSTICO
El diagnóstico del resfriado se efectúa en base a las molestias descritas por el paciente
(anamnesis) y la exploración física (diagnóstico clínico). En este último llama la atención en
primer lugar la mucosa enrojecida en nariz y faringe.
En el examen físico se evidencia congestión, edema de la mucosa nasal y faríngea y en
algunos pacientes se puede observar hiperemia en la membrana timpánica.
TRATAMIENTO
No existe un tratamiento específico, sino que la pauta de tratamiento farmacológico es para
remitir la molesta sintomatología. Se debe recomendar reposo, sobre todo en niños, ancianos,
personas con enfermedades pulmonares crónicas y cuando exista fiebre. También es recomendable
una dieta blanda que sea más fácil de deglutir y digerir, ingestión abundante de líquidos para
facilitar la fluidificación de las mucosidades y administración de fármacos que alivien la
sintomatología.
El uso de humidificadores en la habitación con adición de mezclas balsámicas como
mentol, eucalipto o gomenol puede tener efectos beneficiosos sobre el resfriado, ya que al
proporcionar humedad la tos disminuye.
Analgésicos, antiinflamatorios, antitérmicos: Los más utilizados son el ácido acetilsalicílico, el
Ibuprofeno, el Paracetamol. Se utilizan para aliviar el dolor de cabeza, el malestar general y la
posible fiebre que se pueda presentar.
Antihistamínicos H1: Actúan previniendo los efectos provocados por la liberación de histamina
como: vasodilatación generalizada, un incremento de la permeabilidad capilar y edema que se
manifiestan de forma muy intensa en la nariz, debido a que es una zona muy irrigadaSu empleo
mejora los síntomas disminuyendo la congestión y secreción nasal, el lagrimeo de los ojos y los
estornudos. El más utilizado es clorfenamina. Tienen efecto depresor del sistema nervioso central,
por lo que pueden producir somnolencia y disminución de los reflejos.
Mucolíticos y expectorantes: Los mucolíticos disminuyen la viscosidad de la secreción mucosa
bronquial para que sea más fácilmente eliminable tenemos al Ambroxol. Los expectorantes
estimulan los mecanismos de eliminación del moco, incrementado la cantidad y la fluidez del
mucus bronquial. El más utilizado es la Guaifenesina (Benadril).
Antitusivos: Cuando la tos que acompaña al resfriado es seca e improductiva, no deja conciliar el
sueño y perturba el descanso podemos administrar codeína. El Dextrometorfano también actúa a
nivel central y se lo considera tan eficaz como la codeína, con la ventaja de no tener efectos
adictivos y no producir depresión del sistema nervioso central.
Descongestivos nasales
El tratamiento sintomático de la congestión nasal se centra en mejorar la permeabilidad de las
fosas nasales, y para ello se emplean medicamentos vasoconstrictores, ya sean tópicos o
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sistémicos. Se utilizan mayoritariamente las aminas simpaticomiméticas como la fenilefrina, la
fenilpropanolamina y la pseudoefedrina.
Los descongestivos nasales tópicos estimulan localmente los receptores alfaadrenérgicos del
músculo liso vascular nasal. Con ello, provocan la constricción de los vasos que riegan la mucosa,
facilitándose la reducción del volumen de la membrana mucosa que facilita la respiración y ayuda
a mejorar el drenaje de las fosas nasales.
Se utilizan fundamentalmente la oximetazolina y la xilometazolina (con una duración de acción
larga, de 8 a 12 horas) y la fenilefrina, la metoxamina, la nafazolina y la tramazolina (de duración
más corta, de 4 a 6 horas).
En el caso de los niños, siempre se desaconsejará el uso de vasoconstrictores. En este caso, se
recomiendan las instilaciones de suero fisiológico (solución de cloruro sódico al 0,9%) o bien
los sprays de soluciones isotónicas de agua de mar, especialmente aconsejadas para la limpieza de
las fosas nasales ya que se pueden aplicar tantas veces como se considere necesario, sin que den
lugar a alteraciones o efectos indeseables.
Demulcentes, anestésicos locales
Para aliviar el cosquilleo de la garganta que provoca la tos es recomendable la
administración de pastillas, tabletas y comprimidos con demulcentes y agentes balsámicos que
suavizan la mucosa faríngea (clorofila, mentol, gomenol, esencia de pino, eucalipto). Los
anestésicos locales (lidocaína, benzocaína, procaína, tetracaína), existen caramelos que tienen el
registro de productos dietéticos compuestos de sustancias de origen natural como limón, eucalipto,
miel, que alivia el dolor y la sequedad de garganta.
MEDIDAS PREVENTIVAS Y RECOMENDACIONES
Enseñar un adecuado lavado de manos.
Evitar el contacto con secreciones y fómites de familiares y amigos enfermos.
Evitar el contacto con pacientes vulnerables (niños menores de 3 meses, embarazadas,
ancianos e inmunosuprimidos).
La utilización de vacunas se utiliza en casos de epidemia asociada a Influenza y en
población de riesgo.
Las medidas caseras como: las bebidas con miel, limón y agua caliente no presentan
evidencia científica, pero pueden aliviar la tos e irritación y no causan eventos adversos en
el paciente.
Mantener una ventilación adecuada y evitar el uso y/o contacto con el humo del cigarrillo.
Enseñar signos de alarma, fiebre alta, o persistencia de esta por más de 72 horas a pesar
del uso de antipiréticos, descarga nasal purulenta por más de 20 días, tos persistente por
más de 10 días, otalgia y petequias.
POSIBLES COMPLICACIONES
Un resfriado también puede llevar a:
Bronquitis.
Infección del oído.
Neumonía.
Sinusitis.